Bajas y dudas en un partido crucial
Las ausencias de Nico, Sancet y Berchiche complican aún más la vida a un Athletic en crisis en su dura visita a Newcastle
No es fácil de encontrar un partido del Athletic que, en sus horas previas, presente tantos interrogantes, dudas y caras ocultas como el de esta ... noche contra el Newcastle en Saint James Park. Conocida ayer a mediodía la convocatoria, que incluía a cuatro chavales del filial (Selton, Ibon Sánchez, Hierro e Izagirre), alrededor del equipo de Valverde todo fueron preguntas y sospechas. Y lo peor es que no se esperaban respuestas. Por ejemplo, una que aclarara si, en el caso de que los rojiblancos estuvieran en la Liga en lo alto de la tabla, las lesiones de Berchiche, Nico Williams y Sancet les hubieran impedido jugar un partido crucial como el de hoy.
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Más de tres mil hinchas rojiblancos apoyarán a su equipo en las gradas. Todos ellos han viajado al norte de Inglaterra con ese entusiasmo militante que se le supone al hincha como el valor al soldado. Su lectura del partido al subirse a los aviones era el reflejo de una esperanza. Sabían que el Athletic iba a tener un duro examen ante un rival valiente, intenso y veloz que le iba a exigir al máximo. Estamos hablando de un club histórico, propiedad de un fondo de inversiones árabe, que este verano se ha gastado, como si tal cosa, como quien lava, 300 millones en los fichajes de Woltemade, Elanda, Wissa, Thiaw y Ramsey. Pero precisamente por eso, por el tamaño del reto, los athleticzales sabían que una victoria podría ser clave para que su equipo comenzara a salir de esta crisis que le viene agobiando desde hace dos meses.
Pues bien, esa esperanza no es que haya desaparecido, pero lo cierto es que, tras conocer la convocatoria, ha quedado en entredicho. Nadie sabe con qué actitud afrontará su equipo el partido, ni cuál podrá ser su nivel teniendo en cuenta el número tan alto de bajas. Si en 1994 Irureta se presentó en Saint James Park sin seis titulares, y no por voluntad propia precisamente, esta noche Valverde, que por cierto fue uno de aquellos ausentes, lo hará con un número parecido. Cuatro ya son fijos –Berchiche, los hermanos Williams y Sancet– y a nadie le extrañaría que fuera alguno más. Ruiz de Galarreta, por ejemplo. El caso es que el Athletic va a acabar jugando tres de los cuatro partidos que lleva en la Champions, los más complicados y atractivos, esos que gustan jugar cuando uno disputa la mejor competición del fútbol continental, con unos onces llenos de suplentes y meritorios. Curiosidades de la vida.
Una derrota en Saint James Park dejaría a los rojiblancos con un pie fuera de la Champions
Lo cierto es que el equipo de Valverde se ha autoimpuesto una exigencia muy grande, mayor de la que quizá pueda pensar, de cara a su partido de hoy. Porque en lo que a actitud se refiere nada sería peor que dar la impresión de que se toma el choque como un engorro, una molestia que le distrae del camino de la Liga, que sería el importante. Dicho con más contundencia: jugar contra la tropa de Eddie Howe a un bajo nivel y sin dejarse el alma, mirando de reojo al Oviedo, sería un error total, un síntoma de debilidad asumida de lo más preocupante. El reto es hacer justo lo contrario: intentar utilizar la Champions como una oportunidad de resurgimiento, hasta de redención, imaginando el efecto tan benéfico que tendría en el estado de ánimo de la plantilla la que sería la segunda victoria de los rojiblancos en Inglaterra en toda su historia.
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Alto el pabellón
Empleamos el verbo intentar con toda la intención. Y es que en las condiciones que llega al partido, tanto en lo que se refiere a las bajas como al estado físico y mental de la plantilla, al Athletic tampoco se le pueden exigir milagros. Se le exige que deje alto el pabellón, de modo que sus aficionados se sientan orgullosos de su pelea contra un rival de armas tomar. Es cierto que los pupilos de Howe están renqueando más de lo que se esperaba en la Premier –son decimoterceros y vienen de perder contra el West Ham–, y que tienen dificultades con el gol. Curiosamente, llevan los mismos que el Athletic en Liga: uno por partido. Ahora bien, cuando se concentran y aceleran a fondo son verdaderos aviones. En la Champions, de hecho, han marcado ocho en tres partidos. En fin, que el sistema defensivo del Athletic, que en Anoeta no estuvo precisamente brillante, va a tener que soportar una verdadera prueba de estrés.
Respecto a las alineaciones, no se esperan muchos cambios. En el caso del Athletic no hay muchas dudas entre otras cosas porque tampoco es que haya mucho donde elegir. Sin los hermanos Williams, Sancet y Maroan, el frente de ataque se lo tienen que repartir entre Berenguer, Robert Navarro, Nico Serrano y Guruzeta. Aunque tampoco puede descartarse que Valverde dé una oportunidad a un futbolista fuerte y potente como Unai Gómez, que ha perdido mucho protagonismo. En los cinco últimos partidos, de hecho, sólo ha tenido minutos ante el Elche. En la defensa, lo normal es que Adama Boiro, otro casi desaparecido en combate esta temporada, ocupe el lugar de Berchiche por mucho que Lekue se haya recuperado de su lesión. Es muy posible también que Paredes vuelva a ser titular en Champions, como lo ha sido en los tres encuentros anteriores. En la medular, Rego tiene muchas opciones de estar en el once, como lo estuvo contra el Borussia y el Qarabag. Respecto al Newcastle, que tiene las bajas de Wissa, Livramento y Ashby, Trippier es duda en el lateral derecho y Bruno Guimaraes en el mediocentro. Algunos medios ingleses dijeron ayer que Barnes podría ocupar el puesto de extremo izquierda en lugar de Harry Gordon, una de las estrellas de las urracas, que al parecer está un poco tocado.
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