Juan Diego Molina 'Stoichkov' | Atacante del Alavés
«De pequeño me borré del fútbol; corría para todos lados y no sabía colocarme bien en el campo»«Con muchísimas ganas» y un largo camino detrás, el nuevo fichaje albiazul confía en demostrar su facilidad para marcar en su debut en Primera
Hace 10 años por estas fechas, el tipo que hoy pasea por la concentración albiazul en Benidorm iluminado por el tinte platino del pelo, era ... un chaval descarado que militaba en Tercera División. «Cuando me vuelvo del Espanyol, a mí me decían: 'Este ya no va a llegar a ningún lado'. Yo decía: 'Imposible, yo voy a llegar'. Lo tenía súper claro», narra Juan Diego Molina 'Stoichkov' (San Roque, Cádiz; 1993). En esta década ha aprendido que lo que importa en el fútbol son los cifras. Ha pasado de querer dar siempre el último pase a firmar tocar el balón solo dos veces si es para marcar un gol. «Con lo que me ha costado llegar...», recalca a sus 30 años con un muy marcado apego a su localidad natal.
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– ¿Cuál fue su reacción al ver el anuncio de su fichaje por el Ayuntamiento de San Roque?
– Lo leí y le pregunté al alcalde. Le dije: 'La que habéis liado' y él me dijo que él no tenía nada que ver. Habían sido desde Deportes, habían leído una noticia de Vitoria y ya lo pusieron ellos, lo daban por hecho. Tengo buena relación con el alcalde, siempre me felicita por los éxitos.
– ¿Son un pueblo muy familiar?
– Sí, nos conocemos la mayoría y he estado allí gran parte de mi vida. Mi padre ha nacido en Cádiz, pero se fue a Barcelona y montó el bar donde conoció a Stoichkov. Allí se enamoró de mi madre y se vinieron para abajo. Tengo cinco hermanas y soy el único niño y el más chico. O sea, el más 'mimao' de la casa. Mi padre es muy, muy futbolero, le gustaba mucho el Barcelona y siempre teníamos ese pique porque yo era del Madrid cuando era chico y nos metíamos mucha caña.
– Enseguida le llevaría a jugar al fútbol.
– Sí, pero tiene miga la cosa. Me apuntaron de pequeño pero como corría para todos lados y no sabía dónde colocarme en el campo, les dije que me borraran. Solo jugaba en mi barrio con mis amigos, lo típico en la plazoleta y tal. Ya luego entré en el instituto y el primer día, nada más salir de clase, fui para el campo de fútbol. El encargado me dijo que hasta las seis no entrenaban y allí me quedé jugando hasta que empezara.El entrenador me dijo que no había fichas libres, pero que, si quería, podía ir a entrenar un día. Cuando me vieron entrenar, ya me dijeron, te hacemos todo. Pero empecé muy tarde.
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– ¿Cómo le ficha el Espanyol en juveniles?
– Cuando jugaba en el equipo de mi pueblo me llegó una oferta del Goyu-Ryu de Ceuta, que jugaba en División de Honor juvenil. Estuve medio año, me vieron jugar en Córdoba y me ficharon.
– ¿Ilusionante irse a Barcelona, donde se conocieron sus padres?
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– Sí, pero a la vez muy duro. Como era menor fui a la residencia y me costó mucho porque era la primera vez que estaba fuera de mi casa. Siempre he sido muy, muy familiar con mis hermanas y de un día para otro me voy para allá y la verdad que lo pasé muy mal. En Ceuta cogía el barco desde Algeciras e iba y venía en el mismo día. Y algunas veces entrenábamos en Algeciras. De repente, estaba en la otra punta. No lo llevé nada bien.
«No era buscado, pero ser padre con 19 años es de las cosas más bonitas que me han pasado»
– ¿Qué pasó después?
– Al año siguiente cambiaron todos los directivos y los jugadores que habían firmado los anteriores no contábamos. Me fui cedido al Cacereño, más cerca de casa pero casi no jugué. Iba a volver al Espanyol, pero rescindí el contrato como me aconsejó mi agente y me fui a mi pueblo. También porque no estaba cómodo tan lejos de casa. Fueron muchas cosas. Allí en el Espanyol coincidí con Rubén Duarte. Ahora que vengo yo se va. ¡Me cago en la mar! (risas).
