Borrar
Gonzalo Prado, Carmen Rossy, Cayetana Martínez Anasagasti, Álvaro Echevarri, Álvaro Martínez Anasagasti y Félix García-Cascón en la carpa del Ercilla.

Ver fotos

Gonzalo Prado, Carmen Rossy, Cayetana Martínez Anasagasti, Álvaro Echevarri, Álvaro Martínez Anasagasti y Félix García-Cascón en la carpa del Ercilla. Nerea Regueira

A tope con la fiesta

Los bilbaínos disfrutan el primer día de la Aste Nagusia entre familiares y amigos

PELLO ZUPIRIA

Sábado, 17 de agosto 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Horas antes del txupinazo que daba comienzo de manera oficial a la Aste Nagusia, se respiraban las ganas de que empezase entre los bilbaínos. Al mediodía, el corazón del bullicio, El Arenal, todavía no bombeaba con la intensidad que lo hizo a partir de las siete de la tarde, pero la gente empezó a animarse en las diferentes arterias de la ciudad. En la carpa del Hotel Ercilla, el director general del establecimiento, Álvaro Martínez Anasagasti, cumplía con su papel de anfitrión durante el aperitivo. Junto a su hermana Cayetana Martínez Anasagasti, y sus amigos Gonzalo Prado y Álvaro Echevarri, recibían a Félix García-Cascón y a su mujer, Carmen Rossy, que venían desde Salamanca. Ganadero, fueron sus toros los que participaron ayer en la Corrida de Rejones, donde un torero lidia con un toro bravo a lomos de su caballo.

Poco faltaba para que sus animales salieran a la arena, y los amigos que vinieron a apoyarle desde su tierra apuraban sus bebidas para ir andando hasta la Vista Alegre. «No venimos a apoyarle a él, venimos por los toros», bromeaba Manuel Del Cañizo, viejo compañero del ganadero y su veterinario de «toda la vida», él fue su primer cliente. Veterano de la Aste Nagusia, vino acompañado de otros cuatro salamantinos, «siempre fieles a Félix»: Marga González, Rosa Rodríguez, Caro Pérez-Tabernero y Joaquín Aparicio. Otros que también se preparaban para las fiestas, pero en familia eran Sara Berrio, José Angel Berrio y Mercedes Ríos. Esta pareja y su hija disfrutaban del «poteo tradicional de la Aste Nagusia», y según contaban estaban calentando para el chupinazo.

En el Hotel Carlton el ambiente era más privado y exclusivo. Durante la mañana reinaba la tranquilidad, con una excepción. En la terraza del primer piso, una cuadrilla de viejos amigos cumplían otro año más con su tradicional comida del primer sábado de fiestas al aire libre, con las privilegiadas vistas a la Plaza Moyua. La ideóloga de comenzar esa costumbre fue Sandra Aurtenetxe. «Cuando me enteré de que iban a abrir este espacio hace seis años supe que era una idea estupenda reurnirnos todos los amigos de pequeños para empezar las fiestas. Desde entonces no hemos perdonado ninguna vez, en nuestra terraza», explicaba. Con el cielo completamente despejado las flores de la explanada cogían un color más intenso. En ese maravilloso mirador se juntaron Julio Astigarraga, Josu Salgado, Iratxe Pablogorrán, José Ángel Zorrilla, Roberto Burgo, Ana Aurtenetxe, Jorge Mujika, Eduardo Rojas, Itziar Jiménez, Silvia De Andrés, Sonia Rodríguez, Ibon Aurtenetxe, y cómo no, el propietario del lujoso hotel, Miguel Atutxa.

Después de la comilona el grupo se separó. Las mujeres marcharon para Vistalegre a ver el rejoneo, mientras que los hombres se quedaron a echar su tradicional partida de mus. Pero para contrarestar tanta testosterona, Sandra se quedó a jugar, como siempre, y confesaba que sus amigas le llaman 'Lolo' por quedarse con los varones.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios