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Vitoria ha brindado un último homenaje a Luis García, quien ha confesado a este periódico estar «muy agradecido» por todo el cariño recibido. Un acto «sencillo e improvisado», pero que ha emocionado al ya exentrenador del Alavés. Después de que el martes varios aficionados se citasen en los exteriores de Mendizorroza para arroparle en su despedida, este jueves el escenario ha sido el restaurante La Bodeguilla Lanciego, en el barrio de Judimendi. Además de mensajes de ánimo y afecto, también le han bailado un aurresku y varios vecinos han salido a los balcones con las banderas del Alavés. La atmósfera ha sido mágica.
Todo ha surgido a las 11.05 horas. García Plaza ha llamado a este establecimiento para reservar una mesa en la que comer junto a su mujer. «Estábamos al completo, pero hemos habilitado una para ellos. Solían venir en varias ocasiones y la relación era muy buena. Mañana -por el viernes- se van y queríamos poder despedirnos», han comentado José María Ocio y María Victoria Martínez de la Puente, dueños del restaurante. Eso ha sido solo el principio de todo.
Tras confirmar su asistencia, han llamado a un txistulari y un dantzari para «agradecer todo lo que ha hecho por la ciudad y el equipo. Se ha ganado todo el afecto que está recibiendo. Es un hombre sencillo y muy buena persona», añaden. Alrededor de las 14.00 horas García Plaza ha llegado al establecimiento y, ajeno a todo lo que se había organizado, se ha «emocionado» al ver que le habían preparado un homenaje. Txapela en mano, Luis García ha seguido el aurresku que le ha brindado Josu Sánchez.
«La gente que estaba en la zona y en las terrazas se ha acercado a Luis para darle ánimos y las gracias. Se ha llegado a emocionar». Un revuelo que ha llamado la atención de los vecinos. «Ha empezado a asomarse gente desde los balcones. Al ver que era Luis García, han sacado las banderas del Alavés que tenían. Se ha vivido un momento muy emotivo», comentan Ocio y Martínez de la Puente, quienes apenados despiden a «más que un amigo». A la salida del restaurante, García Plaza ha confesado estar «muy agradecido» por todo el cariño recibido.
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