Así ha sido el cálido regreso de Kike García a Mendizorroza: «¡Bienvenido a casa, Kikegol!»
Mendizorroza recibe con cariño al conquense, que fue coreado cuando se tuvo que ir lesionado pasada la hora
Kike García vivió un emotivo y cálido regreso a Mendizorroza. «Es, exactamente, la cara que esperábamos que pusiese al vernos. ¡Bienvenido a casa, Kikegol!», fue ... el mensaje de bienvenida del conjunto albiazul a su exdelantero. Después de dejar huella en el Paseo de Cervantes en sus dos temporadas con los vitorianos, en las que jugó 71 partidos y anotó 18 goles, el atacante conquense volvió a Vitoria para medirse al Alavés con un Espanyol en el que fue titular.
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«Es una inquietud para cualquier equipo que lo enfrenta. Lo conocemos bien», apuntó minutos antes del partido un Coudet que en la previa había elogiado al atacante, mostrando la estima que le guarda el vestuario y la grada: «Le queremos mucho y la gente así se lo va a hacer sentir. Va a recibir mucho cariño y es muy merecido. Es un tipazo».
«Sois la mejor afición del mundo. Me habéis hecho sentirme como si llevase aquí toda la vida», afirmó García cuando en junio se marchó del Alavés con «mucha pena pero con el orgullo del deber cumplido». Este domingo, uno de los grandes artífices de la última salvación babazorra con su esfuerzo y sus 13 goles se reencontró con un club en el que brilló durante dos campañas vividas con enorme intensidad.
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En el saludo de los dos equipos, Kike, con el '19' a la espalda, se abrazó con Blanco, Toni Martínez, Aleñá y sus excompañeros del curso pasado. Tenaglia le hizo una reverencia antes de 'chocar' sus manos y, posteriormente, se quedó mirando al fondo de Polideportivo que tantas veces cantó sus goles.
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Pasada la hora, García tuvo que marcharse lesionado tras un choque con el argentino. Se fue cojeando y ayudado por un médico del Espanyol, pero recibiendo el aplauso de todo Mendizorroza mientras recorría el campo por el lateral. «Kikegol, Kikegol», coreó la grada. La megafonía también le nombró con potencia. Y el conquense se despidió con honores, saludando a la que fue su afición hasta hace cinco meses.
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