Pablo Gómez, excapitán del Alavés

«Ni me pensé bajar una categoría para jugar en el Alavés; volví a disfrutar»

– Militó en 1994 una temporada en el Valladolid. ¿Qué recuerdos tiene?

– No fue una temporada soñada. Hice buenos amigos, pero hubo muchos problemas en el vestuario con cambios de entrenadores. Y nos terminamos salvando por el descenso administrativo de otros equipos y porque se amplió la liga a 22.

– Coincididó en el vestuario con César Sánchez, Rubén Baraja, Benjamín... ¿Es una buena escuela para formarse?

–Sí, es un club del que acaban saliendo jugadores porque a la oportunidad se suma también que en los partidos todos los jugadores son clave. Y eso te hace crecer.

– Pese a salvarse, decidió fichar por el Alavés, que estaba en Segunda. ¿No le parecía un paso atrás?

– Ni me lo pensé. Volver a casa era un sueño. Era mi primera vez con la camiseta del Alavés, mi equipo. Fue un año fantástico, de ensueño, en el que además ascendimos. Volví a disfrutar del fútbol.

– El tiempo le dio la razón. Disputó la final de la UEFA.

– No nos lo esperábamos. Íbamos como se dice ahora 'partido a partido'. Y cuando nos plantamos en la final... El ambiente que dentro del vestuario era fantástico. Y cuando llegamos al estadio, ver todas esas camisetas del Alavés fue... ¡La leche! Pena no ponerle la guinda.

– ¿Cómo ve este inicio de temporada?

– Cada año que empieza es uno de supervivencia. Ese es el primer objetivo y una vez conseguido se debe ir a por más. El año pasado se cuajó una buena campaña y esta, pese a los últimos resultados, veo que se ha empezado bien, sólido. Tengo ganas de viajar por Europa con mi camiseta del Alavés. Lo he vivido como jugador, pero quiero sentirlo desde el otro lado. De momento hay que ir partido a partido, pero la base es buena.

– También fue entrenador. Analice el papel de Luis García.

– Está desempeñando un buen papel, aunque creo que cambia demasiado de jugadores. Pero oye, él es el que mejor conoce el vestuario y si lo hace será por el bien del equipo. Tenemos una plantilla con muchos centrocampistas y buenos delanteros.

– Jugó en la cantera del Aurrera. ¿Cómo vivió la eliminación copera?

– Tengo un grupo de WhatsApp con los de aquella época. Y la verdad es que me dio mucha pena... He de reconocer que también soy un poquito del Aurrera. Pero bueno, lo que se ha hecho es muy meritorio y ahora a pensar en el ascenso a Tercera, otra ilusión.