El alumno aún no ha alcanzado a su maestro Iraola
A pesar de las buenas sensaciones, el Rayo Vallecano de Iñigo Pérez todavía no es el equipo que deslumbró a las órdenes de Andoni Iraola
La apuesta del Rayo por Iñigo Pérez a mediados de la temporada pasada sorprendió por la escasa experiencia del navarro como técnico, pero las intenciones ... no dejaban lugar a la duda: volver a ser el equipo vertical y atrevido que había sido con Andoni Iraola, de quién Iñigo fue segundo entrenador durante su periplo en Vallecas. Las urgencias clasificatorias dieron al navarro poco margen para imponer sus ideas, pero en esta campaña, contando ya con una pretemporada completa y nuevos refuerzos, el Rayo se parece más al equipo que su entrenador quiere que sea.
Sin embargo, el exfutbolista del Athletic todavía no ha alcanzado los resultados de su maestro. En primer lugar, por un factor que también condenó en muchas ocasiones al de Usurbil: la falta de acierto. Los franjirrojos carecen de un delantero resolutivo y la relación entre la cantidad de ocasiones creadas y los goles anotados siempre es deficiente. Por otro lado, este Rayo no es tan brillante con el balón como antaño. Iñigo Pérez apuesta por un fútbol similar al de su mentor, con posesiones muy verticales, pero la falta de precisión les está condenando. El equipo se encuentra muy desordenado cuando pierde el balón y por ello su presión tras pérdida no es tan eficaz y sufre en defensa cuando el rival encuentra espacios para correr.
De ahí que los resultados de este Rayo tras trece jornadas sean peores que el pasado curso, en el que Francisco fue destituido. Sin embargo, los brotes verdes son evidentes y el equipo de Iñigo Pérez, a diferencia del de su antecesor, ofrece motivos para confiar en su crecimiento con el paso de los encuentros.
Sistema y modelo de juego
Iñigo utiliza el mismo 4-2-3-1 de Iraola con unos roles similares, dos extremos con tendencia a venir hacia dentro, laterales con clara vocación ofensiva, un doble pivote que sostenga al equipo y un media punta fino entre líneas que pueda hilar el juego. Con balón el Rayo busca llegar con velocidad al campo rival, pero en ocasiones es presa de su propio ímpetu. La excesiva precipitación conlleva a pérdidas innecesarias ante las cuales el equipo no se haya bien situado.
Los grandes conjuntos que practican este fútbol vertical -el Liverpool de Klopp sería un buen ejemplo- saben cuándo acelerar el juego y cuando no, y aunque su alto ritmo provoque ciertas pérdidas, logran que el bloque esté bien situado para poder presionar con acierto. Es aquí, en las transiciones defensivas, donde más está fallando el Rayo de Iñigo. No obstante, en los inicios de juego rivales, cuando puede ordenarse para presionar, el conjunto madrileño se muestra como un equipo muy bien coordinado y sabe gestionar sus recuperaciones para lograr crear peligro con presteza. Si sus futbolistas atinan, los vallecanos son muy peligrosos y su planteamiento con y sin el balón es tan intenso, especialmente en casa, que resulta avasallador para el oponente.
Una pareja de garantías
Cárdenas (1) comenzó como titular en la portería rayista pero fue desplazado tras la llegada de Batalla (13), que está rindiendo a buen nivel. En la derecha el rumano Ratiu (2) se ha asentado, dejando a los otros tres laterales de la plantilla, Pacha Espino (22), Balliu (20) y Chavarría (3) disputándose el lateral izquierdo, y actualmente es este último la primera opción de Iñigo Pérez. En el centro de la zaga no ha habido rotaciones. La presencia de Aridane (5) ha sido testimonial ante el buen nivel mostrado por la pareja que forman Mumin (16) y Lejeune (24).
Sin noticias de James
James Rodríguez (10) fue el gran fichaje veraniego del Rayo tras su espectacular Copa América, pero apenas ha entrado en los planes de Iñigo Pérez. Tampoco Trejo (8) ha gozado de excesivas oportunidades en un puesto, el de media punta, en el que el técnico navarro ha optado antes por un atacante como Isi o un medio centro como Unai López (17). Óscar Valentín (23) ha sido la principal opción en el medio campo y junto a él, además del propio Unai, hemos visto mucho en los últimos partidos a Gerard Gumbau (15). Pathé Ciss (6) es un revulsivo habitual pero solo ha sido de la partida en tres encuentros.
De Frutos se impone
El estatus de titulares indiscutibles del que gozaban Isi Palazón (7) y Álvaro García (18) se ha diluido esta campaña. Aunque ambos siguen siendo importantes, Jorge de Frutos (19) está por delante en la rotación, mientras que Adri Embarba (21) también ha disfrutado de varias titularidades. En la punta de ataque Iñigo cuenta con varias opciones. Sergio Camello (14) ha sido su elección habitual, aunque en el último encuentro ante el Sevilla su puesto fue para Randy Nteka (11). Sergi Guardiola (12) ha entrado desde el banquillo en alguna ocasión, mientras que Raúl de Tomás (9) ni siquiera ha debutado en esta liga.
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