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Cita de las txupineras de Bilbao: «Reencontrarnos tres años después es emocionante»
Más de 20 bilbaínas que han prendido la mecha festiva en la ciudad se reúnen en las fiestas en la tradicional jornada de homenaje
La primera comisión de fiestas de Bilbao de 1978 recuperó la figura de la txupinera: una funcionaria local que avisaba a los villanos de las grandes ocasiones mediante el disparo de los txupines. Desde entonces una comparsera desempeña este papel. Un sorteo decide a qué agrupación corresponde el honor de designar a esta figura entre sus filas. Es uno de los personajes más queridos en la Aste Nagusia, porque da inicio al jolgorio el primer sábado y también cada una de las ocho jornadas siguientes. Es la representante, de las mujeres de Bilbao y en general, de todos los vecinos de a pie. Cada jueves de la Aste Nagusia, las txupineras reciben un homenaje: primero son agasajadas en el mercado de La Ribera y luego protagonizan una kalejira al son de los txistularis. Hoy se han reunido 21 en la tradicional cita, todas uniformadas con su chaqueta roja de botonadura dorada y su txapela con el escudo de la villa, algunas con más de dos décadas de antiguedad, y han lanzado tres tandas de txupines desde la carpa de Bilboko Konpartsak en El Arenal entre goras a Marijaia y a Bilboko txupinerak. Un momento tan especial como esperado que no tenía lugar desde 2019.
Este año la protagonista es la txupinera actual, Iratxe Palacios,(1986) de la comparsa Tintigorri, que disfruta estos días de todo el cariño que la gente profesa a esta figura. «Cada momento está siendo único. Venimos de casi tres años de estar a metro y medio los unos y de los otros, te besan y te abrazan, tanto mayores como niños y eso te llega». Por su edad ha vivido hasta ahora más las noches de Aste Nagusia tanto dentro como fuera de la txosna, pero ahora es requerida en multitud de actos diurnos, disfrutando de cada uno de ellos. «El baño que viene no me perderé la noche, pero tampoco el día», asegura. La jornada de hoy «es muy especial, de hermanamiento. Pasamos el día juntas, tenemos una relación muy buena», explica Saioa Domínguez, de la comparsa AixeBerri, que estos días también coordina varios asunto festivos. Fue txupinera en 2018, un cargo que considera «un honor». «Es un icono festivo y representante de las comparsas y de todo Bilbao. Ser txupinera es muy emocionante, te permite ver las fiestas desde otros puntos de vista y estás muy cuidada por mis compañeros los comparseros. El lanzamiento del primer txupin fue muy especial, pero en general vives unas fiestas muy emocionantes y diferentes», relata.
Aitziber Zalbide, de Lehoiak, que desapareció en 2010 por falta de relevo generacional, aún atesora recuerdos increíbles de aquella edición del año 2000 en la que dio el pistoletazo de salida a las fiestas. Fue la última que lanzó el txupin en la Plaza Nueva porque era tan multitudinario que desde el año siguiente se optó por dar la bienvenida a Marijaia desde el Arriaga por cuestiones de seguridad. Entonces tenía 23 años. «Abrir la cortinilla, asomarte al balcón de Euskaltzaindia y ver todo a todo el mundo esperando... Esa sensación no se paga con dinero, es super especial». Desde aquella «ya han pasado 22 años y 20 kilos», bromea, pero sigue luciendo con orgullo su uniforme. «Estos años han sido muy duros porque no hemos podido estar aquí ni juntarnos. Todas intentamos librar este día. Reencontrarnos tres años después es muy bonito y muy emocionante».
Cariño
«Los sentimientos al asomarte al balcón antes del txupin no son algo que puedas describir. También la apertura de txosnas y la visita a Basurto son momentos preciosos, el cariño de la gente... Ahora ya somos más mayores, pero entonces yo solo salía por la noche y ser txupinera para mí fue todo un descubrimiento de todo lo que las fiestas tienen por ofrecer por el día», relata Aitziber Adell, bde la comparsa Tintigorri, que lanzó el txupin en 2005. Ella sigue colaborando en su comparsa, haciendo turnos de limpieza por la mañana para despues vivir la fiesta con sus niños. «Ha entrado mucha gente joven este año. Ha sido un poco duro, porque en la pandemia no hemos tenido ingresos y tienes que seguir pagando los locales donde haces la decoración y este año también ha entrado mucha gente nueva, estamos recolocándonos», explica.
Lurdes Luke, de la comparsa Satorrak, fue txupinera en 2002 y todavia se emociona el día de hoy porque recuerda a otras txupineras y personas que no están, como a su ama, Bitori, que estuvo en el grupo motor de las primeras fiestas con Txomin Barullo. «Ella vaciaba la casa de sartenes para llevar a la txosna, aunque hoy en día las cocinas son como las de los hoteles» . Recuerda con cariño «todos los actos y momentos vividos con cada una de las comparsas, el acogimiento que tuve con las txupineras...» Además de su txupin. «Fue maravilloso, espectacular... Ver todo El Arenal y el puente tan lleno de tantísima gente, de , conocidos, y comparseros llamándote, es algo muy especial. ». Ahora disfruta de las fiestas de otra forma. Ya no hace turnos de barra, pero se ocupa de la tesorería, de tareas de organización en Bilboko Konpartsak... «Estar de en la txosna con mi gente es lo mejor que me puede pasar», asegura. Las txupineras se citaban antes a comer en El Boulevard, pero ahora comen cada año durante su dia en en la comparsa de la txupinera anterior: este año tocaba Pa Ya!, a la que pertenece Itsasne Núñez, quien ocupó el cargo en 2019.