Villalibre y el Alavés, crónica de un romance en la distancia

«Está igual de enamorado del Alavés que el Alavés de él», señaló Sergio Fernández sobre un delantero que ha vuelto a Mendizorroza al tercer intento

Lunes, 15 de julio 2024, 18:53

El Deportivo Alavés cambió a Asier Villalibre (Gernika, Bizkaia, 1998) para siempre. «Lo que viví allí fue algo especial. Dentro de mí siempre va a ... haber un trocito del Alavés», confesó el 'búfalo' en EL CORREO. Tras coger impulso en Vitoria, su regreso al Athletic le devolvió a la casilla de salida el curso pasado. Sin embargo, el atacante encontró un oasis a su desierto en el banquillo en la Copa conquistada por los de Valverde.

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Marcó seis goles en seis partidos, dos de ellos en el triunfo rojiblanco en los octavos del torneo del K.O. ante los albiazules (2-0), que no celebró. Incluso saludó tras el duelo a la afición visitante desplazada a San Mamés, que le reconoció sus servicios. Sin embargo, esta ovación era un 'hasta luego'. Su historia alavesista estaba pausada hasta que, un año después de su marcha, Villalibre ha regresado a Mendizorroza con un contrato hasta 2028.

Nunca se despidió del todo de Vitoria. Siempre tuvo billete de vuelta. «Tenemos la ilusión de contar con él, pero dependemos del Athletic», avisó Sergio Fernández en el verano de 2023. Lo intentaron sin éxito entonces y también en el mercado de invierno de 2024. Su regreso ha llegado tres ventanas después de su marcha.

«Villalibre está tan enamorado del Alavés como el Alavés de él»

Sergio Fernández

Director deportivo del Alavés

«No voy a ocultar, porque no lo he ocultado nunca, que Villalibre es parte de la historia reciente de este club con un papel muy relevante. Reúne todas las condiciones que buscamos en un jugador, pero ni está libre ni está en el mercado. Hacemos demasiadas conjeturas sobre su posible regreso. ¿Nos gustaría? Sí, pero la situación no depende en exclusiva ni del Alavés ni del propio Asier», explicó el director deportivo albiazul en mayo.

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Ya entonces su fichaje estaba marcado en rojo. Y el 'búfalo', si salía del Athletic, quería embestir en Mendizorroza. No había otra opción. Fernández lo ha logrado a la tercera. «Villalibre está igual de enamorado del Alavés que el Alavés de él», pregonó Sergio. Un romance en la distancia de los 60 kilómetros que separan Vitoria y Bilbao que estaba condenado a reencontrarse. La llama nunca se apagó.

Ídolo exprés

Villalibre tardó un suspiro en mimetizarse con el hábitat albiazul tras su desembarco en el frío invierno de 2023. «Tenía miedo de salir de mi entorno, pero venir aquí es una de las mejores decisiones que he tomado nunca», señaló el atacante antes de celebrar, trompeta en mano en la balconada de la Virgen Blanca, el ascenso a Primera División, haciendo balance de su aventura en Mendizorroza.

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Sin protagonismo en el Athletic, su llegada al Alavés para la segunda mitad de la temporada 2022-23 para jugar en Segunda relanzó su carrera. «Con esta cesión lo que buscaba era ser feliz. A veces sí me gustaría que me valorasen más por lo que hago en el campo. Soy Asier Villalibre el delantero, no el de la trompeta», afirmó entonces en El CORREO. Su doblete en el debut ante el Eibar y su gol en su segundo encuentro como babazorro frente al Zaragoza le situaron en la cima nada más pisar Mendizorroza. Un ídolo exprés.

«A veces sí me gustaría que me valorasen más por lo que hago en el campo. Soy Asier Villalibre el delantero, no el de la trompeta»

Asier Villalibre

Delantero del Alavés en 2023

«Mi etapa la describiría diciendo que es como si llevase diez años en el Alavés. Sintiendo cada minuto en el campo, disfrutando de cada momento. He ido mejorando y progresando mucho a nivel de sensaciones, de confianza, físicamente, futbolísticamente... He ido de menos a más y para mí lo que implican estos cinco meses es un avance muy grande», aseguró Villalibre. El flechazo fue instantaneo y mutuo.

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Se convirtió en un icono sin apenas millas de albiazul. Su carisma le transformó en uno de los favoritos de la afición en una campaña dura tras el descenso a Segunda y la imperiosa necesidad de volver a Primera. Sus goles y su entrega hicieron el resto. Anotó seis en veinte partidos claves para que el Alavés ascendiera.

Sin embargo, el destino le guardó un bache en su camino hacia la gloria. En la última jornada de la Liga regular, en Las Palmas, Vallés le frenó en un mano a mano que evitó que el equipo vitoriano ganara (0-0) y subiera de forma directa. Sus lágrimas tras el duelo no empañaron su rabia: «En la vida tienes muchos momentos de bajón en el fútbol. Ese día y el siguiente estuve jodido, era un momento duro para el equipo y para mí. Pero cuando empieza la semana siguiente ya estaba como nuevo».

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La gesta del Ciutat

El playoff fue otra historia. Cerró con su gol las semifinales frente al Eibar (2-0) y entró en el santoral albiazul en el Ciutat de Valencia con su tanto de penalti en el minuto 129 de la prórroga con el que se consumó el ascenso ante el Levante. No falló en el momento clave. «Cuando el árbitro fue al VAR, Luis (Rioja) vino a donde Toni (Moya) y donde mí y nos dijo que uno de los tres lo iba a tirar. Y seguido les dije que yo lo iba a meter. Se me quedaron mirando sin decir nada (ríe), fue una mirada de 'vale, perfecto'. Estaba convencido. Es verdad que es ponerte una carga grande en la espalda, pero estaba con mucha confianza», relató el atacante en El CORREO.

Secuencia del penalti que le dio el ascenso a Primera al Alavés.

«Estaba bastante más tranquilo, seguramente, que la gente que estaba viéndolo desde fuera. Yo tenía claro que iba a mirarle al portero y salió genial. Es un guion que si te pones a escribir lo más especial que podría pasar, lo que te puede hacer saltar, sería algo así», aseguró Villalibre, que hizo que la nación alavesista explotara de alegría al cruzar el balón ante Femenías. Luego llegaría la celebración en la Virgen Blanca, la trompeta, la euforia y un año de espera hasta volver a Mendizorroza.

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«Tenía que ser 'el barbas'. El tío que nos dio el ascenso ahora nos mete dos. A Villalibre le tenemos muchísimo cariño, es una alegría verle»

Luis García

Entrenador del Alavés en 2023

«Tenía que ser 'el barbas'. El tío que nos dio el ascenso ahora nos mete dos. Le tenemos muchísimo cariño, es una alegría verle», dijo resignado Luis García tras la eliminación copera en San Mamés. El entrenador del Alavés, con el que se reinvidicó, siempre le ha tenido en gran estima por su rendimiento en el césped y su peso en la caseta.

La figura del 'búfalo' contribuía al buen ambiente en el vestuario. Y también en la grada. «La afición le va a recibir como lo merece y lo que es, una persona que nos hizo muy felices», apuntó García. En septiembre, Villalibre saltó a Mendizorroza vestido de rojiblanco ante la ovación de la grada. Once meses después, lo hará de albiazul. Estaba escrito.

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