Primer 'match ball'
El Alavés salvó anoche su primera bola de partido y si no gana hoy el Cádiz en el difícil campo de Anoeta, dispondrá de otra ... más fuera frente al Levante antes de cerrar la Liga en casa contra el Cádiz. El objetivo es llegar a esa tercera en Vitoria ante un adversario que se encierra bien a domicilio para acabar una temporada cuanto menos sufrida otra vez.
Por lo menos ayer, el conjunto alavesista puso toda la carne en el asador y a base de intensidad superó lo justo a un Espanyol que nada se jugaba en la contienda. Entre la vuelta y baja de los sancionados, las novedades más notorias fueron Miguel de la Fuente de segundo delantero y Jason, de extremo derecho. El primero abrió pronto y por primera vez el marcador y el segundo cuajó un partido notable con desborde, ambos en las demarcaciones más discutidas de la plantilla esta campaña.
Encima, un rival blando en defensa pero no exento de calidad arriba que aprovechó un penalti para que Raúl de Tomás nivelara el enfrentamiento. Y menos mal que tras la reanudación, el plantel catalán se quedó en inferioridad numérica por una temprana expulsión de Herrera. Lo que allanó el camino local y así Escalante consiguió el gol de la victoria tras jugada a balón parado.
El argentino puede ser el mejor refuerzo de invierno que yo recuerde por estos lares y un centrocampista con llegada es un lujo para este Alavés tan escaso de acompañantes para Joselu. El caso es que el contrario intentó refrescar a sus hombres y sólo inquietó al final a un Alavés que tampoco sentenció antes el duelo.
Otro dato positivo fue sumar sobre el campo un nuevo futbolista del filial como el delantero Marc Tena. Y lo más increíble es cómo puede cambiar tanto el rendimiento de un bloque al cobijo de su afición, como si todavía no hubiera asumido la mayoría de edad para competir fuera. Tanta irregularidad nos acechará en Valencia y menos mal que no habrá más salidas por esta temporada.
También puede depender de si el Levante, de nuevo colista, puntúa esta tarde en el Santiago Bernabéu para quemar también sus últimos cartuchos en una final a vida o muerte. Puede ser el valenciano el contrario de más calidad individual que en los últimos años acabe en el infierno de Segunda División. Está claro que cuando ya se le ven las orejas al lobo, suele ser tarde para reaccionar pero las carambolas en el deporte hay que seguir buscándolas hasta el último suspiro. A veces se producen.
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