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La comparsa Altza Porrue trabaja en el montaje de los paneles que decorarán su txosna en El Arenal.

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La comparsa Altza Porrue trabaja en el montaje de los paneles que decorarán su txosna en El Arenal. Luis ángel Gómez

400 personas ya hacen palpitar el corazón de la Aste Nagusia con el montaje de las txosnas

Más de 1.200 metros cuadrados de lona y 150 toneladas de mecanotubo darán consistencia a las 29 casetas, volcadas este año en la igualdad

josé domínguez

Lunes, 12 de agosto 2019, 07:20

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Faltan seis días para que Marijaia inaugure las fiestas de Bilbao desde el teatro Arriaga, pero El Arenal ya era ayer un auténtico hervidero. Los paseos familiares se cruzaban con los numerosos grupos de turistas sorprendidos ante el intenso trasiego de una legión de trabajadores a pesar de ser domingo. Eran parte de los 400 voluntarios de las comparsas que, desde el pasado viernes y en jornadas intensivas, están volcados en el montaje de las txosnas en el corazón festivo de una Aste Nagusia que, según remarcaban las propias cuadrillas, este año más que nunca, tendrá nombre de mujer.

Y no sólo porque la comisión de comparsas tenga un protocolo propio de respuesta ante la mínima agresión sexista. O porque se colocarán mensajes de sensibilización y rechazo a sus agresores «por todas partes». Las propias txosnas serán las primeras en concienciar en igualdad y actuar para que la presencia femenina esté más visible en la sociedad.

Es el caso de la comparsa Trikimailu, donde Gemma Roy y una compañera se afanaban ayer con el rodillo para cubrir de pintura gris el dibujo que presidió el año pasado el frontal de la instalación. «Haremos un plano gigante de El Arenal y bautizaremos sus calles con nombres de mujeres 'ilustres' de Bilbao como la propia Marijaia, Toti Martínez de Lezea y otras muchas más que se lo merecen», adelantaba sin dar más pistas.

La idea surgió de una comparsera «y el diseño nos lo ha hecho una artista profesional». Con el tiempo justo, ellas ayudarán a pintarlo «porque el viernes debería estar todo listo».

Los hombres también están volcados, pero lo cierto es que ayer las mujeres eran mayoría incluso en las cuadrillas de montaje. Como en Altza Porrue, donde, equipadas con arneses, no dudaban en subirse hasta lo más alto de la estructura para colocar los 54 paneles que, en su caso, ya habían traído pintados, «y solo ha habido que juntarlos como en un puzle». Ayer mismo los colocaron en el gigantesco armazón de su txosna. «22 toneladas de andamios, 35 metros de largo y 12 de altura», enumeraba Patxi Ramos. Sólo le supera «la torre de Kaskagorri, que llega a 20 metros».

Sorprenden las cifras que exige montar una txosna, pero es que la suma de las 29 resulta abrumadora. 150 toneladas de mecanotubo, 1.200 metros cuadrados de lona y cerca de 1.000 litros de pintura. Y Txomin Barullo parecía ser una de las comparsas que mejor se manejaban con estas cantidades. «Llevamos 41 años, lo mismos que tiene Marijaia, y la experiencia es un grado», reconocía Josu Fernández. Divididos en gremios, «unos nos encargamos más de la carpintería, otros de la fontanería...».

«Merece la pena»

También están bien organizados en la comparsa Pa...Ya de Otxarkoaga, que este año transformarán su txosna en «una especie de tómbola, una atracción de tiro de feria reivindicativa», según adelantó Nakor Santamaría. Entre sierras y martillos, ya meten 11 horas al día, y son conscientes de que todavía serán necesarias más, «igual alguna de noche». Y luego, sin descanso, nueve días de turnos continuos para atender a los que vengan a disfrutar de la fiesta. «Son 20 días agotadores en los que acabas exhausto, pero merecen la pena y hasta nos cogemos las vacaciones para no perdérnoslos», sentenció.

La clave

  • Sensibilización Una comparsa creará un plano gigante de El Arenal y bautizará sus calles con nombres de bilbaínas

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