La afición del Athletic marca el primer gol hacia la final de la Europa League con otro espectacular bufandeo en Lezama

El llamamiento no tuvo la respuesta de los dos anteriores en cuanto a número de seguidores se refiere, pero los más de 400 -la mayoría jóvenes y familias- que acudieron se dejaron sentir, y mucho. «En esta ocasión no es partido de vuelta como sucedió en las otras dos, pero hay que estar», senalaron varios grupos de chavales mientras esperaban fuera que su equipo terminara en el campo uno la última sesión preparatoria a puerta cerrada para poder acceder al recinto. Txingurri contó con los 23 futbolistas disponibles, todos menos Sancet, que se encuentra lesionado y al que se espera con ansia para la vuelta en Manchester.

Cuando se abrieron las barreras comenzaron las carreras. Todo era poco con tal de conseguir una buena posición en la grada desde la que saludar a unos jugadores que poco antes se habían metido dentro del edificio principal. «Solo hay un Athletic y es el de Bilbao lo, lo, lo, lo, lo, lo es el de Bilbao» comenzaron a cantar mientras aguardaban impacientes a los futbolistas.

No tuvieron que esperar demasiado. Y, en cuanto les vieron asomar la cabeza, se desató la locura. Banderas y bufandas al viento al grito unísono de Athletic, Athletic, Athletic. Los jugadores se colocaron frente a la tribuna y agradecieron el apoyo de los presentes con aplausos y algún que otro gesto de complicidad. Las preferencias de los athleticzales quedaron claras entonces. ¡Iñaki, Iñaki Williams lo, lo, lo», entonaron en repetidas ocasiones. El capitán Óscar de Marcos y Nico fueron otros de los jugadores más coreados.

«¡Mañana a machete chavales!», lanzó Unai mientras su cuadrilla le acompañaba con un 'Jo ta ke, irabazi arte' que contagió al resto de aficionados rojiblancos. Entre ellos se encontraban Endika e Itziar, una pareja de Santurtzi que tenía claro que la victoria esta noche se queda en casa. «Ganamos 3-0 o 3-1 seguro», apuntaron. De hecho, la sensación de que el primer asalto caerá del lado rojiblanco era generalizado, «aunque nos va a tocar sufrir para llegar a la final», recalcó Olatz. «No soy muy partidaria de este tipo de actos», reconoció de inmediato, pero decidió acudir junto a su cuadrilla de Larrabetzu pensando en los más pequeños del grupo. Jon, Katixa, Itxasne, Ager, Peru y Telmo se lo agradecieron de lo lindo.

El acto duró poco más de diez minutos y hubo a quien, como a la pequeña Suhaika, que acudió a Lezama junto a su ama Nagore, le supo a poco. Enfundada en una camiseta del Athletic con su nombre en la espalda, insistía al abandonar la grada que «quiero estar más con los jugadores». Su madre tratraba de convencerla con argumentos como«si vienes a ver los partidos del femenino también», pero lo que terminó de convencerla fue cuando le dijo que «mañana -por hoy- ganamos 3-0 y ya vendremos también la siguiente vez».

Para tratar de conseguirlo, al igual que ante el Rangers, esta tarde (18.45 horas) hay convocada una quedada frente al hotel Carlton, lugar de concentración del Athletic, justo antes de que salga hacia San Mamés.