Las apuestas incomprensibles de Garitano: la pareja Dani García-Vesga, Muniain y Williams
Insistir en la pareja Dani García-Vesga y en la titularidad fija de Muniain y Williams es ya un serio peligro para el Athletic
La crónica del partido contra el Real Madrid en Valdebebas la titulamos 'Más que una derrota, una reivindicación'. En la del Huesca optamos por ceder ... el titular a Kodro, el insospechado héroe de una noche en la que los rojiblancos jugaron con fuego y estuvieron a punto de quemarse, pero podríamos haber elegido otro: 'Más que una victoria, una constatación'. En este caso, la constatación de que la terquedad de Garitano al repetir apuestas fallidas ha provocado un inquietante estado de confusión en el equipo, que no deja de dar bandazos, incapaz de enderezar el rumbo y lograr una mínima regularidad. Que en una situación tan delicada como la del viernes el Athletic firme un partido tan pobre es una señal inequívoca de falta de fiabilidad.
La apuesta fallida de la que más hablamos tras el partido contra el Huesca fue la de Dani García y Mikel Vesga como pareja de medios centros. Optar por dos jugadores con este perfil para enfrentarse al colista ya era en sí mismo un mensaje deprimente. Lo peor de todo, sin embargo, era que su ineficacia estuviese más que probada y el entrenador siguiera insistiendo en ella. Recordemos que esta fue la dupla que eligió para el debut de Liga en Granada, lo que no dejó de ser otro ejemplo de 'sostenella y no enmendalla' ya que en la campaña anterior tampoco le había funcionado. Pero Garitano no desiste. Es difícil recordar a un entrenador dispuesto a chocar tantas veces en la misma piedra.
Habrá que ver si Garitano vuelve a probar con Dani García y Vesga por duodécima vez
Tras el fracaso en Los Cármenes, el experimento se apartó, como por orden de la Agencia Europea del Medicamento. Unai López entró en el once, más tarde lo hizo Vencedor... En Valencia, sin embargo, el deriotarra volvió a intentarlo. Y resultó otro fiasco, hasta el punto de que Vesga se quedó en el banquillo en el descanso y salió en su lugar Unai López. La pareja Dani García-Vesga, que mezcla tan bien como el vino y el peppermint, pareció recibir ese día la extremaunción. Había sido utilizada once veces y el Athletic sólo había ganado en una. La estadística parecía decirlo todo. Pues no. Garitano tenía todavía algo que decir y volvió a utilizarla ni más ni menos que en un partido en el que se estaba jugando el bigote. Fue algo chocante, una muestra de cabezonería y ofuscación ya realmente peligrosa, como la del automovilista que va en dirección contraria y cree que son todos los demás los que se han equivocado. Por supuesto, volvió a salir fatal y Dani García sólo aguantó 45 minutos. ¿Será la del viernes la última vez? Cualquiera sabe.
Aunque poner el foco en los medios centros es obligado, lo cierto es que hay otro todavía más importante para explicar la inestabilidad del Athletic y todo el ambiente de decepción y mosqueo casi general que rodea al equipo. Se trata de la otra fijación obsesiva de Garitano: la que le empuja a ofrecer una titularidad indiscutible a Williams, Muniain y ahora también a Berenguer. Dejemos a un lado a éste último, aunque cada día que pasa parece más claro que se trata de un futbolista con clase pero muy discontinuo, el típico jugador que si fuese canterano de Lezama -pensemos en Iñigo Vicente- y no un fichaje de once millones de euros sería titular con Garitano una vez cada año bisiesto. Pero centrémonos en los dos grandes jugadores-franquicia.
El partido del viernes fue una constatación de la inestabilidad que sufren los rojiblancos
Un repaso
Un repaso frío al rendimiento de ambos nos revela que la recalcitrante obsesión del entrenador de Derio por estos dos futbolistas no sólo es incomprensible en lo futbolístico sino que está suponiendo una injusticia flagrante a la hora de establecer el baremo de la exigencia a los jugadores de la plantilla. (Por no hablar de que sus fichas entran ya en el terreno del disparate). Hay algunos datos objetivos que retratan con mucho realismo a estas dos supuestas estrellas que lo juegan todo, aunque es cierto que Muniain ha ido alguna que otra vez al banquillo y sólo ha completado 3 de sus últimos 27 partidos. Pensemos en los goles y asistencias, dos registros muy relevantes en los futbolistas de ataque. Pues bien, entre los dos suman un total de 7 y 5 a lo largo de 2020.
Hay, sin embargo, otra estadística más interesante y definitoria porque la ha producido el propio Garitano y viene a demostrar que los miles de aficionados del Athletic que están hasta la coronilla de la titularidad de Williams y Muniain no están majaretas, como los romanos que cercaban la aldea de Astérix. Recordemos algunas decisiones del entrenador rojiblanco en los partidos de esta temporada. Ante el Granada, Muniain se fue al banquillo cuando el Athletic perdía 2-0. En Eibar, los dos 'friends' fueron sustituidos en el minuto 85 con 1-1 en el marcador y el equipo acabó ganando. Contra el Cádiz, de nuevo se fueron a la caseta a la hora de juego y con 0-1 en el marcador. Frente al Alavés, Williams fue retirado cuando el equipo necesitaba empatar. En El Sadar, Williams fue sustituido con 0-0 en el minuto 77 y Muniain en el 87 con 1-0 adverso. En el choque contra el Celta les quitó a los dos en el minuto 79 perdiendo por 0-2. En Valladolid, Muniain se fue al banco en el último cuarto de hora con su equipo perdiendo 2-0. Y para no aburrir terminemos con lo del viernes. Minuto 81. El Athletic está angustiado con el 0-0 ante el colista. Y las dos figuras dejan su sitio a otros compañeros.
De este repaso pueden sacarse algunas conclusiones. La primera y obvia es que Garitano, como demuestra con sus cambios, está dando la razón a todos aquellos que cada vez soportan peor las conducciones inocuas y la falta de impacto de Muniain en el área rival, o la cada vez más irritante impericia de Williams para desbordar y marcar. Pero es que hay una segunda todavía más interesante y es la insoportable contradicción que supone que estos dos intocables de Garitano aporten tan poco y tengan que ser tantas veces sustituidos para que sean otros más humildes los que salgan a intentar arreglar las cosas. Imagen algo parecida en otros equipos. A Messi yéndose a la ducha cada vez que el equipo necesita un reactivo. Por ejemplo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión