Mouriño, MVP albiazul del Alavés-Atlético. ¿Quién ha sido el mejor para ti? Vota aquí

Segundo partido seguido que deja su meta a cero el portero alicantino. Una misión que cumplió con su seguridad por alto y el paradón que realizó a Lenglet, que le remató a quemarropa. Sivera sacó una mano salvadora. Providencial.

El lateral argentino realizó otro encuentro de gran tesón y nivel físico. Menos exigido en la primera mitad por Gallagher, Lino le llevó al límite en la segunda parte. Y ahí, a pesar de la dificultad y la exigencia, Tenaglia salió airoso.

El argentino se ha ganado su puesto en el centro de la zaga. Contundente y sin contemplaciones, Garcés tiró de jerarquía para solventar todas las acciones. Además, se llevó un plantillazo de Julián Álvarez que el VAR transformó en amarilla.

El lateral izquierdo madrileño desahogó al equipo por su banda. Con Aleñá yéndose más al centro, Manu Sánchez ocupó todo el costado zurdo y fue un incordio para el rival. Sin embargo, sus centros al área no tuvieron remate.

Imperial el central uruguayo. Por aire y por tierra, el ex del Atlético de Madrid fue insuperable. Ni Sorloth, diez centímetros más alto, le pudo ganar a un Mouriño que con su velocidad corrigió todas las acciones. Nunca perdió el sitio y siempre estuvo en el lugar adecuado para frenar al rival. No para de crecer.

El medio cordobés añadió a su habitual capacidad para ordenar el juego y equilibrar al equipo una mayor soltura para llegar al campo rival. Blanco movió la pelota con criterio y superó líneas con sus carreras. No estará en Bilbao por sanción.

El capitán regresó a la titularidad un mes después y rindió a buen nivel. Guevara presionó arriba con acierto y realizó un enorme derroche físico, salvando un gol cantado. Correcto con el balón, su tarjeta le condicionó y tuvo que ser sustituido.

El mediapunta guipuzcoano siempre corre, roba y está en todas partes. Su presión es asfixiante. Sin embargo, no tuvo mordiente cuando pisó el área rival. Tuvo un cabezazo que se marchó fuera. Guridi fue sustituido cuando ya no podía más.

Lució su buen golpeo y ayudó a que el equipo estuviera más cómodo con la pelota

Tirado nuevamente a la banda izquierda, el mediapunta catalán rompió líneas con sus conducciones, aunque no llegó a tener claridad para dar el pase final. A pesar de que jugó de nuevo fuera de sitio, Aleñá no se dejó nada dentro tras volver de su lesión.

Otro partido de enorme esfuerzo defensivo del extremo aragonés. Aunque no estuvo tan fino en ataque ante un ‘hueso’ como Galán, Vicente lo intentó sin descanso. Después, siempre estuvo ayudando atrás a Tenaglia. Sin descanso.

El conquense trabajó como siempre y se fabricó varias ocasiones de la nada. Ambas fueron desbaratadas por Oblak con reflejos. La primera en un remate abajo y la segunda, tras desviar una volea sin ángulo. Un peligro constante.

Dotó de músculo a la medular y tuvo tranquilidad con el balón.

Sin incidencia en el juego.