Tenaglia, el 'expreso' incansable
El futbolista argentino es un fijo en el lateral derecho del equipo albiazul
Nahuel Tenaglia utilizó Twitter para presentarse ante su nueva familia. «¡Nuevo desafío! ¡Gracias Alavés por confiar en mí!». Aquello fue un 12 de enero de ... 2022. Tres años después, el lateral argentino sigue correspondiendo con sus actuaciones. Lo hace sobre el verde, donde se ha adueñado del lateral derecho. Y también de puertas para dentro como uno de los capitanes, el 'hermano mayor' del vestuario. Un jugador con peso y cada vez con más historia. Ante el Mallorca, el de Saladillo (provincia de Buenos Aires) rompió una marca doble: alcanzó los 100 partidos en Liga con el Alavés y se situó como el vigésimo noveno futbolista que más veces ha defendido la elástica del Glorioso con un total de 106, incluyendo los de Copa.
El '14' es un expreso en la banda. Un lateral de garra, físico e insistente a la hora de asomarse al área. Una garantía en las labores defensivas, con 73 balones recuperados en lo que va de temporada, lo que da una media de más de tres por partido, y 28 pases interceptados. Y un aliado cuando las tropas albiazules tocan la corneta. Con 15, es el quinto futbolista que más dispara a puerta. Pero también se asoma para asistir a otros compañeros, jugadas que él mismo se genera si hace falta al registrar ya once regates.
Ese ímpetu a la hora de sumarse al ataque recuerda sus orígenes como delantero. Ese futbolista que se forjó en el fútbol 'potrero', donde los jerseys hacen de portería, cualquier tipo de terreno sirven de campo y la noche es la que marca el final. Tenaglia empezó a despuntar en esos interminables partidos. Unas cualidades que perfeccionó en la Escuela de Fútbol del Vasco Olarticoechea, un referente futbolístico, explotó en el Club Atlético de Saladillo y le llevó a soñar en Boca Juniors. Aunque la ilusión se tornó en pesadilla. A los 16 años se planteó dejar el fútbol al quedarse sin equipo.
«Hace un año lloramos aquí y nos quedamos a pelearla algunos. Ojalá pueda seguir en el Alavés», confesó tras el ascenso
Fue su padre el que le hizo cambiar de opinión. Le animó a seguir, a no bajar los brazos. Un carácter luchador que heredó y trasladó al campo. Su caso es un ejemplo de que a veces las cosas pasan por algo. El Atlanta tenía una plaza vacante como lateral derecho. Tenaglia probó y brilló. Tanto que un año más tarde fichó por Talleres de Córdoba, para después desembarcar en Vitoria.
El «duro» año en Segunda
Lo hizo en calidad de cedido. 18 meses para demostrar en el Alavés su potencial. Y en los que tuvo que sobreponerse al duro revés del descenso. En Segunda fue uno de los que remó para devolver el barco albiazul a buen puerto. «Hace un año nos tocó llorar aquí. Nos quedamos a pelearla con algunos compañeros, fue muy duro. Pero hoy el fútbol nos volvió a dar la mano», apuntó en una entrevista con ELCORREO sobre el césped del Ciutat de Valencia, tras el agónico penalti de Villalibre. «Ojalá que me pueda quedar».
Porque hizo del Alavés su equipo y de Vitoria su casa. Pero la expiración del contrato obligó a los dos equipos a negociar. Las conversaciones fueron duras. Dos meses de tiras y aflojas. Pero con final feliz. Tenaglia firmó como albiazul hasta 2027. El tiempo suficiente para seguir explotando su fútbol. Y también enamorándose de la capital alavesa. «Tengo una predilección a irme al campo», confesó en sus inicios en Argentina. La 'green capital' le brinda ese placer. Una ciudad en la que está plenamente integrado y en la que disfruta de la Bajada de Celedón o el día de San Prudencio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión