El Athletic, a 32 de los 5.000 goles

El Athletic tiene a su alcance esta temporada la cifra redonda de los 5.000 goles en el torneo de la regularidad. Con los cuatro que le hizo al Espanyol el pasado sábado, ya suma 4.968. Le faltan 32 para alcanzar el hito. De mantener la media actual de 1,7 por partido, lo conseguiría con holgura. Sumados los 17 que ya ha marcado en las diez jornadas disputadas hasta la fecha, los 5.000 llegarán el día en el que el casillero del Athletic señale 49 goles a favor.

El objetivo parece accesible para un equipo que está mostrando una pegada más que considerable y que solo se ha quedado una jornada sin ver puerta, la del 0-1 ante el Atlético. Aunque en los últimos veinte años, es decir, desde que Ezquerro marcara el gol 4.000, el Athletic solo ha alcanzado o superado esos 49 goles a favor en siete temporadas, hay que subrayar que en seis de ellas lo ha hecho a las órdenes de Ernesto Valverde. El recuerdo de los 61 goles marcados el año pasado refuerza el pronóstico optimista. El técnico se convertiría en el primero en celebrar en el banquillo dos goles milenarios. Cuando Ezquerro hizo el 4.000 Valverde cumplía su segunda temporada como entrenador rojiblanco.

Los goles milenarios llegan en el Athletic cada veinte años más o menos. Pasaron diecinueve desde el estreno de 1929 hasta 1948, cuando Iriondo hizo el gol 1.000 el 12 de septiembre de aquel año, convirtiendo al Athletic en el primer equipo de la Liga en alcanzar esa cifra. Solo quince años necesitaron los leones para alcanzar el gol 2.000. Lo marcó Latorre el 29 de diciembre de 1963 y la celeridad tuvo que ver tanto con la concatenación de las delanteras históricas de las décadas de los 40 y 50, como con el incremento de equipos en la Liga.

Tuvieron que pasar 21 temporadas para que Liceranzu marcara el gol 3.000, que valió por una Liga, el 29 de abril de 1984. Veinte años después llegó el 4.000 en Zaragoza. Lo marcó Ezquerro el 19 de diciembre de 2004. La evolución del fútbol en general, y del Athletic en particular, salta a la vista cuando se observa el número de partidos que han hecho falta para sumar esos goles. Para el primer millar bastaron 378 partidos, cuando los leones hacían un promedio de 2,6 goles por partido.

Para marcar los mil siguientes hicieron falta 450 partidos, a razón de 2,2 goles por encuentro. Pasar del gol 2.000 al 3.000 costó 634 choques, lo que equivale a 1,5 goles en cada uno. El Athletic necesitó nada menos que 806 partidos para sumar su último millar, estableciendo un promedio de 1,26. Prácticamente idéntico, 1,25, al que mantiene desde aquel gol de Ezquerro en La Romareda; en estos veinte años ha hecho 968 dianas en 770 partidos.

El Athletic fue el primer equipo de la Liga que marcó mil goles. Eran los años de una de las delanteras míticas: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza. Los goles llovían con frecuencia en San Mamés, y aquel 12 de septiembre de 1948 diluvió en la portería del Valladolid en el partido que estrenaba la temporada y en la que el equipo pucelano debutaba en Primera División. 7-2 fue el marcador final con 'hat trick' de Zarra y Panizo. El delantero centro marcó el primero, el tercero y el séptimo, mientras que el interior se anotó el segundo, el cuarto y el sexto.

Pero el que tuvo la puntería para anotar el histórico gol 1.000 fue Rafa Iriondo, que hizo el quinto de la tarde. Fue un hito que no trascendió en su día. Las estadísticas no estaban entonces tan de moda como ahora y los periódicos del día siguiente no registraron el acontecimiento. A los espectadores y a los periodistas les llamó mucho más la atención, y hasta les hizo gracia, que por primera vez los jugadores lucieran un número en la espalda de sus camisetas.

Curiosamente, el Valladolid recibió también el segundo gol milenario del Athletic. Fue el 29 de diciembre de 1963 y el acontecimiento tuvo lugar en el antiguo José Zorrilla, que se situaba en pleno centro de la ciudad. En 1982 sería el Athletic el visitante con el que se inauguró el nuevo estadio. El honor de marcar el gol 2.000 le correspondió a un futbolista de corto recorrido en el equipo bilbaíno. Durante las cinco temporadas en las que permaneció en el primer equipo, a José Antonio Latorre le tocó alternar en la delantera con compañeros como los hermanos Arieta, Argoitia, Artetxe, Uriarte y Rojo, entre otros.

Jugó un total de 52 partidos y anotó 10 goles. Sin duda, el más importante porque le valió para ganarse un sitio en la historia del Athletic fue aquel que marcó en el minuto 88 en Valladolid y que sirvió para empatar el partido. Fue un tanto que pocos espectadores pudieron ver en medio de la espesa niebla que cubría la ciudad castellana a la hora del partido y que, según los cronistas de la época, impedía la visión de las porterías desde el centro del campo.

Después del Athletic, Latorre jugó un curso en el Indautxu y completó su breve carrera en el fútbol profesional con tres temporadas en el Sabadell.

Si los dos primeros goles milenarios pasaron desapercibidos en su día, el tercero entró en la historia con letras mayúsculas. El 3.000 es el gol que con más fuerza se ha cantado y celebrado nunca en San Mamés porque fue el que dio al Athletic su octavo título de Liga. Eran otros tiempos y los periódicos ya venían anunciado desde semanas antes la inminencia del acontecimiento, así que jugadores y aficionados habían estado descontando cada diana en las jornadas precedentes. Se llegó a la última jornada con 2.998 goles marcados y la obligación de seguir acertando porque había que ganar a la Real Sociedad en aquel último partido.

Se cruzaban apuestas sobre a quién le correspondería la gloria y no faltaban precisamente candidatos en aquella plantilla en la que destacaban como goleadores Dani, Sarabia y Argote, pero en la que no eran raros los goles marcador por defensas o centrocampistas. Iñigo Liceranzu fue el héroe inesperado. Marcó el 2.999 a los dieciocho minutos, pero Uralde provocó el silencio más clamoroso que se haya oído nunca en San Mamés empatando en el 68. El cronómetro desgranó entonces los once minutos más angustiosos de la historia de La Catedral, hasta que en el 79 Argote botó un córner desde la esquina entre la tribuna de Misericordia y la Este y Liceranzu se elevó un palmo más que Goikoetxea, Gajate y Gorriz para conectar el cabezazo que superó a Arconada.

En 2004 Ernesto Valverde cumplía su segunda temporada en el banquillo del Athletic y empezaba a dejar su impronta proponiendo un juego vistoso que desembocó en goleadas como el 1-7 al Standard de Lieja el 16 de diciembre de aquel año. Tres días después, el 19, un Athletic eufórico visitaba La Romareda con el gol 4.000 en el punto de mira. Los caprichos del fútbol determinaron que, como en el caso del gol 3.000 de Liceranzu, el 4.000 también sería marcado por un doble goleador. Le correspondió a Santi Ezquerro. En el minuto 54 hizo el 3.999 cabeceando un córner en el área pequeña. Con el Zaragoza volcado en busca del empate, un pase largo de Orbaiz lanzó la carrera de Ezquerro, que superó la salida del portero para marcar el gol que metía al delantero en la historia del club.

1. Barcelona. 6.510

2. Real Madrid. 6.504

3. Atlético. 4.986

4. Athletic. 4.968

5. Valencia. 4.745

6. Sevilla. 4.056

7. Espanyol. 3.822

8. Real Sociedad. 3.604

9. Zaragoza. 2.683

10. Celta. 2.631