Beñat Prados, el canterano que ha convencido a Valverde
Desde su explosión el pasado mes de diciembre, se ha convertido en indiscutible para el entrenador rojiblanco
No es Ernesto Valverde un entrenador fácil de convencer, de esos que se deslumbran cuando un joven futbolista firma un gran partido y en el entorno del club, quien más quien menos, todos comenzamos a lanzar algunos cohetes. El último que parece haberle convencido realmente, hasta el punto de darle toda su confianza, ha sido Beñat Prados, titular en los cuatro partidos de Liga, dos veces acompañado por Vesga (Getafe y Barcelona), una por Jauregizar (Valencia) y otra por Herrera (Atlético). Lo cierto es que el navarro se ha convertido en un fijo. No se puede decir que su rendimiento esta temporada esté siendo brillante, como no lo fue en los dos últimos meses de la pasada temporada, pero está claro que Valverde confía en él y le considera una pieza básica de su medular.
En realidad, el técnico rojiblanco considera a Prados todo un descubrimiento, sin duda uno de los más interesantes de la pasada temporada. Esto explica cómo el jugador de Pamplona pasó de repente de ser un suplente crónico que apenas podía rascar unos pocos minutos en algunos partidos a un titular casi indiscutible. Conviene recordar cómo transcurrió este proceso porque fue curioso. Durante las quince primeras jornadas, Prados participó en ocho partidos, siempre saliendo desde el banquillo. En los dos primeros, ante Osasuna, que fue su debut, y Mallorca, jugó de lateral, sustituyendo a Imanol y Lekue. En los siguientes ya entró como centrocampista, al principio en lugar de Herrera y después de Ruiz de Galarreta e incluso Dani García.
Llegados a diciembre, en fin, el canterano era el quinto hombre en la sala de máquinas del equipo. El cambio llegó de improviso .y como siempre tuvo algo de casualidad. El Athletic, que venía de ganar 4-0 al Rayo en San Mamés, visitaba al Granada. Lo hacía sin Vesga, lesionado. Herrera, titular ante los vallecanos, parecía destinado a volver a serlo en el nuevo Los Cármenes. Valverde, sin embargo, prefirió darle descanso y ofrecer a Prados su primera titularidad, al lado de Galarreta. Y ahí explotó. El navarro atrapó su oportunidad de forma fulminante, como un camaleón a una mosca. Mandó, jugó y rascó como si llevara haciéndolo años y fuera ya uno de esos futbolistas con más kilómetros que Indiana Jones a quienes sus compañeros miran con admiración y respeto. Fue el mejor en aquel partido que se tuvo que disputar en dos días por la muerte de un aficionado nazarí.
Eso fue un lunes. El sábado siguiente los rojiblancos se enfrentaban al Atlético en San Mamés. Vesga ya estaba recuperado, pero Valverde decidió premiar a Prados y volvió a incluirle en el once. Es probable que, aparte de darle un premio justo, también quisiera examinarle, comprobar su verdadero nivel ante un hueso tan duro como el equipo de Simeone. Pues bien, junto a Nico Williams, una pesadilla para la defensa colchonera, Prados fue el mejor del Athletic: jugó siempre con criterio e intensidad, y recuperó un montón de balones a partir de un despliegue físico espectacular. San Mamés les despidió con una gran ovación cuando en el minuto 77, derrengado, fue sustituido por Vesga.
El día que cambió su carrera
Se puede decir que ese día, el 16 de diciembre de 2023, dos meses antes de cumplir 23 años y cuatro después de su debut con el Athletic, cambió la carrera deportiva de Beñat Prados. Desde aquel día, sólo se ha perdido tres partidos de Liga y ha sido suplente en otros dos. En el resto, incluida toda la Copa salvo el choque contra el Eibar, ha sido titular. Y esto incluye, como decíamos líneas arriba, la actual temporada.
Está claro que Valverde no tiene ninguna duda con Prados, renovado en junio hasta 2031. Sabe que no puede exprimirle demasiado porque es un futbolista de mucho recorrido que necesita estar fresco físicamente tanto para jugar con lucidez como para ir a la presión, dejarse el pellejo en cada quite e incluso llegar al remate, como hizo con éxito contra el Valencia. Sabe Valverde, en fin, que esta temporada tan cargada tendrá que incluirle como a todos los demás en las rotaciones, pero su estatus está claro. Por sus virtudes y su tipo de juego, el navarro le parece el complemento perfecto para otro futbolista de más toque, más distribuidor, como sería Ruiz Galarreta. De hecho, hasta la lesión de éste, ambos venían siendo la pareja de medios centros indiscutible. Y volverán a serlo con toda seguridad en cuanto el eibarrés se recupere y vuelva a coger la manija del equipo.