Uno a uno Levante- Alavés

El paradón de Sivera, lo poco positivo del Alavés en el Ciutat de Valencia

Una sola pero meritoria parada en toda la tarde le vale para ser el mejor. Pepelu recibió solo en el área y su intervención fue académica. Salida rápida para tapar el mayor ángulo posible y taponar el golpeo a bocajarro. Sin respuesta en los goles.

Volvió al once con menos contundencia de la que acostumbra. Wesley y Cantero le ganaron la partida en varias ocasiones y estuvo errático y precipitado con el balón. En días así se demuestra su incidencia en el juego del equipo.

Otra vez de central y de nuevo solvente. El mejor de una defensa excesivamente contemplativa que le impide llegar al aprobado. De sus centros en faltas laterales brotó el mayor peligro ofensivo del Alavés.

Suplió al lesionado Tenaglia. Calleja ordenó incidir sobre su costado y fue capaz de aguantar el chaparrón. Rayó al mismo nivel que el resto de la contemplativa defensa. Ninguno de sus centros al área generaron peligro.

Claramente superado por Montiel. Muy nervioso, entró en todas las disputas extradeportivas. No ha dado el paso al frente que requerían las bajas de Maras y Sedlar.

Perdió casi todos los balones que tocó. Una de sus pérdidas supuso un contragolpe peligroso del Levante. Solo se puede destacar su ejecución de varios saques de esquina en la primera mitad. Sustituido en la primera ronda de cambios.

El mejor de los quince de campo. Sus combinaciones con Róber en la primera mitad fueron lo único que permitieron al Alavés acercarse al área. A los 20 segundos de la segunda parte tuvo que agarrar a Cantero. Sancionado para el viernes.

No mucho peor que el resto, pero señalado por el doble error del primer gol. No golpea hacia delante un balón que dejó votar dos veces y después despeja a la frontal sin la referencia de sus compañeros. Luego todo pases fáciles. Amonestado.

Bien en la presión, incansable en el esfuerzo, sin opciones de remate tiró en la única ocasión que tuvo espacio para ello... El nueve del Alavés no marca desde el 1 de noviembre.

Arrancó bien. Mejoraba las jugadas con sus intervenciones y superaba lineas de presión con sus pases. Pero se fue diluyendo dentro del anodino Alavés.

Destemplado con el balón. No mejoró las prestaciones ofensivas de Antonio Blanco.

Sorprendente sustituto de Guridi en lugar de Moya. De los más esforzados.

Forzó las amarillas de Postigo y Son.

Encaró en las pocas veces que tocó el balón. Sin confianza.

Tuvo un remate plácido en el 70’ para acortar distancias y no fue capaz de dirigirlo a la portería. Impacto nulo de revulsivo.

Su temporada está siendo entre notable y sobresaliente y ayer dio una muestra más. Su paradón ante Pepelu le sitúan muy por delante del resto de sus compañeros.