Decepción entre la plantilla rojiblanca. Ignacio Pérez

Athletic 0-2 Arsenal

Una derrota frustrante propia de la Champions

El Athletic trabaja a destajo y sostiene un pulso equilibrado con el Arsenal, pero no puede evitar la derrota ante un rival que supo golpearle a tiempo

Jon Agiriano

Martes, 16 de septiembre 2025

Suele ocurrir en este tipo de partidos ante contrarios de gran calibre y siempre resulta muy frustrante. Uno puede trabajar a destajo, sostener una actitud ... impecable en todos los duelos y no perder la cara al rival en ningún momento. Y pese a todo terminar perdiendo porque la superioridad del grande se impone sin remedio, por inercia, a veces con un par de detalles. Así ganó el Arsenal en su primera visita a San Mamés. Estuvieron muy lejos de su mejor versión los londinenses, incomodados por un Athletic muy bravo, pero les bastó con su saber estar y con dos goles de Martinelli y Trossard, dos suplentes de lujo, para superar a un Athletic tan esforzado como impotente en ataque.

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La Champions es así. Este es el comentario que se hacía el público a la salida del campo, una Catedral casi a rebosar con más de 51.000 espectadores. Había en el ambiente final una resignación casi cristiana, pero también el escozor de no haber podido defender un empate a cero que brilló en el marcador hasta el minuto 71 y hubiera sido valiosísimo para la liguilla. Al Athletic, eso sí, nadie le quitó méritos. Compitió como tenía que hacerlo, como le obligaba la competición más dura y exigente del fútbol. El partido llegó a estar muy igualado y, durante la primera parte, de hecho, las pocas ocasiones que hubo estuvieron repartidas y al Arsenal se le vio más incómodo en el campo que al Athletic. Y esto, aunque no puede medirse en cifras y no sume en la cuenta corriente, tiene mucho mérito.

Athletic

Simón; Gorosabel, Vivián, Paredes, Adama (Yuri, m.68); Vesga (Rego, m.81), Jauregizar; Iñaki Williams, Sancet (Guruzeta, m.68), Robert Navarro (Unai Gómez, m.61; Nico Serrano, m.81); y Berenguer.

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2

Arsenal

Raya; Timber, Mosquera, Gabriel, Calafiori (Hincapié, m.91); Zubimendi, Rice, Merino; Madueke (Norgaard, m.91), Eze (Martinelli, m.71) y Gyokeres (Trossard, m.65).

  • Goles: 0-1, m.72: Martinelli; 0-2, m.87: Trossard.

  • Árbitro: Donatas Rumsas (Lituania). Amonestó al rojiblanco Jauregizar (m.85), y a los 'gunners' Rice (m.7), Madueke (m.84) y Zubimendi (m.91).

  • Incidencias: 51.059 espectadores en San Mamés. El Arsenal depositó un ramo de flores en el busto de 'Pichichi' al ser su primera visita a La Catedral.

El problema de los pupilos de Valverde es que les faltó nivel en la reanudación. Apenas hubo noticias de ellos en la portería de Raya en una segunda parte en la que se limitaron a bregar y a defender con pasión. Y lo cierto es que lo hicieron bastante bien, aunque no fuera suficiente. Paredes y Vivián mostraron su fortaleza y Gorosabel y Adama Boiro cumplieron con buena nota. El lateral izquierdo, que hasta ahora no había disputado un minuto, fue la sorpresa de un once con cuatro cambios.

Uno imagina al chaval muy feliz por su titularidad en el estreno en la Champions, pero también un poco desconcertado, rumiando una cierta extrañeza, la que tendría un montañero al que no le incluyeran en las expediciones a los Pirineos y sí a las del Himalaya. Adama, pese a todo, supo sostener el pulso a Madueke, que es una pesadilla para cualquiera. Todo ese trabajo, sin embargo, se vino abajo por una razón ya conocida: porque equipos como el Arsenal te pueden sacar del banquillo dos delanteros que tampoco forman parte de su constelación de estrellas, y son los que te la lían.

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Tocar y tocar

Había mucha expectación en San Mamés por comprobar cuál iba a ser la propuesta del Arsenal en el arranque del partido. Nadie sabía bien por dónde iban a ir los tiros. Pues bien, la elección de los pupilos de Arteta se recibió con agrado. Los 'gunners' decidieron ponerse en plan contemplativo y contemporizador, tocando y tocando en zonas tranquilas, remansadas, sin ninguna prisa por avanzar. Daba la impresión de que habían oído hablar de las acometidas viscerales del Athletic en su campo y decidieron empezar con una táctica conservadora, tomando notas de lo que hacía su rival, madurando el choque como dicen algunos.

Los rojiblancos se sintieron bien en ese escenario que ya han vivido muchas veces en su campo contra rivales poderosos como el Real Madrid o el Barcelona. A partir de una especie de 4-4-2, con Iñaki Williams y Sancet arriba, Robert Navarro y Berenguer en las bandas y Vesga y Jauregizar por el medio, la presión del Athletic surtió efecto. Forzaron algunas pérdidas de la defensa inglesa –Jauregizar estuvo muy feroz, en su mejor versión de la temporada– y llegaron varias veces al área del Arsenal. Eso sí, sin ningún provecho porque a los de Valverde les cuesta un mundo acabar bien las jugadas de ataque. O dan un mal pase o rematan de forma defectuosa. Es lo que hizo Berenguer en el minuto 43 tras recibir un buen pase de Iñaki Williams, que aprovechó muy bien la ausencia de Timber en su banda porque se le había salido la bota en una jugada de ataque anterior.

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Defensivo

El Athletic hizo un gran trabajo de presión y estuvo firme en defensa, pero creó muy poco peligro

Fue una pena. Y no porque el Athletic se mereciera ir por delante. La igualada era justa. De hecho, las dos ocasiones más claras hasta entonces las habían tenido los 'gunners', la primera en el minuto 21 –Gorosabel estuvo providencial para cortar un pase de la muerte– y la segunda en el 26 en un cabezazo casi a bocajarro de Gyokeres. El esfuerzo de los rojiblancos, sin embargo, sí merecía algún tipo de premio, que no acabó llegando porque en la Champions no basta con dejarse la piel. Y menos ante rivales como el Arsenal. De un modo un otro, ante ese tipo de equipos y otros de menos entidad tienen que aflorar los futbolistas diferenciales. Y en el Athletic no están apareciendo esta temporada.

Claves

Saliendo del banquillo, Martinelli y Trossard fueron decisivos en la victoria del Arsenal

Apenas hubo noticias de Oihan Sancet, que con Nico Williams ausente concentra una responsabilidad todavía mayor. Valverde le acabó sustituyendo en el minuto 68, poco antes del 0-1 de este florete bien afilado que es el brasileño Martinelli, para dar entrada a Guruzeta. El donostiarra tampoco aportó nada y además se quedó parado protestando una falta en la antesala del 0-2. Si a ello se suma que Iñaki Williams volvió a estar muy gris, que Robert Navarro picó mucha piedra pero sólo pudo dejar dos o tres destellos en ataque, y que Berenguer tampoco tuvo su día, la conclusión está clara. Al Athletic no le llegó con la paliza que se pegó y el carácter que mostró. De cualquier manera, la derrota tampoco es como para hacerse el hara kiri. La liguilla del Athletic es otra.

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