El Athletic, protagonista en la final de Copa

La final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Real Madrid tuvo también color rojiblanco. Con las hinchadas de ambos contendientes abarrotando las gradas del estadio de La Cartuja, se celebró la ceremonia inaugural en la que se coló la camiseta del Athletic. Y, ya de paso, en muchas casas, un sentimiento de nostalgia y emoción por los inolvidables momentos vividos el año pasado cuando los leones volvieron a tocar la gloria y regalaron un ansiado título a su fiel hinchada, desprovista de alegrías en los anteriores 40 años.

Había que ceder el testigo como campeones. El club vizcaíno tuvo su protagonismo en los actos previos al partido. Con las luces apagadas en el estadio sevillano y con un halo de espectacularidad, la Copa entró, como quien dice, volando.

Un piloto con un mono rojo y casco, al más puro estilo 'Misión imposible', portó el trofeo subido en un dron que aterrizó en el círculo central. Allí se la entregó a un niño ataviado con la elástica rojiblanca. El chaval, acompañado por un crío del Barça y una niña del Real Madrid, fue el encargado de depositarlo en el escenario.

Visiblemente emocionado pero consciente de su 'responsabilidad', el crío ejecutó su tarea a la perfección. Dejó la Copa a la espera de un nuevo poseedor -que sería el conjunto blaugarana- y los tres pequeños abandonaron el campo entre los aplausos del público.

Entregar la Copa es lo habitual cada vez que se celebra la final del torneo, ya que los equipos campeones tienen el trofeo verdadero durante un año y después la Federación Española de Fútbol les entrega una réplica para tener como recuerdo y lucir en las vitrinas de los éxitos.

• Temas
• Athletic de Bilbao
• Audiencias