Villalibre quiere despegar dos años después de su heroico gol al Levante
El búfalo sigue empeñado en triunfar en el Alavés y solo piensa en ganarse su sitio en la pretemporada tras un curso con poco protagonismo
El 17 de junio de 2023, en el Ciutat de Valencia, Asier Villalibre (Gernika, 1997) entró en el santoral albiazul. En el minuto 129, el ... búfalo asumió la responsabilidad de lanzar un penalti que podía cambiar la historia del Alavés. Si marcaba, ascenderían a Primera. Si no, subiría el Levante. Puro vértigo. «Estaba bastante más tranquilo, seguramente, que la gente que estaba viéndolo desde fuera. Yo tenía claro que iba a mirarle al portero y salió genial», relató el vizcaíno, que marcó el gol del ascenso.
Luego vendrían las lágrimas, la alegría, el éxtasis sobre el césped, la trompeta, la celebración en la Virgen Blanca con la afición y la unión para siempre entre el búfalo y el conjunto vitoriano. «Villalibre está tan enamorado del Alavés como el Alavés de él», confesó Sergio Fernández. Y después de un año en el Athletic, el vizcaíno regresó a Mendizorroza el pasado verano.
𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑐𝑟𝑒𝑒𝑟𝑙𝑜.
— Deportivo Alavés (@Alaves) June 17, 2025
𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑎𝑟𝑙𝑜.
𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆.#GoazenGlorioso ⚪️🔵 pic.twitter.com/Lk06TYPR4e
Ahora, dos años después de aquel penalti que le elevó a los altares del alavesismo, Villalibre continúa empeñado en triunfar de albiazul. El '9' mantiene la idea que traslado en su presentación a pesar de la falta de continuidad de este curso. «No me considero ninguna leyenda. Vengo con mucha ambición de hacer goles y de ayudar al equipo», señaló. Sin embargo, el ex del Athletic apenas ha disputado 18 partidos (445 minutos) entre Liga y Copa esta campaña, anotando un gol y dando una asistencia.

Fue la tercera opción después de Kike García y Toni Martínez en ataque. A pesar de ello, su trabajo ha sido alabado por Coudet. «Le agradezco cómo vive la previa y el partido», dijo el argentino. Aunque no se ha vestido tanto de corto como desearía, su compromiso ha sido total, animando y apoyando a sus compañeros desde fuera. Además, su papel en el vestuario, generando buen ambiente y uniendo a la caseta, es clave.
Contrato hasta 2028
Mientras tanto, el búfalo no ha dejado de trabajar en los entrenamientos para ganar más tiempo de juego en los partidos. Sólo piensa en albiazul. En invierno, Villalibre no escuchó las ofertas que llegaron al Paseo de Cervantes de LaLiga y del extranjero. Su hoja de ruta es clara. Con contrato hasta 2028, está centrado en ganarse su sitio en el equipo de Coudet. Y para ello, trabajará a destajo en una pretemporada en la que estará a pleno rendimiento desde el inicio. El curso pasado, los días que se dilató su fichaje desde el Athletic le condicionaron. Este verano, el búfalo buscará su despegue albiazul sudando desde el arranque en Ibaia.
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