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– Y al poco tiempo, le vuelve a cambiar la vida.¿Cómo es ser padre a los 19 años?
– Y sin un sueldo muy alto... Tampoco quería tener un niño tan pronto, pero vino. No era buscado, pero fue una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Me ayudó mucho porque al ser tan joven estás pensando en otras cosas, tus amigos te llaman para salir y tal y yo entendí rápido la responsabilidad que tenía. Siempre preferí quedarme con mi niño.Mi familia me ayudaba con él y a mí me daba mucho miedo irme fuera. Tuve una oferta de Murcia y alguna otra buenísima, pero me fui al Linense que estaba a diez minutos en coche. Yo creo que en ese sentido maduré muchísimo.
– ¿Cómo explica que le resultara más sencillo marcar goles en Segunda que en Segunda B y Tercera?
– Siempre intento adaptarme a la categoría. El primer año que jugué en Segunda no tuve muchos minutos, pero los ratos que jugaba lo hacía bien. Ya sé cómo funciona esto un poco. Vienes de una categoría inferior pues te cuesta más entrar, tienes que demostrar el doble. Al final en Segunda ahí están los datos. Con las ganas que tengo, porque me ha costado mucho llegar hasta aquí, voy a trabajar como loco. Ya lo he demostrado en Segunda B, en Tercera y en Segunda. Tengo esa cualidad de enchufar la oportunidad tenga. Ahora lo voy a demostrar en Primera.
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Guti como referencia
– ¿Cuál es la clave para ser mediapunta, la demarcación más vigilante y con menos espacios?
– Girarse rápido. También saber cuándo llegar al área. Hay otros que a lo mejor tienen más trabajo pero no llegan. Si juego ahí, a mí me gusta llegar prácticamente siempre. Admiraba mucho a Guti porque era más de dar el último pase que de marcar. Yo era el diez, que cogía el último pase y de vez en cuando marcaba como Özil en el Madrid, que también me gustaba mucho. Este año en el Eibar con Bautista me pasó la del taconazo de Guti. Que tenía para tirar y le di el taconazo a atrás porque me gusta, aunque ya sé que lo importante son los datos. Puedes jugar muy bien, correr y tal, pero al final a un delantero o media punta lo que se le piden son goles y asistencias. A mí me gustaría también participar más en los partidos, pero si aparezco dos veces y una es un gol o una asistencia, lo firmo ahora mismo.
– ¿Cómo ha sido anímicamente quedarse sin ascenso estos tres años con el Eibar?
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– Lo primero me acuerdo el partido de Alcorcón. Eso fue un palo. Al final también hay que valorar estar tres años quedándote a un punto.Que sí, que no se ha logrado, pero algo se ha disfrutado y estar tres años arriba en Segunda es muy difícil.
– ¿Le duelen las derrotas o enseguida cambia el chip?
– Estoy cambiando un poco, pero antes es verdad que lo pasaba muy mal. Es más, mi mujer te puede decir, una vez hasta la dejé allí. Me fui para la casa y luego dije, ¿para qué hago esto? Salí del campo y me llamó: '¿Dónde estás?' Y le digo: 'Me he venido para casa ya. Vente con quien sea'. Fatal. Ahora lo estoy llevando un poquito mejor. Llego a la casa, veo a mis niños y pienso que eso para mí es lo más importante.
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«Lo primero es salvarse pero... se está fichando muy bien y el vestuario está ilusionado»
– ¿Hasta ahora no había surgido una buena opción de llegar a Primera?
– Casi todos los veranos tenía oferta de Primera. Pero el Eibar pedía la cláusula y era difícil que por un jugador de 28 ó 29 años pagaran un traspaso grande. También coincidía que estaba a gusto jugando en Eibar y viviendo en Bilbao y quería subir con ellos. Este verano iba a quedar libre, pero renové en diciembre porque es un club en el que he estado espectacular. Si salía, era para dejar dinero en el club porque conmigo se han portado muy bien, me han demostrado muchísimas cosas y qué menos que dejar algo.
