Los números ya permiten al Athletic soñar con Europa

En la previa del derbi contra el Eibar, Garitano trató de conjugar ambición y prudencia. «No están reñidas». Cree que son términos absolutamente compatibles y que no impiden aspirar a metas nobles. «El primero que mira para arriba soy yo, pero ser prudente no está mal», trató de acotar el terreno que pisa, cada vez más despejado de obstáculos. En el horizonte clarea y se vislumbran contornos europeos que, de todos modos, observa con prudencia. Eso sí, abrió un poco la mano el sábado al pasar de aquel «venimos del descenso» en Huesca –respuesta que dio al ser cuestionado por la sexta plaza– a «no me molesta que la gente piense en Europa» tras derrotar a los armeros, consciente de que la ilusión popular es irrefrenable y contagiada por los buenos resultados.

Más que buenos, excelentes. El Athletic de Garitano ha sacado 22 de los 33 puntos posibles, un 66,6% de efectividad que ha disparado a los rojiblancos en la tabla y también su apetito. No es para menos, porque estas cifras ubican a los bilbaínos en la zona Champions y explican las claves de la remontada. El deriotarra ha convertido al equipo en una roca que ni se parte ni se rodea. Hacerle una ocasión cuesta un triunfo a los rivales, que no encuentran fisuras por las que colar su fútbol. Tanto es así que el equipo solo ha encajado cinco tantos en 11 encuentros, lo que le convierte en el menos goleado de la Liga. La defensa es el principal argumento de un grupo hecho de hormigón armado y que, además, saca petróleo de su escasa producción ofensiva. Solo Valladolid y Huesca marcan menos que los hombres de Garitano.

La solidez defensiva es el punto de apoyo que sostiene al Athletic. Resulta que encadena cuatro jornadas sin encajar en San Mamés –ante Sevilla, Betis, Barcelona y Eibar– y que solo ha concedido un gol en casa. Fue contra el Valladolid y en el descuento. Hay más. De las 11 jornadas con el técnico vizcaíno, el equipo ha mantenido la portería a cero en siete ocasiones y solo la Real Sociedad ha sido capaz de marcarle más de un tanto. Fueron concretamente dos y supusieron la primera y de momento la única derrota liguera de los bilbaínos en la 'era Garitano'. Un accidente, una tarde que salió torcida y que los rojiblancos se encargaron de enderezar con un empate frente al Barça –merecieron ganar– y dos triunfos ante el Huesca y el conjunto armero.

Las cifras son contundentes y en cierto modo obligan al equipo a redefinir sus objetivos y engancharse a la pelea por los puestos europeos. No se trata tanto de la diferencia que separa al Athletic de la zona alta, que también, sino de la cantidad de rivales que hay metidos en un pañuelo y que aspiran a lo mismo. En estos momentos hay seis clubes separados por apenas cuatro puntos –Sevilla, Alavés, Real, Betis, Valencia y el propio conjunto vizcaíno– y si el abanico se amplia la clasificación enseña que entre el decimocuarto (Espanyol) y el quinto (Sevilla) apenas median siete.

Tanto Garitano como sus hombres repiten el mantra de ir «partido a partido» porque no quieren jugar antes con el Espanyol que contra el Valencia. «No creo en los objetivos a largo plazo», dijo hace unos días el deriotarra, pero el fútbol de sus jugadores los está perfilando. Si siguen con este porcentaje de puntuación (66,6%) acabarían la Liga con 58-59. Y eso es Europa. Seguro.