«He sido golfo, pero se acabó»

- ¿Tengo enfrente al mejor actor vasco en estos momentos?

- ¿Eso me lo pregunta a mí?

- Sí.

- Yo no te lo podría responder, debe hacerlo el público. Me considero un actor afortunado porque vivo de ello, con eso ya me doy con un canto en los dientes.

- Todo lo hace bien.

- Bueno, pues si te gusto, me alegro mucho.

- ¿Puede hacer lo que le dé la gana?

- No. Todavía no estoy en ese ...

- Pero ¿es capaz de hacer todo lo que le encarguen?

- Yo me arriesgo con todo. Me gusta la comedia, el drama, la ciencia ficción... Me siento cómodo cambiando de registros.

- ¿Haber tenido de profesores a Ramón Barea e Itziar Lazkano se lo puso más fácil?

- Sí, no sé si más fácil, pero soy mucho gracias a ellos. Y también a Izaskun Asua, mi profesora en Ermua, que me enseñó a tomarme el oficio como un juego. Ramón me ha dado trabajo toda la vida y sigue dándomelo.

- ¿Ganamos un artista a costa de perder un buen guarda forestal?

- Ja, ja. Solo estudié un año Explotaciones Agropecuarias en Murgia. Sacaba un pie de la cama y hacía tanto tiempo frío que volvía a meterlo dentro. Dije 'si lo mío es el teatro, no esto'. Y lo dejé.

- Tiene un poco cara de golfillo. ¿Ha ejercido de ello?

- Ja, ja. He sido golfo. Me gustaba la juerga, pero eso ya se acabó. Bueno, todavía de vez en cuando me echo alguna.

- Había leído que se 'comió' de joven la noche de Madrid.

- Sí. Estaba en 'Cuéntame cómo pasó'. ¿Qué tendría, 20 o 21 años? ¡Y encima tenía la cartera llena! Entonces sí frecuentaba la noche.

- Sin embargo, se siente muy de pueblo.

- Aunque viva en Bilbao... Bueno, Bilbao también lo considero un poco pueblo. Al final me muevo por el Casco Viejo. Soy de pueblo y de campo y me gustaría en algún momento irme a vivir fuera.

- ¿Qué supuso la paternidad?

- Mire que mi pareja y yo decíamos '¡va, no nos cambiará la vida que queremos!' Y qué va, te la cambia por completo. Me ha centrado en muchas cosas y otras me las ha quitado. Pero, bueno, no lo cambiaría por nada del mundo.

- ¡Ay esos padres!

- Ahora me levanto todos los días y me río, porque es muy graciosa.

- Se le ve feliz.

- Antes no me pasaba eso. Me levantaba y estaba de mal humor, ahora me levanto y a los cinco minutos ya me estoy riendo.

- ¿Se le cae la baba con su niña?

- ¿Cómo no se me va a caer?

- ¿Borda el papel de papá?

- Todavía no, lo intento y espero hacerlo lo mejor posible, pero eso lo tendrá que decir ella cuando sea mayor, si lo he bordado o no. Sigo aprendiéndome el texto de padre.

- ¿Anda a la búsqueda del mejor papel?

- Nunca. Espero que sigan llegando otros papeles y diga 'ahí viene otro y otro, y otro'. Sería muy buena señal.

- ¿Sigue yendo de gaupasa en las fiestas patronales a jugar a la pelota?

- Lo hacía en Santiago, es tradición en Ermua. Jugaba al 'barrus', a pelota a mano, de gaupasa. Pero, obviamente, ya no puedo hacerlo. Ja, ja.

- ¿Qué tal se le da la pelota?

- No se me daba mal, me defendía. Algún 'barrus' ya gané, ¿eh?

- ¿Tiene miedo a defraudar?

- No. Sí tengo miedo a hacer el ridículo, pero a defraudar no.

- ¿Tiene dinero negro?

- Ja, ja. No. ¡Ojalá! (risas).

- ¿Es legal?

- Lo soy, de verdad.

- ¿Nunca promete lo que no puede garantizar?

- No soy de hacer promesas, soy bastante tranquilo.

- ¿El prestigio le da igual?

- No es algo que busque. El prestigio viene dado cuando haces las cosas bien, te lo trabajas y te dan oportunidades.

- ¿Sigue flipando con Javier Bardem?

- Mucho. Ahora, pues bueno, está en Estados Unidos y los yanquis ya sabes que hacen películas un poco más petardas y grandes producciones con las que como actor tampoco te hacen destacar.

- ¿A dónde se dirige profesionalmente?

- Ni idea. Empecé en esto como un juego y llevo ya casi 30 años.

- ¿Se deja llevar?

- Sí, mientras me paguen por hacer esto, lo seguiré haciendo.

- ¿Sabe llorar de mentira?

- Claro. Nuestro oficio consiste en mentir bien.

- ¿En la vida también miente bien?

- No suelo hacerlo mucho.

- ¿Es artista y obrero a jornada completa?

- Sí, claro, yo empecé como obrero de teatro. Ahora igual me he aburguesado un poquito porque ya no cargo ni descargo furgonetas ante de ir a las funciones.

- ¿Las oportunidades siempre están a la vuelta de la esquina?

- No sabes por dónde te llegan. Muchas veces aparecen sin darte cuenta. Estás en un bar y de repente alguien se te acerca y te suelta 'hostia' pues tengo algo para ti.