– ¿Cómo le han recibido en el vestuario?
– Muy bien. De categoría todos. A Rioja lo conocía porque compartimos agente. Con Sedlar coincidí en Mallorca en la pretemporada y con Luka (Romero) también. Así que todo fácil.
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– Con Luis García también coincidió. ¿No le quiso en el Mallorca?
– Fue cuestión de que, cuando él llegó, yo no quería seguir con las condiciones de mi primer contrato. Luis me dijo que si me quedaba contaba conmigo, pero se ha vendido todo lo contrario. Como que Luis no me quería y no era así. Yo venía de una cesión en el Alcorcón donde demostré que podía aspirar a más. Tenía buenas ofertas pero no me dejaron salir y me volvieron a ceder.
– ¿Qué le ha dicho ahora el entrenador?
– Él se basa mucho en el trabajo y en la presión. Ya lo conocía de antes, sé que la táctica la trabaja muchísimo y le gusta que la gente luche mucho. El resto me lo guardo para mí y sé lo que tengo que dar para poder jugar.
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– ¿Con qué tipo de delantero congenia?
– Me gusta como Kike, que te la aguanta bien de espaldas y puedes jugar tú de cara. Creo que estaría más cómodo con un delantero así. El 'Búfalo' también te la aguanta bien y corre bien al espacio, quizás es más completo y me viene también bien.
– A falta de un fichaje más, hay mucho talento arriba pero la mayoría joven. ¿Mayor responsabilidad para usted a sus 30 años?
– No, porque nunca me ha perjudicado sentir presión. Me acoplo bien a ella y no me asusta pese a llegar ahora al primer nivel.
– ¿A qué aspira el Alavés este curso?
– Lo primero es la salvación y una vez conseguido... Otros te dirían que el primer partido, pero yo no. Pienso en grande y me ilusiona que Conechny hable de Europa. Se está fichando muy bien, con jugadores jóvenes y otros con experiencia. El vestuario está ilusionado, estamos disfrutando y esperamos que dure todo el año.
«Veo los carnavales por YouTube y tengo tatuadas varias frases»
– ¿Que hubeira sido de no haber sido futbolista?
– Nunca lo he pensado. No tengo ni idea. Cuando me vengo del Espanyol, a mí me decían, este ya no va a llegar a ningún lado y yo decía, imposible, yo voy a llegar. Yo lo tenía súper claro. Yo veía a mis compañeros que con esa edad se iban de fiesta y yo les decía: 'Sé que voy a comer de esto'. Me ha costado muchísimo. Y sobre todo a Primera, porque en Segunda han sido muchos años buenos pero me ha costado avanzar.
– ¿Qué es lo más loco que ha hecho por el fútbol?
– Cuando jugaba en el Linense, yo estaba en pretemporada, entrené por la mañana, entrené por la tarde y por la noche me fui a jugar un torneo de fútbol sala. Me llamaron mis amigos y me apunté a un 24 horas. Se enteró el club y me multó. Para mí es lo más loco. Me encanta el fútbol sala y yo también venía de Tercera, no era profesional. Y luego al día siguiente me fui a entrenar otra vez. En ese momento era joven y podía con todo.
– ¿Cuánto dinero se ha gastado en tatuajes?
– A saber. Lo que más tengo son frases del carnaval. Cada vez que puedo lo veo. Tengo muchos amigos que cantan en el carnaval y me encanta. Siempre me coincide con La Liga y no puedo ir al teatro, pero siempre por Youtube o así lo seguimos. De pequeño mis hermanas me llevaban a un teatro de allí de San Roque. También venían algunos invitados de Cádiz y mi hermana fue la que me dijo ven y ya desde ahí lo sigo.El flamenco y el carnaval es lo que más me gusta fuera del deporte. Aunque también escucho pelea de gallos, mucho rap... de todo. El estereotipo andaluz.
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