Sevilla 2-3 Alavés

El 1x1 del Sevilla-Alavés: Carlos Vicente derriba la puerta

Le tocó trabajar de inicio, cuando el Sevilla más apretó, y también el tramo final. Aunque no pudo hacer nada en los goles locales. El resto del tiempo fue un partido tranquilo para él, sin necesidad de grandes intervenciones y solvente en sus tareas.

Vio pronto la tarjeta, pero fue creciendo con el paso de los minutos hasta cuajar un partido notable. Solvente en las disputas aéreas, cortes y también con jerarquía para dar seguridad al equipo.

El desorden defensivo del Sevilla le dio margen para poder salir al ataque con cierta comodidad, sobre todo durante la segunda mitad del partido. Buena actuación en defensa, más cómodo cuando pudo contar con Duarte de escudero.

Tercera titularidad como central y, además de otro solvente partido en esa posición, marcó el primer gol. Estuvo atento para meter el pie y adelantarse a Ramos. Expeditivo en tareas defensivas y bien compenetrado con Marín.

No sufrió especialmente por su perfil, aunque el triple cambio sevillista sí que le hizo trabajar con mayor exigencia, como al resto de la defensa. Con espacios, pudo ayudar en la creación, sumarse al ataque e incorporarse con peligro al área rival.

Encontró el premio del gol con una pizca de fortuna, pero su partido fue mucho más allá. Una gran mano de Dmitrovic frustró su doblete. Muy solvente fuera del área para dar continuidad a las jugadas ofensivas del equipo

El arranque de partido hizo que le costara asentarse, pero cuando lo logró, volvió a resultar una pieza clave en el juego albiazul. Se gustó, con detalles técnicos y conducciones valiosas. Buen trabajo defensivo.

Peinó con acierto el balón del 0-1 y la ventaja en el marcador le permitió hacerse dueño de su parcela y convertirse en un incordio para el Sevilla. Su desgaste dio siempre buenas opciones ofensivas.

Empezó algo acelerado, pero se hizo pronto con su parcela a base de jerarquía y buenas recuperaciones defensivas. También se mostró aseado en la salida del balón. Arriesgó demasiado en el riguroso penalti del 2-2.

Fue el puntal ofensivo del equipo cuando más estaba sufriendo al inicio del encuentro y se le vio cómodo, con chispa y desborde. Pero le faltó algo de acierto y pausa para transformar, por ejemplo, una excelente jugada que pudo ser el 0-3.

Irrupción goleadora a balón parado.

Pocas oportunidades en el descuento.

Entró con el partido desordenado, pero le costó conectar con el juego.

Desubicado durante muchos minutos, pero clave en el gol de Duarte.