El Alavés y las paradojas de una victoria

¡Ah¡ Y el arbitraje. Esa parte del fútbol donde cada uno cuenta la feria según le va. Sólo escuchar la rueda de prensa del entrenador del Tenerife, Luis Miguel Ramis, confirma esta circunstancia. En ese asunto tan polémico, para hablar con objetividad, rigor y contundencia lo mejor es hacer cuentas al final de la temporada. Primero, porque los fallos y aciertos suelen estar bastante repartidos; y segundo, no vaya a ser que los que más lloraban y se sentían maltratados y víctimas de un complot resulta que en el balance final salen beneficiados.

Conclusiones de una derrota. De éxito, aunque parezca un contrasentido, podemos calificar la derrota de las Gloriosas en su partido en Mendizorroza contra el Atlético de Madrid. Éxito porque, aunque se perdió, el juego mostrado fue muy bueno y esperanzador de cara a las próximas jornadas, contra muchos rivales que no tienen tanto potencial como el equipo Colchonero. Y, sobre todo, de éxito se puede considerar el hecho de haber jugado en Mendizorroza ante casi 7.000 aficionados.

Éxito porque esto da mucha visibilidad al fútbol femenino. Y aunque también hay que decir que en esto a veces hay mucho postureo, pero con postureo y todo, bienvenido sea. Porque hay muchas niñas que si de vez en cuando pudieran ver de cerca jugar a estas chicas seguro que se animarían a practicar el futbol mucho más. Pero para que eso ocurra sería un éxito si este mensaje cala en el propio club y se ponen los medios, las condiciones y las instalaciones adecuadas a la categoría del equipo y, por supuesto, a la de la institución.

No es de recibo lo que ocurre en esas humildes instalaciones de Ibaia, tanto con este equipo, como con el filial o el resto de los equipos de su estructura. Entre otras cosas, porque el aforo está tan limitado que, como quien dice, juegan sin afición. Y no es un problema legal, urbanístico ni de seguridad, es un problema de voluntad, de interés por parte de club. Por cierto, esta semana ha salido la noticia de que, por fin el Ayuntamiento de Vitoria da luz verde al proyecto de Ibaia. Creo que en estos asuntos se juntan el hambre con las ganas de comer. La exasperante burocracia de este Ayuntamiento y a la vez desconfianza por parte del consistorio hacia un club que no trasmite ninguna empatía ciudadana pretendiendo todo a bajo costo.

Algo parecido al precedente fracaso ocurrido con las instalaciones de Betoño. Gran error municipal y del club. Total, el cuento de nunca acabar.