El Athletic se sube a la ola buena
La guinda. El fichaje de Ander Herrera refuerza el optimismo instalado en la afición a raíz de un arranque de Liga ilusionante en el césped y la grada
El Athletic ha abonado de ilusión el siempre inestable inicio de la Liga, un terreno resbaladizo en el que los bilbaínos han sabido mantener el ... equilibrio. Lo han hecho con un fútbol aseado, los cuatro puntos sacados ante Mallorca y Valencia -debieron ser seis si no hubieran disparado con balas de fogueo ante los bermellones-, las ideas claras y el perfil aglutinador de Ernesto Valverde y un San Mamés entregado a la causa rojiblanca. La grada de animación ha elevado la temperatura en el estadio y lo ha llevado a otro nivel, donde muchas veces se ganan los partidos perdidos. La definición pública e institucional del objetivo europeo también ha alimentado el ánimo de una hinchada huérfana de desafíos internacionales, ahora asumidos como inexcusables y de obligada consecución. Todos estos impulsos positivos se han visto potenciados por la contratación de Ander Herrera, quien ha reforzado el convencimiento de que este puede ser un gran año.
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No cambiar para cambiarlo todo
Los nuevos vientos comenzaron a soplar con el cambio de aires en Ibaigane y la llegada a la presidencia de un Jon Uriarte que supo seducir a una masa social que reclamaba algo «diferente» en la planta noble de Ibaigane. Por eso le votó en masa y le entregó el bastón de mando. A partir de ahí, sin que se produjera ninguna revolución en las entrañas del club y tampoco en el vestuario, el regreso de Ernesto Valverde perfumó el ambiente con un aroma de estabilidad y seguridad -un entrenador querido en Bilbao y que conoce la entidad como la cocina de su casa- y preparó el terreno para el crecimiento colectivo. La pretemporada dejó un buen sabor de boca y el arranque liguero esbozó los contornos de una criatura aún en crecimiento pero capaz de presionar alto y bien, robar cerca del área rival y fabricar ocasiones con cierta regularidad. La falta de gol sigue ahí, un mal endémico arraigado en el vestuario, pero Txingurri ha logrado trasmitir el convencimiento de que los aciertos llegarán de forma mancomunada. La 'bomba Herrera' no ha hecho otra cosa que poner la guinda en una tarta que aún está en el horno aunque devuelve un aspecto prometedor. Él es el retoque de un proyecto que, en teoría, se fortalece con su llegada.
El fútbol esbozado en las dos primeras jornadas, la grada de animación, Valverde y Ander Herrera
El Athletic llevaba más de cuatro años sin hacer un fichaje de primerísimo nivel, desde Iñigo Martínez
Hay motivos para que los parroquianos de La Catedral sientan mariposas en el estómago. Todavía habrá que esperar para emitir juicios de valor y análisis mínimamente rigurosos, sostenidos por los datos y el desarrollo de la competición, aunque las señales que emite el equipo en comunión con la grada cuando compite en casa invitan a un moderado optimismo. Contra el Mallorca, el Athletic remató 23 veces, seis de ellos a puerta, y se estrelló contra un Rajkovic estelar. Solo la mala suerte y la falta de acierto en los metros finales impidieron sumar unos tres puntos más que merecidos. Aquel día, además, a mediados de agosto, casi 40.000 aficionados poblaron las gradas de San Mamés. Una semana más tarde, ante el Valencia, la asistencia subió a 43.417 personas y el 'muro' del Fondo Norte volvió a ser una caja de resonancia. Los hombres de Valverde ganaron y hubo unanimidad a la hora de evaluar la animación: impresionante y fundamental en relación con lo que transmite y contagia. Inspira tanto al resto del público como a los propios futbolistas, encantados con su ruido motivador.
Alternativas en la medular
Con la plantilla perfilada, las salidas completadas y cesiones diseñadas -la de Peru Nolaskoain al Eibar se oficializó el viernes-, la incorporación de Ander Herrera supone otra inyección de moral para un Athletic necesitado de buenas noticias y que lleva tiempo sin fichar a figuras de primerísimo nivel mundial. El último en venir que encaja en esta definición es Iñigo Martínez, quien llegó en el mercado invernal de 2018. El caso es que la inminente llegada del centrocampista debería enriquecer de variantes y posibilidades la medular rojiblanca, en la que Valverde cuenta con Vesga, Dani García, Vencedor, Zarraga, Sancet y ahora el propio bilbaíno, quien encarecerá la titularidad y elevará el nivel de exigencia. Otro motivo para cultivar ambiciones nobles, que de forma inexorable tienen que traducirse en una clasificación entre los seis mejores.
Solidez defensiva, mayor presencia ofensiva, intensidad, fortaleza como local y poso de Txingurri
En apenas mes y medio, desde que Valverde cogió las riendas del equipo, el Athletic ha alimentado la ambición de su gente con cinco elementos clave: solvencia de su entrenador, solidez defensiva, intensidad, mayor presencia ofensiva apoyada en el contragolpe y fortaleza como local. Pues bien, a estos factores se les suma el efecto de la grada de animación y el aterrizaje de Herrera. Si el futbolista es capaz de acercarse a su mejor nivel, los delanteros agradecerían sobremanera el regreso del hombre que dejó Lezama en 2014 para irse al Manchester United. El fútbol rojiblanco sería más fluido y creativo, dos ingredientes que darían más poso a la propuesta que quiere desarrollar Txingurri.
Existen por tanto argumentos suficientes que justifican el optimismo detectado en torno al equipo y elementos objetivos que soportan las expectativas creadas, basadas en lo que se ha hecho y en lo que se puede hacer.
Berchiche es muy seria duda para jugar mañana en Cádiz
Yuri Berchiche sufre «una talalgia (dolor en el talón) en su pie derecho que le impide entrenarse con el grupo y queda pendiente de evolución», aseguró ayer el Athletic, por lo que el lateral es muy seria duda para jugar mañana (20 horas) en Cádiz. Este percance contrasta con la satisfacción mostrada el jueves, cuando dijo que «me siento mucho mejor física y mentalmente. Para mí, estas dos cosas son importantes porque, si estás bien, las cosas me salen solas. Pasé dos años muy malos -lesiones, secuelas del covid como mareos, pubalgia- que jamás pensé que los iba a sufrir. Ahora disfruto otra vez del fútbol, que es lo que más me gusta hacer». El Athletic realiza esta tarde (20 horas) su último entrenamiento en Lezama antes del choque en Cádiz.
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