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Menos mal que en esta Semana Grande no falló el mejor concierto programado por el Ayuntamiento, que no se ha lucido en la selección musical. No, a pesar de un sonido un poco difuso y saturado en ciertos momentos, el lunes el Dúo Dinámico triunfó incontestablemente en Abandoibarra y la gente lo manifestaba al acabar, subiendo las escaleras que conducen a Puppy: «hemos recordado todas», comentó una dama, y otra señora interpeló a una amiga: «¿ta gustao? Ha estao bien, ¿eh?». Una masa muy transversal e intergeneracional acudió a la sombra del Guggenheim, y nosotros también, descartando sin dudarlo las otras dos propuestas municipales menores, minúsculas, microscópicas en comparación con los gigantes Manolo y Ramón: las del transformista Asier Bilbao en La Pérgola y los retro cantantes mixtos y sevillanos de ragtime O Sister! en la Plaza Nueva.
La afluencia a Abandoibarra fue tal que la organización cerró el paso principal por el propio Puppy. Y en ambiente limpio discurrió un macroconcierto de 104 minutos, hora y tres cuartos para 25 canciones, contando dos veces las dos repetidas del final, 'Amor de verano' y 'Resistiré', aunque sin contabilizar la introducción instrumental, el par de cortinillas resistentes, la presentación de los músicos y el videoclip 'Que me quiten lo bailao', el casi el mismo que nomina su gira de 60 años, clip que colaron a mitad del show a modo de apoyo aún más explícito de imágenes de fondo que repasaban su biografía, su estética y sus logros profesionales.
Manolo y Ramón oficiaron en ochote, o sea ellos dos más seis músicos respaldándoles. Nos hablaron muy educadamente, siguiendo un guión, mientras cantaban y Manolo bailaba y Ramón tocaba la guitarra. Y soltó éste: «La pregunta está en el aire. ¿Cuántos años tendrán estos? Sumamos más de siglo y medio y él es solo tres meses menor». Sí, Ramón Arcusa (Barcelona, 1936) y Manuel de La Calva (Barcelona, 1937), de 82 estupendos años cada uno, mantuvieron una apostura escénica encomiable, usando taburetes en dos o tres canciones, dosificando fuerzas en el citado vídeo y en algún minimonólogo, y sin abusar del karaoke, al que sí recurrieron en un par de ocasiones no invasivas.
El lunes el Dúo Dinámico estuvo bien de principio a fin, desde el rock and roll hasta las piezas aflamencadas. No es que no hubiera ninguna canción mala, es que los 23 títulos (recuerden: al final repitieron dos hasta llegar a 25 temas interpretados) se ejecutaron con solvencia y varios arreglos muy comerciales y previsibles, como los del saxo, no diluyeron la magnífica impresión. Los dos barceloneses ordenaron su inabarcable repertorio en compartimentos y les prologó un popurrí inane de la banda y un interesante vídeo muy gráfico en la gran pantalla de fondo que remarcó que llevan 60 años, que grabaron su primer disco tres años antes que los Beatles y que les definió como 'pioneros del pop español'.
Tras el vídeo, aparecieron los dos protagonistas vestidos de casual, con lo que parecían chamarras vaqueras, y abrieron fuego con una traca de éxitos intergeneracionales movedoras: 'Resistiré', más vigente que nunca, con la letra en pantalla; un emocionante e imperecedero 'El verano' cruzando las baladas de los Beach Boys con las habaneras gracias al coro espontáneo del público; tras recordar Ramón que hace siete años estuvieron en el mismo escenario, para hipócrita escándalo de los ofendiditos y los malpensados se marcaron su hit tan en la estela del rock and roll suave de Ricky Nelson 'Quince años tiene mi amor' porque «cada día del año hay una chica que cumple quince años»; y un aflamencado en plan Los Brincos 'Esos ojitos negros', que presentaron a Eurovisión quedando en segundo lugar tras Augusto Algueró.
Con esto ya estaba todo el público convencido, desde los curiosos hasta los nostálgicos y todo lo que cabe en medio. Tras el melódico 'Tu vacilándome... y yo esperándote' y el rock and roll clásico 'La plaga' («no es que seas muy bonita, pero sabes bailar»; hala, a la hoguera), volvieron a evocar las ocasiones anteriores en que han actuado en Bilbao: la primera en el Pumanieska, luego en el Olimpia, en el Gwendolyne de Algorta, más recientemente en el Euskalduna… Y cantaron al amor puro en 'Piensa en mi' y cuidaron las voces vía Mocedades en 'Como ayer'.
Luego llegó un pasaje divertidísimo sobre su experiencia en el cine: «Hicimos cuatro películas con cuatro chicas preciosas y el mismo argumento, los dos disputábamos por la chica y se la llevaba él», protestó Manolo, pero Ramón aseguró que eso sucedía «en la ficción, que en la vida real Manolo me quitaba todas las novias». Y en aquí seleccionaron tres canciones fílmicas geniales e infecciosas: la zíngara 'Yo busco una muchacha como tú', que cantaron a Marisol; luego 'Guardamarina soy' en plan Elvis Presley en la mili y en cuyo introito Ramón Arcusa comentó que «a los diputados Iglesias y Rufián les vendría bien hacer la mili» (hubo una ovación generalizada) y donde contó que ellos, a pesar de ser famosos, cumplieron tres meses más de mili porque estuvieron tres rodando esa película; y en tercer lugar el swing con los dedos chasqueantes de 'Eres tú'.
La gente cantó composiciones escritas para otros como 'La La La' para Massiel, con la que ganaron Eurovisión al propio Cliff Richard, «el número 1 entonces en Europa», y 'Soy un truhán soy un señor' para Julio Iglesias, ambas piezas dotadas de gran acompañamiento de imágenes en la pantalla de fondo. También la masa coreó mucho la andalusí 'Balada gitana', antes de entrar en el capítulo de chicas y de rock and roll, pues como informó Ramón «en los 60 grabamos bastante rock and roll, que no era tan heavy como el de ahora pero sí más simpático». Aquí enlazaron '¡Oh Carol!' (premiada con un olé por un espectador joven), la más efectiva 'Mari Carmen', 'Hello Mary Lou', 'Baby Rock' e, integrándola en los guateques, el 'Lolita Twist', coreadísimo y bailadísimo.
En los guateques incrustaron también la fabulosa balada 'Perdóname', cuyo dramatismo animó a danzar abrazados a numerosos espectadores, antes de despedirse con la más animada 'Quisiera ser'. Pero claro, aún quedaba el bis, que fue cuádruple: 'Amor misterioso' picó en el pop, la coral y relajada 'Somos jóvenes', que es una revisión del derrotado por ellos Cliff Richard, emocionó a todo Abandoibarra, la repetida 'Amor de verano' incrementó aún más la emoción, y de nuevo 'Resistiré' sirvió como ágil adiós.
El del unes fue un macroconcierto memorable y sin tacha del que hemos citado las 25 canciones. El Dúo Dinámico ya actuó en 2012 en la Semana Grande, y como había recomendado el líder Ramón por el principio del show: «Que no pasen siete años antes de volvernos a llamar. Que igual no estamos. Me refiero a ustedes». Jo que sí.
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