Alavés 1 - Almería 0

Sedlar, la cara y la cruz del fútbol en once minutos

Los gritos, propios esta vez, fueron de dolor pocos minutos después, al filo del descuento. El central serbio, sobresaliente otra vez más allá del gol, sufre un mal gesto en el apoyo tras un duelo aéreo. Le falla la rodilla. Se desploma en el suelo e inmediatamente se lleva las manos a la cara. Sabe que se ha quebrado –en Mallorca ya se rompió el menisco de la misma rodilla izquierda– .

También sus compañeros. Abde y Sivera llaman a la camilla inmediatamente, sin ni siquiera esperar a que llegue la atención médica. Ander Guevara, el elegido para ser relevado por Rafa Marín para dar mayor empaque defensivo al equipo en los últimos minutos, le grita a Luis García que frene el cambio pese a que el cartelón con el dorsal 6 ya brillaba en la banda.

En ese momento todos saben que la lesión de Sedlar es grave. El serbio se retira en camilla entre aplausos con la cara tapada por sus propias manos. El diagnóstico definitivo no se sabrá hasta el lunes –será sometido a pruebas tras el primer examen realizado este domingo en Mendizorroza–, pero hay gestos más elocuentes que cualquier exploración. El semblante de Luis García no deja lugar a la duda. Y sus palabras post-partido lo confirman. «Pinta muy mal», reconoce. Pinta a lesión grave de rodilla que puede apartar al balcánico de los terrenos de juego durante muchos meses.

Ni siquiera una victoria clave roba un amago de sonrisa al técnico madrileño. Acaba de perder a uno de sus soldados más eficientes. «Ahora mismo es el jugador que nos da equilibrio en defensa». Está a un nivel altísimo desde que la lesión de Maras el pasado mes de enero le dio las llaves de la titularidad en el Alavés del ascenso. «El mejor momento de su carrera», asegura el entrenador, que ya le tuvo a sus órdenes en el Mallorca. La fiabilidad personificada, el arte de brillar en el trabajo más oscuro. El central que está siempre en su sitio y falla poco o nada. «El mejor de la defensa», insiste Luis García.

«No es que Rafa (Marín) o Abqar lo estén haciendo mal. Tenemos plena confianza en ellos. Pero son muy jóvenes y tener a su lado a un tipo tan tranquilo y frío como un témpano les da una tranquilidad tremenda». Ese es Sedlar. El guardián. Un líder silencioso. «Si se confirma –una lesión de larga duración– será una baja muy dura», destaca el entrenador albiazul. En su cabeza tiene que Maras, que el miércoles volvió a jugar en Copa nueve meses después de sufrir también una lesión grave, aún no tiene ritmo competitivo para rendir con garantías en Primera.

Abqar puede perderse varios partidos en enero si, como parece, es citado por Marruecos para la Copa de África. Está la alternativa de reubicar a Duarte o Tenaglia en el eje de la zaga, ya se ha hecho otras veces, pero no dejan de ser parches. «A ver cómo podemos actuar como club», dijo el técnico, consciente de que, de confirmarse lo que parece inevitable, será necesario reforzarse en esa demarcación.