Cedidos albiazules

Samu y Rafa Marín, del Alavés al escaparate europeo

El central llegó a préstamo desde el Real Madrid y el delantero aterrizó, también como cedido, desde su rival ciudadano colchonero. Una vez culminado ese curso de aprendizaje, ambos estaban llamados a volver a sus clubes y pelear por un sitio en las primeras plantillas respectivas. Pero los caminos que recorrerán este verano serán muy diferentes. Porque si Samu sí que realizará la pretemporada para convencer a Simeone, Rafa Marín está a punto de marcharse traspasado a un histórico como el Nápoles. El club italiano y el Real Madrid ultiman la venta del defensor andaluz por una cifra cercana a los 15 millones de euros. También preguntaron por él el Milan y el Bayer Leverkusen.

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Marín era candidato a quedarse en el Bernabéu. Sobre todo, si Nacho optaba por abandonar el club este verano y se dejaba vacante una plaza en el centro de la defensa a la sombra de Militao, Rudiger y Alaba. La continuidad del canterano madrileño no es segura, pero si se va, no será Marín el que ocupe su puesto. El año que ha cuajado en el Deportivo Alavés le ha abierto de par en par las puertas de la jerarquía europea. Pero ha sido el conjunto napolitano el que más fuerte ha pujado por sus servicios. Ahora está llamado a ser una pieza clave en la reconstrucción del Nápoles, un equipo que ha pasado en un año de ganar la liga a quedarse fuera de Europa.

Con 22 años recién cumplidos, Marín ha cuajado un curso notable en el centro de la defensa albiazul. Ha disputado 33 encuentros de liga con una marcada tendencia ascendente. Tras alternar titularidades y suplencias, ante el Celta en la séptima jornada vivió un punto de inflexión. Entonces un grave error suyo acabó en un gol en propia puerta, pero no se hundió. «Lo que más me gustó y con lo que me quedo es con cómo me rehíce», reconoció en EL CORREO unas semanas después. La lesión de Sedlar le consolidó en el once. De él apenas se ha caído.

Una millonada

Samu Omorodion ya vivió su particular explosión hace casi un año. En cuestión de días pasó de ser un desconocido a marcar en su debut en Primera con el Granada, fichar por el Atlético y acabar cedido en el Alavés. Los focos llevan desde entonces apuntándole. Ha acabado el curso con nueve goles –ocho como albiazul– y a sus 20 años es uno de los jóvenes más prometedores. Aunque aún le queda mucho camino por recorrer, los grandes de Europa no le quitan el ojo de encima. Tanto, que alguno ya ha mostrado su interés en ficharlo este verano.

El Atlético no cierra del todo la puerta a venderlo, pero se agarra a la elevada cláusula de más de 80 millones que le puso tras ficharle por seis. El Chelsea ofreció hace unos días cerca de 50 y también el Nápoles, el Milan y el West Ham se interesaron en su situación. El delantero cambió de agente hace unos días –ahora es «una persona de confianza de mi familia», explicó– y peleará por hacerse con un hueco en los planes de Simeone. El técnico también quiere probarlo en la pretemporada. Aunque tanto él como Marín están en las quinielas de los Juegos Olímpicos, el enésimo reto de una carrera disparada tras su paso por Mendizorroza.