Una Aste Nagusia que fulmina récords, también en basura: 124.400 kilos el fin de semana
Las fiestas más multitudinarias de la historia también disparan un 27% la basura generada durante el primer fin de semana
El entorno ya era propicio para que esta Aste Nagusia fuese la más multitudinaria de la historia. Por un lado, dos años en ayunas festivas por la pandemia auguraban que la población local se volcaría con las fiestas. Por otro, se suma la marea de visitantes foráneos que está llegando a la ciudad desde que arrancó el verano, por encima de toda previsión. Ambos factores confluyendo ahora explican esto que está ocurriendo.
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¿Que qué está ocurriendo? Que nunca había habido un arranque festivo como el que se ha visto este fin de semana en Bilbao. En el txupin ya se notó: la multitud impedía el acceso a la plaza del Arriaga muchas decenas de metros antes y quienes hayan estado en otras ediciones habrán comprobado que semejante muchedumbre era algo inédito. Luego lo confirmó el Ayuntamiento, que cifró en más de 40.000 las personas que dieron la bienvenida a Marijaia el sábado. Al día siguiente el Desfile de la Ballena congregó a 150.000, según fuentes municipales. Tradicionalmente eran 100.000. Por supuesto que son cálculos hechos un poco a ojo, pero revelan que las sensaciones generales tienen un respaldo oficial. «Fue una locura», destacaba ayer el alcalde Aburto.
La afluencia también se puede medir en toneladas de basura. Durante el sábado y el domingo los servicios de limpieza municipales recogieron 124.400 kilos de desperdicios, lo que supone un 27% más que en la última edición de 2019, cuando fueron 97.200. Aumenta el trabajo en todos los frentes: en vidrio se subió de 10,8 a 12,7 toneladas; los envases pasaron de 1,1 a 5,6; el papel y cartón, de 3,6 a 5,7... El reciclaje sigue siendo una asignatura pendiente, y de manera flagrante, porque la fracción resto, es decir, la porquería en términos generales que no se separa, se ha disparado de las 81,2 toneladas de hace tres años a 98,4, según información facilitada por el Gobierno municipal.
Semejante cantidad de basura en la vía pública puede tener una explicación que apuntan desde las comparsas y que tiene que ver con la profusión de botellones en El Arenal. Es cierto que las txosnas están haciendo buena caja (no hay cifras, claro) pero está sorprendiendo la masiva afluencia de grupos que en ese entorno se montan la fiesta por su cuenta y con sus litros.
La hostelería, con grandes problemas para contratar personal, tiene que hacer equilibrios para afrontar el aumento de actividad
Más trabajo sin refuerzos
En este mismo ámbito, el de la ingesta de líquidos y sólidos, otro termómetro fundamental que mide el éxito festivo es la hostelería, que también está registrando un ritmo de trabajo disparado. Es pronto para balances pero las sensaciones son más que buenas, según fuentes del sector. Eso sí, los locales han tenido que buscarse la vida para capear este aumento de actividad en medio de las enormes dificultades que desde hace meses tienen para contratar personal. Sobre todo aquellos locales de más categoría, donde es más necesario un servicio esmerado. «Cuesta muchísimo encontrar gente», asume Agustín Laprada, del restaurante Gredos. ¿Cómo afrontar el refuerzo de plantillas? Con alternativas que pasan por una organización eficiente. En el Serantes «contamos con una plantilla amplia y nos organizamos para que ahora nadie esté de vacaciones», revela David Ruiz. Estos dos establecimientos están en el tramo de Alameda Urquijo afectado por la última reforma y la nueva configuración de la calle les ha impedido instalar las tradicionales terrazas que montaban otros años. Eso también les ha aliviado el trabajo. En otros casos los hosteleros han tenido que «reducir la carta para poder sacar los platos más rápido con menos personal», apunta Félix Parte, del Grupo La Olla. En sus diez restaurantes estaría en disposición de contratar a entre diez y doce personas más que no encuentra.
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Por último, a los hoteles también les va bien. La asociación sectorial Destino Bilbao, muy activa en la reivindicación de apoyos en los momentos delicados, ha evitado valorar la boyante situación actual y dar una estimación de ocupación, lo que denota que es alta. Lo confirman diferentes establecimientos de la ciudad, aunque también añaden que en estas fechas sólo faltaría que fuese de otra manera. También apuntan una circunstancia curiosa: la inmensa mayoría de sus clientes se han topado con la Aste Nagusia sin esperársela, y muchos no están contentos con ello.
La llegada de turistas en julio subió un 16% respecto a 2019
Las entradas de turistas en Euskadi crecieron un 16% el pasado julio respecto al mismo mes de 2019, el último año antes de la pandemia y el que debe tomarse como referencia. Además, en el acumulado de los primeros siete meses la mejora con respecto a la cifra de hace tres años es de un 5,5%, según informó ayer el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado. En su opinión son «muy buenas noticias» para el sector, que espera un verano excelente impulsado sobre todo por los visitantes internacionales, que ya son el 50%.
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