Denis Suárez lidera la revolución triunfal del Chacho en San Mamés

De un plumazo, Coudet modificó la vanguardia babazorra retirando a Carlos Vicente –extremo derecho– Guridi –mediapunta– y Mariano –delantero centro–. El aragonés, goleador ante el Atlético y principal elemento ofensivo en este arranque liguero, apenas pudo desplegarse en el primer acto, vaciándose en defensa. Lo mismo que el mediapunta guipuzcoano y un '9' que en su primera titularidad con el Alavés estuvo solo arriba y condicionado en la presión por la amarilla que vio.

Un escenario en el que el técnico argentino apostó por cambiar el dibujo, colocando dos delanteros centros –Boyé y Toni Martínez– y cuatro medios puros –Pablo Ibáñez, Denis Suárez, Blanco y Aleñá–, prescindiendo así de los extremos, con el navarro en la derecha y el catalán en la izquierda. Una fórmula en la que el punta argentino, que debutó como albiazul, fue el faro ofensivo, aguantando el balón, estirando al equipo y presionando, permitiendo al murciano moverse y aprovechar sus espacios.

Una revolución, pasando del 1-4-2-3-1 al 1-4-4-2, que lideró un Denis Suárez superlativo. «Los cambios han sido ofensivos para ir a por el partido. Considerábamos que podíamos ganar. El Chacho nos ha dicho que no estábamos siendo fieles a nuestra idea, que era tener más el balón», explicó el gallego, al que Coudet le dio la batuta para que manejara el encuentro en la segunda parte, juntándose con Aleñá, Blanco y Pablo Ibáñez. Una sociedad de futbolistas de «buen pie» en la que brilló el ex del Villarreal.

El medio gallego movió los hilos de un Alavés que jugó al son que marcaron sus pases. Suárez, escoltado por Blanco, era el epicentro de las combinaciones babazorras, que fluían por las botas de un centrocampista que coronó su partidazo con el gol de la victoria. Un tanto en el que Berenguer contribuyó de manera decisiva, desviando con su bota el centro de Suárez, que superó a Unai Simón de vaselina. «El gol ha sido suerte. Lo he celebrado y cuando mi hijo nazca le enseñaré el vídeo del festejo y no la diana», bromeó el gallego.

Con el 0-1 y ante las acometidas del Athletic, Coudet le dio una vuelta de tuerca más a su dibujo. Retiró a Aleñá en el minuto 75 para dar entrada a Pacheco, que se estrenó con el Alavés. El defensa navarro se convirtió en el tercer central de una zaga en la Garcés y Tenaglia cerraron todos los caminos al gol a los atacantes rojiblancos. El entrenador argentino le dio otro matiz a su esquema, con una defensa de tres torres y dos carrileros, para lograr la primera portería a cero de la temporada y un triunfo de prestigio en San Mamés.

«A veces, con los cambios, se lanza un mensaje. Y el mensaje en la previa era venir aquí a ganar. Hacía muchos años que no lo lográbamos», declaró un entrenador argentino que pidió «ser protagonistas» durante la semana y cuyo equipo lo logró en una segunda mitad en la que el Alavés tocó como a él le gusta.

Encontró la receta para cocinar un triunfo que había logrado en dos ocasiones con el Celta en Bilbao (2020 y 2022). En ambas por 0-2 y con Denis Suárez al mando de las operaciones. «He venido en cuatro ocasiones y he ganado en tres», reflexionó el Chacho. «El Alavés llevaba 20 años sin vencer aquí y había que cambiar la estadística de una vez», sentenció el gallego. Una sociedad ilimitada.