Foto: Ayuntamiento de Bilbao

Gatibu ya no volverá a tocar en Bilbao

En el Parque Europa y ante un público muy joven, Alex Sardui y los suyos se despidieron de la capital vizcaína antes de su agur definitivo en diciembre con tres fechas en el BEC

Óscar Cubillo

Viernes, 22 de agosto 2025, 06:58

Jueves, sexto día de la Semana Grande, y nuestra jornada es la habitual: sumergidos en la fiesta desde las 5 de la tarde hasta las ... 2.30 de madrugada, y luego a contarlo nada más llegar a casa. Nueve horas y media de las que se podría destacar la pasión que enciende Roca Rey (más de 12.000 almas enardecidas en la plaza de toros, con la mayoría de las entradas muy caras: ¿qué propuesta festiva iguala semejante atractivo?, ni el teatro en crisis, ni los conciertos gratuitos, ¡ni las goitiberas!) y el guateque frenético, rocanrolero y desmelenado de los nipones The Neatbeats en un Antxiki que agotó el aforo esa misma mañana (¿170 caben?).

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Un par de bares y a ver qué había por la noche en el programa municipal oficial, como siempre con los cuatro conciertos punteros a la misma hora, para que ustedes no puedan ver más que uno: a las 23.30 horas los madrileños Alcalá Norte en Abandoibarra, el trikitilari portugalujo Xabi Aburruzaga que seguro estuvo bien en la Plaza Nueva, las bilbainadas de Los Chimberos en La Pérgola, y a medianoche los guerniqueses Gatibu en su gira de despedida en el remoto Parque Europa, donde dieron un concierto que pasó de lo correcto a lo bueno (también porque mejoró el sonido).

Hum… Parece que es opinión generalizada la de que el Parque Europa («se encuentra entre los distritos de Begoña y Otxarkoaga-Txurdinaga, entre los barrios de Otxarkoaga-Txurdinaga y Santutxu», ubica la Wikipedia) no es el espacio más adecuado para disfrutar de los macro-conciertos. Mi sobrina Eneritz, recién llegada de Francia y contenta de ver esa noche a Gatibu, le ponía pegas esa misma mañana a tal espacio: «El Parque Europa está lejos de narices, aunque es grande se ve bien desde muy pocos puntos, tiene muchos árboles que molestan, y no entiendo por qué no colocan el escenario abajo en vez de arriba del todo».

Un par de días antes, Edur, el Haaland de Indautxu, deseaba asistir al concierto: «Sí, ¡yo quiero ir!». Pero le trataban de desanimar: «No, está muy lejos, es muy tarde, habrá mucha gente, y te vas a querer venir a casa al de poco», le enumeró su madre, y apostilló este enviado especial: «Sí, te vas a aburrir porque son todas las canciones iguales». Pero el rubio de 10 años insistía persuasivo: «No me voy a cansar y me gustan las canciones de Gatibu…». Claro, como su lengua materna es el euskera vizcaíno, igual que el de Gatibu…

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El caso es que Edur no fue al concierto, pero otros niños de su tamaño que estuvieron ahí acabaron desilusionados por las condiciones del concierto. Nos plantamos en el mismo lugar que el miércoles de Rozalén, delante y en la esquina derecha del escenario, y comprobamos que había menos familias y menos transversalidad humana entre el público que ante la albaceteña, pues dominaban las cuadrillas de jóvenes (la mayoría se habían trasladado con las bolsas del botellón). Pero a nuestra vera había justamente una familia numerosa y los dos niños pequeños, de 9 y 12 años, se tuvieron que tragar el concierto entero, y lo hicieron con gesto o ausente o enfurruñado, porque se querían marchar antes del cuarto de hora, ya que no veían nada de nada y les rodeaban muchas personas mucho más altas. A veces algunos padres subían a hombros a niños pequeños, pero fue algo esporádico y puntual en canciones más conocidas.

