Athletic 3-0 Girona
El partido más divertido de la temporadaEl Athletic gana al Girona y afianza el cuarto puesto en una tarde brillante que se recordará por el 'hat trik' de Sancet y el debut de Maroan
Coreó a lo grande todo San Mamés «Oihan, Oihan, Oihan» después de que el navarro firmase en el minuto 78 el 3-0, el tercer ... pico de su sombrero. Fue un justo homenaje al protagonista de un partido redondo del Athletic. En cuanto a sensaciones, al cuerpo que dejó en los aficionados, seguramente el mejor y desde luego más divertido de la temporada. Y es que, aparte de un gran resultado para seguir reforzando el cuarto puesto, se vivieron en La Catedral momentos de gran fútbol, sobre todo en los últimos minutos de la primera parte, grandes goles como el 2-0 y actuaciones sobresalientes de varios futbolistas, empezando por Sancet y siguiendo por Berenguer, Yeray y un Adama cada vez más prometedor. Y además hubo dos debuts, el de Buján y, sobre todo, el de Maroan Sannadi, que no pudo ser más esperanzador. Valverde le dio media hora y el chaval demostró ser un fichaje más que interesante. Firmó varias acciones de mucho mérito y, sobre todo, no se cortó un pelo. El público salió del campo hablando de él, asombrado de su potencia y desparpajo.
El partido hay que interpretarlo como un gran refuerzo para el Athletic. Es cierto que los rojiblancos llevan una gran temporada en la Liga y en Europa, pero a estas alturas del guion necesitaban un partido brillante ante un rival de gran nivel. Que el Girona no sea el de la pasada temporada no significa que no siga siendo un gran equipo. Aunque ofensivamente ha bajado mucho su cilindrada -ayer apenas inquietó a Unai Simón-, mantiene sus automatismos, su saber estar en el campo, su calidad con la pelota saliendo desde atrás, su buen balance defensivo. Al Athletic, de hecho, le costó un buen rato imponerse, ya que los de Míchel manejaban con mimo el balón y tapaban bien por dentro y por fuera.
Athletic
Simón, De Marcos, Vivián, Yeray, Adama (Yuri, m.75), Prados (Vesga, m.75), Jauregizar, Iñaki, Sancet (Buján, m.83), Berenguer (Canales, m.83) y Guruzeta (Maroan, m.64).
3
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0
Girona
Gazzaniga, Miguel (Blind, m.45), Juanpe, Francés, Krejcí, Yangel, Iván Martín (Solís, m.75), Van de Beek, Abel (Stuani, m.66), Bryan (Misehouy, m.66), Tsygankov (Asprilla, m.66)
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Goles: 1-0: Sancet, m. 41. 2-0: Sancet, m. 46. 3-0: Sancet, m. 78.
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Árbitro: Sánchez Martínez. Amonestó a los visitantes Bryan Gil, Juanpe, Yagel Herrera y Krejci
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Incidencias: 48.261 espectadores en San Mamés.
El problema de los catalanes es que no fueron capaces de sostener el pulso físico y anímico que les impuso un Athletic esta vez fresco, sin la losa del desgaste europeo, que como se sabe no sólo afecta a las piernas sino a las ideas. Bien oxigenado, la tropa de Valverde es una máquina de insistir ante la que acaban claudicando la gran mayoría de sus rivales. De hecho, ya son catorce jornadas consecutivas sin perder. Pues bien, con los locales insistiendo una y otra vez, apretando cada vez más el cuello a su rival, se llegó a la media hora. Quizá en ese momento, de no ser San Mamés un campo tan bien cubierto, sin apenas visión del cielo, algún marino o arrantzale hubiera descifrado en las nubes la tormenta que estaba por llegar.
El Athletic estaba amasando un buen número de córners y en uno de ellos Iñaki Williams se encontró con un remate de cabeza a bocajarro, con toda la portería para él menos el espacio que ocupaba Gazzaniga. Y justo le dio a él. El lamento fue general pero la ocasión fue como un toque de corneta para el equipo de Valverde, que subió sus revoluciones y acabó encajonando al Girona. Producto de una de esas acometidas llegó el penalti que Miguel le hizo a Jauregizar y del que el VAR dio aviso a Sánchez Martínez. Fue inevitable recordar entonces los tres penaltis fallados en Montilivi en la que fue la última derrota de los rojiblancos en la Liga, allá por el 6 de octubre. Gazzaniga volvía a estar bajo los palos y los nervios y el morbo fueron inevitables. Oihan Sancet, sin embargo, no le dio ninguna opción. Su fuerte derechazo, bien esquinado y a metro y medio de altura, tuvo el peso expeditivo del disparo de Indiana Jones a aquel guerrero árabe que le hacía florituras con la cimitarra como preparativo para cortarlo en rodajas.
La gran conexión
Con el gol se desató la tempestad. Fueron siete minutos que recordaron a los momentos más vibrantes de la pasada temporada; un abordaje en toda regla, bello y furioso. Gazzaniga salvó el 2-0 con una parada memorable a De Marcos que cabeceó a bocajarro. Muy deportivo, el capitán del Athletic felicitó al argentino, que poco después, en pleno vendaval, no pudo hacer nada para evitar el segundo tanto, una virguería de Berenguer que Sancet culminó de forma majestuosa. La conexión entre estos dos jugadores fue por momentos un espectáculo. En el segundo gol, sin ir más lejos. Juntos son factor de desequilibrio que puede dar mucha vida al Athletic. En el caso del exjugador del Torino, parece claro que se ha hecho con la titularidad. Es que está de selección.
La tormenta rojiblanca incluyó también un disparo que se le fue alto a Iñaki Williams justo antes del final de la primera parte. En la reanudación, el ritmo bajó un poco, aunque Adama Boiro en una gran jugada personal volvió a encender a la grada en el minuto 46. El 3-0 se veía llegar ante un Girona sin ningún filo al que sólo Bryan le daba algo de aire. Lo tuvo Guruzeta en el minuto 53, tras una gran jugada de Williams, pero está visto que el donostiarra no sólo no está bien, sino que encima esta temporada no tiene nada de suerte. La realidad es que el equipo mejoró con la entrada de Maroan, que había provocado mucha expectación.
El vitoriano dejó contento a Valverde. Y a todo el público, en general. Muy fuerte, demostró que sabe jugar de espaldas, que es rápido y también hábil con las piernas. Se trata del típico delantero centro, como luego demostraría, al que no le tiembla el pulso para jugársela y para quien el pase siempre es la segunda opción. La primera es el remate. El suyo, claro. Su actuación, que incluyó una habilitación perfecta para que Sancet se plantara solo delante de Gazzaniga -esa vez el navarro no acertó pero se enmendó poco después con un toque sutil por encima del arquero argentino que supuso el 3-0-, aumentó la diversión de la grada. Lo cierto es que San Mamés , que dejó claro a Iñigo Cabacas Herri Harmaila lo minoritaria que es, se lo pasó de lo lindo. También con Buján, que salió con mucha chispa. En general, con todo. La tarde salió redonda.
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