Un buen bloody mary para aliviar la resaca de la Aste Nagusia

El Bloody Mary, nombre que significa María Sangrienta, apodo con el que se conoció a María I de Inglaterra por su intento de imponer con sangre el catolicismo, para lo cual ordenó ejecutó a cientos de protestantes, es un cóctel conocido por sus virtudes para aliviar la resaca. El Bloody Mary, se afirma, que lo creó Ferdinand Petiot en 1921 en el Harry's Bar de París. Manu Iturregi, un clásico de la coctelería vizcaína, responsable del Residence, elabora el Bloody Mary con el vodka Basmoon, cinco centilitros, elaborado con patata alavesa, que se destila en Basque Moonshiners de Vitoria-Gasteiz, que es algo más cremoso y tiene un poco más de sabor que otros vodkas.

Echa 15 centilitros de zumo de tomate, zumo de medio limón, salsa Worcestershire (Perrins), sal y pimienta al gusto, tres o cuatro golpes de tabasco, dependiendo de lo que desee el cliente, un toque de Bitters -sustituye a la angostura-, que está elaborado con apio y vinagre de manzana, que le da un toque de frescura a la copa, y se termina con un toque de sal de Añana que tiene cayena. Todo ello se pone en un vaso mezclador, donde se enfría y diluye con hielo. Se sirve en un vaso bajo que se aromatiza con corteza de limón. En el borde del vaso se pone una crusta de especias, para quien desee que el trago sea un poco más picante lo tome por ese lado.