Lo dicho, que el Parque Europa no es el mejor lugar para un concierto. ¡Y menos mal que no llovió, que si no se hubiera convertido en un barrizal resbaladizo! Ahí Gatibu, que se hallan en su gira de despedida y que el sábado pasado estuvieron actuando en las fiestas de Portugalete, dieron su último concierto en Bilbao, como precisó al final, en su único parlamento, el guitarrista Haimar. No obstante, Gatibu darán sus tres últimos conciertos en el BEC los días 6, 12 y 13 de diciembre de 2025.

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Gatibu, que llevan un cuarto de siglo de carrera, se disolverán y no dejaran gran influencia en el rock vasco, aunque permanecerán en la memoria de una parte de la juventud autóctona, pues gustan a la chavalería. Y han logrado mejorar, evolucionar para bien, a lo largo de este tiempo, partiendo de una suerte de rock espeso y con ínfulas progresivas (por los desarrollos largos) hasta llegar a un rock más abierto y actual, aunque exento de actitud y más bien asumido como arquetipo.

En las fiestas de Bilbao dieron un show de 92 minutos para 19 canciones, contando como tal la ultimísima, a capella, 'Borrokalari kalera', cuando los ocho actuantes (Gatibu tuvieron tres metales) saludaron juntos con una bandera de Palestina, que ya parece ser más esencial que la ikurriña. El repertorio osciló entre las canciones toscas, a menudo muy roquistas, de sus primeros años (influidos ellos tanto por Hertzainak como por Extremoduro), y otras más finas compuestas y publicadas con el paso de los lustros, más fáciles de escuchar gracias a los ritmos, los arreglos, los estribillos…

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Gatibu abrieron fuego con el divertido y pegajoso 'Bang bang txik txiki bang bang', y la gente coreó en 'Pailazo' (el volumen del concierto parecía escaso, a diferencia con Rozalén la víspera). En 'Salto!' las cuadrillas adolescentes parecían hablar bastante (hasta que llegaba una famosa y se ponáin todos a cantar) y Álex Sardui, el cantante y líder guerniqués, hasta rapeó, y en 'Inpernuen ate joka' preguntó por los guipuzcoanos presentes en el parque, y había pocos, como alaveses y navarros, presencia anecdótica la suya comparada con el mogollón de vizcaínos que alzaron las manos.

Las guitarras eran sencillas (con algunos destellos en los punteos), Alex habló lo mínimo, se gustaba al bailar como ante un espejo y perfilado, lo que siempre está bien (lo de gustarse), las canciones se sucedían sin grandes presentaciones, y en los Strokes pensamos en 'Mila doinu aidien' y en el siguiente, 'Urepel', uno de sus éxitos, ambos incluidos en su primer álbum, de 2002, y refinados con el paso del tiempo.

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'Bixotza suten' fue un rock sin actitud (o más bien un rock transversal, no solo para la tribu roquera), el público se alegró durante 'Euritan dantzan' (y se puso a grabar vídeos, en los que seguramente saldrá el solo de saxo como los que intercala su amigo y vecino Fito), un rock de raigambre británica fue 'Zeu, zeu, zeu!', el olor a un puesto de comida ambulante llegó cuando Alex dijo «chavales, chavales, respetad a las chavalas, esta es una fiesta feminista» antes de cantar 'Aske maitte', en la siguiente brindó con cientos de vasos de plástico que se elevaron antes de 'Gora kopak!', el country-billy 'Loretxoa' se salió de la fórmula, 'Gabak Zerueri Begire' (eo-eo…) fue funk Talking Heads y ya se notaba que el sonido y el volumen habían mejorado desde el principio, y a modo de coda y despedida definitiva dejaron caer el citado 'Borrokalari kalera', dejando en general un buen sabor de boca.

En la web de Gatibu solo se anuncian los siguientes conciertos: Buñol (Valencia) este sábado, Vitoria en septiembre, en noviembre Madrid y Barcelona, y en diciembre los tres del BEC, donde se les podrá ver cómodamente y el escenario al completo.

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