Hacia una pretemporada diferente

Hace un año, tal día como hoy, el Deportivo Alavés se enfrentaba en Laguardia al Racing en el quinto partido de pretemporada, una vez superada ya la concentración en Los Ángeles de San Rafael (Segovia). Ahora no tiene entrenador, no ha acometido ningún refuerzo y el único movimiento oficial tras el cierre del campeonato ha sido el traspaso de Ermedin Demirovic al Friburgo. Todo es diferente en el fútbol actual, condicionado por la inestable situación sanitaria. También la pretemporada.

Incierta hasta en las fechas y la duración, ya que los clubes tienen muchas dudas de que el próximo campeonato pueda empezar el 12 de septiembre, como es el deseo de Javier Tebas. Parece poco probable cuando aún hay equipos de la Liga inmersos en competiciones europeas –Real Madrid, Barcelona y Atlético en Champions (acaba el 23 de agosto) y Sevilla y Getafe (el 21)– y, sobre todo, cuando todavía se desconoce el nombre del vigésimo inquilino de la categoría, puesto que el play off de ascenso se encuentra en paréntesis después de la polémica desatada en la última jornada de Segunda con el Deportivo-Fuenlabrada.

Zaragoza, Almería y Girona esperan para disputar una fase de ascenso sin fecha. También el Elche, que ni siquiera sabe si la jugará. Y sigue pendiente el Fuenlabrada. Un embrollo que enreda más el lío actual del fútbol. Sea como fuere, los equipos miran a la preparación estival. Y el Alavés trabaja en un escenario que ha fijado la fecha de regreso en el lunes que viene. Dos días para hacer los pertinentes reconocimientos médicos y, en principio, vuelta a los entrenamientos el miércoles 12 de agosto.

Con cierta incertidumbre sobre la presencia del entrenador, que se espera que sea Pablo Machín, y más de treinta jugadores en nómina. El club, a expensas de resolver alguna situación particular esta semana, espera a todos, aunque algunos cedidos como Sivera (Almería) y Burgui (Zaragoza) siguen en faena. En ambos casos hay una opción de compra obligatoria en caso de ascenso –unos 5 millones por el portero y 1,2 por el extremo (solo la mitad para el Alavés)–, pero, pase lo que pase, ambos regresarán más tarde.

Y el mercado acaba en otoño, el 5 de octubre. Todo es atípico a la hora de diseñar la pretemporada. Que no tendrá concentraciones fuera de Vitoria –el conjunto albiazul ha ido a Los Ángeles de San Rafael los dos años anteriores–. Tampoco los grandes podrán hacer esas lujosas giras mundiales. Y los amistosos serán contados. Puesto que solo podrá haber duelos entre equipos profesionales, de Primera y Segunda, y en el estadio o la ciudad deportiva habituales. Es decir, en instalaciones que estén debidamente supervisadas dentro del protocolo de la Liga. Nada del típico partido en Laguardia o Tafalla.

A priori, sin ninguna información al respecto, esos amistosos se disputarán entre equipos cercanos. Real Sociedad, Osasuna, Eibar, Athletic, Logroñés, Mirandés, Zaragoza... Por ahí pueden ir los tiros. Siempre con las mismas estrictas medidas de seguridad que han imperado en la vuelta a la competición, incluidas pruebas PCR habituales entre los protagonistas. También en la rutina diaria que se llevará a cabo en Ibaia, donde, como hasta ahora, el Alavés seguirá aislado. Con el hándicap añadido de tener que cuadrar también los entrenamientos del filial –empieza hoy–, las Gloriosas –lo hicieron la semana pasada– y las categorías inferiores.

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