Un quiero y no puedo

Nuevo traspié del Alavés en el partido pendiente contra el Villarreal para terminar el año peligrosamente en puestos de descenso. Hasta acabó goleado recibiendo cinco ... goles en un campo complicado y ante un equipo muy superior que empieza a reaccionar para acercarse a Europa. Y hasta hubo espejismo, cuando tras la reanudación, el conjunto alavesista consiguió empatar el partido e igual su inocente atrevimiento hizo despertar a la fiera rival al contragolpe. Porque todo empezó como en Vallecas con dos tantos pronto en contra y menos mal que justo antes del descanso, el albiazul Pere Pons acortó distancias tras una dejada de Joselu. De hecho, la reanudación empezó con un Alavés presionando arriba con el premio y regalo amarillo para que Joselu igualara a puerta vacía. Porque para empezar, nueva vuelta de tuerca al banquillo con la vuelta del central titular Lejeune y sumando las novedades de Javi López en el lateral izquierdo, un Pina que acabó nuevamente tocado en la medular y Sylla de segundo punta. En busca de un fútbol más directo, el goleador catalán que empezó escorado a la derecha y desde la segunda línea, fue de los más entonados. Pero el desequilibrio del conjunto por las bandas, hizo que el Villarreal explotara toda su excelsa calidad, tanto al principio como al final. Los locales Gerard Moreno y Dia marcaron por partida doble y el joven y gran promesa Pino también anotó. Su entrada al campo junto al exalbiazul Pedraza fueron los cambios más acertados del técnico Emery. Porque la opción de destituir a su homólogo Calleja no parece la solución a los males de una plantilla que pese a los cambios de cromos, sólo ha soltado algunos chispazos a cuenta gotas. De hecho, los números no mienten y los tres últimos equipos de la categoría, son los más goleados y los que tienen peor coeficiente de goles, lo que se traduce en defensas blandas y ataques limitados, como el del Alavés a Joselu. Y a falta de comenzar un nuevo año que deseamos renovador y recibiendo a la Real para cerrar la primera vuelta, los dieciochos partidos jugados lo dicen todo. Una montaña rusa con tres puntos en los primeros ocho partidos, reacción con once de quince y nueva caída con uno de los otros últimos quince.