Athletic 2-1 Real Madrid
A este Athletic no le para ni el Real MadridEn una nueva exhibición de carácter e intensidad, el equipo de Valverde termina con su mala racha en Liga ante los blancos y se asienta en la zona noble de la tabla
Llevaba casi una década el Athletic sin ganar en Liga al Real Madrid y la victoria cayó por fin. Lo hizo de forma merecida en ... una espectacular demostración de carácter por parte de los rojiblancos, cuya intensidad durante los 96 minutos que duró el clásico fue realmente emocionante. El equipo de Ancelotti estuvo muy lejos de su rival en este sentido y eso en San Mamés, frente a este Athletic, se acaba pagando caro. Y más cuando uno, aparte de ofrecer una imagen decepcionante, hace dos regalos como los que hizo el Madrid desperdiciando un penalti y luego, poco después de haber logrado el empate en el minuto 79, con una pérdida fatal de Valverde que Guruzeta aprovechó de maravilla para firmar el 2-1 definitivo.
Athletic
Julen; Gorosabel (De Marcos, m.79), Vivián, Yeray, Adama (Yuri, m.84); Prados (Galarreta, m.63), Jauregizar; Iñaki, Sancet (Unai, m.79), Nico; y Berenguer (Guruzeta, m.63).
2
-
1
Real Madrid
Courtois; Lucas (Guler, m.88), Rudiger, Asencio, Fran (Mendy, m.71); Tchouámeni (Modric, m.71), Jude, Fede, Dani (Brahim, m.58); Rodrygo (Endrick, m.88) y Mbappé.
-
Goles: 1-0, m.53: Berenguer. 1-1, m.78: Bellingham. 2-1, m.81: Guruzeta.
-
Árbitro: Sánchez Martínez (Colegio Murciano). Amonestó a Agirrezabala, Guruzeta, Galarreta, Lucas, Tchouaméni y Bellingham.
-
Incidencias: 51.364 espectadores en San Mamés, cuarta mejor entrada de un partido del Athletic.
Los rojiblancos, en fin, siguen viento en popa y a toda vela. El de este miércoles fue su cuarto triunfo consecutivo y, por encima de todo, fue una exhibición de los valores que les están permitiendo compaginar la Liga y la Europa League a un nivel que no se le recuerda a este equipo desde hace casi setenta años. El estado anímico del Athletic, exultante, contrasta con el de muchos de sus rivales. El Real Madrid es uno de ellos. No están bien los merengues, conscientes ellos mismos de que su fútbol sigue chirriando, sin una gran referencia en el centro del campo como lo fue Kross, supeditado al talento de sus grandes individualidades; algo que puede alcanzarles para superar a muchos equipos pero que ya se hace más complicado contra este Athletic hipohuracanado en el que todos sus jugadores -pensemos, por ejemplo, en Vivian, Yeray y Jauregizar, los más destacados- se pegan codazos por rendir al máximo.
Noticias relacionadas
La alineación de Valverde dio bastante que hablar antes del partido. La titularidad de Julen Agirrezabala, la entrada de Gorosabel y Adama en los laterales, la baja de Galarreta, la elección de Berenguer como falso delantero... De esto hablaba anoche San Mamés antes de que Sánchez Martínez diera el pitido inicial de un clásico siempre apasionante. Cuando acabó, sin embargo, la conversación se centró en el elogio del colectivo, en lo bien que están funcionando las rotaciones o en imágenes bellas y sintomáticas como la de Unai Simón celebrando a lo grande que Agirrezabala pudiera compensar el fallo que cometió en una salida y provocó un penalti parándoselo a Mbappé, que no pudo salir más frustrado de su debut en La Catedral. Por la derrota, porque su vida de blanco no está siendo tan maravillosa como se imaginaba y porque volvió a fallar un penalti como hizo en Anfield.
Agirrezabala, titular de nuevo, paró un penalti a Mbappé que él mismo había provocado
El Athletic, salió a todo trapo en busca del área rival, enardeciendo a San Mamés. Era lo que estaba previsto, de manera que sólo quedaba esperar la respuesta del Madrid a ese intento de abordaje. Y lo cierto es que fue decepcionante. Los de Ancelotti se dedicaron a mantener el orden y a tirar de oficio sin sufrir pérdidas jugando siempre en largo, ya fuera a partir de Courtois o de Rudiger. Era como si tuvieron muy claro que su primera misión era aguantar el chaparrón y luego, cuando el partido ya fuera madurando, buscar sus oportunidades en ataque. El resultado de estas estrategias opuestas fue una primera parte muy movida en la que el Athletic tuvo más control y pisó con más peligro el área rival. Su presión asfixiante y la movilidad de su frente de ataque hacía daño al Madrid, que sólo asustó poco antes del cuarto de hora con un gol anulado a Mbappé y, en la misma jugada, una revisión de VARpor un posible penalti de Yeray.
Un error grave de Fede Valverde, justo después de que su equipo empatara, permitió el 2-1
El problema de los pupilos de Valverde es que no terminaban bien sus jugadas de ataque. Fallaban en la pincelada final, ya fuera en el último pase o en el remate, como le ocurrió a Berenguer en el minuto 31 tras recibir un tacón perfecto de Iñaki Williams. Los rojiblancos, sin embargo, nunca dejan de insistir y siguieron a los suyo, dale que te pego, en la segunda parte. Y en el minuto 53 encontraron su premio en un centro chut de Iñaki Williams que Courtois despejó mal y Berenguer acabó empujando a la red.
Al abordaje
El partido se igualó a partir de ese momento. El Madrid comenzó a encontrar un hilo débil a su juego y comenzaron a activarse algo Bellingham, Rodrigo y Mbappé. Valverde dio entrada a Guruzeta y Galarreta, en busca de más frescura, pero el caso es que al equipo le tocó, sobre todo aguantar y defender con solvencia. Lo hizo, pero ante el Real Madrid no hay que cometer errores. Agirrezabala cometió dos. El primero el penalti ya citado y el segundo un mal despeje a un tiro de Mbappé que Bellingham aprovechó para hacer el empate. Ahora bien, el donostiarra se perdonó a sí mismo parando la pena máxima y luego vio cómo un error de Valverde, cuando su equipo parecía incluso con opciones de remontar, acabó significando el 2-1 y la alegría general de San Mamés. La última en esta temporada que cada día se antoja más apasionante. Quién sabe si histórica.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión