¿Villarriba? ¿Villabajo?

Como esos vecinos de escalera con los que se mantienen las distancias, a veces sin saber muy bien por qué, las txosnas y los hoteles se han mirado durante décadas de reojo, como dos espacios festivos incompatibles. Dos 'astes nagusia' que han convivido de espaldas, sin entenderse y con la plaza Circular como frontera virtual.

Javier Aspiunza, maitre del hotel Ercilla Bilbao, 39 semanas grandes a sus espaldas sin fallar una y jamás ha pisado el recinto de txosnas. Lurdes Luque, comparsera de Satorrak, solo ha conocido los dominios de su compañero de reportaje 'por obligación': en 2002 fue txupinera y tuvo que hacer la ronda de entrevistas en los hoteles. «Me lo pasé muy bien -reconoce-. Pero, fuera de ahí, nunca he subido a los hoteles».

Ambos reconocen que durante años ha existido cierta «rivalidad» entre unos y otros. Incluso «prejuicios». «Es que, en realidad, existen varias fiestas dentro de la Aste Nagusia. Para mí son las txosnas, pero para mi ama y sus amigas son los bailes de la Pérgola», explica la comparsera. «Eso es cierto. Yo conozco gente que le encanta salir estos días y que su plan es hoteles, quedar con amigos, toros... y que ven a Marijaia por televisión», abunda Aspiunza. «El gran éxito llegará cuando no haya barreras y todas esas fiestas sean solo una», coinciden los dos.

Tal vez ese proceso esté ya en marcha. «Muchos clientes internacionales nos preguntan por las txosnas, sobre todo si hay peligro. Y cuando les dices que no, se bajan para allí encantados», apunta el maitre del Ercilla Bilbao, que este año ha planteado su carpa exterior «como una gran txosna» festiva en vez de un comedor al uso. «Ves -tercia la antigua txupinera-, al final nos parecemos mucho. Te invito a bajar, de verdad. Te vas a encontrar un ambiente brutal, mágico».

«Pues yo lo mismo. En el hotel somos como una gran familia que te va a acoger estupendamente», promete Aspiunza.

Seguro. Ese es mi trabajo. No sé si comerás a las dos, a las dos y media o a las cuatro, pero si yo te digo que vas a comer, comes. Te lo garantizo.

Pues si puedo, sí. Este año voy a intentar pasarme por las txosnas y saludarte.

Al ir con la camiseta de las comparsas, te respetan. Y en los turnos de noche ponemos a la gente más veterana, que tiene tablas y sabe parar los pies a cualquiera. Entre nosotros nos protegemos y, si vemos algo raro, 'invitamos' a esa persona a que se vaya del recinto. ¿Sabes lo que es aún peor? La cola de los taxis aguantando borrachos.

Sí, me has convencido con todo lo que has contado. Si puedo, igual hasta voy a ver los fuegos artificiales.

• Temas
• Aste Nagusia
• Bilboko Konpartsak
• Bilbao