Así será Ondare Living, la nueva residencia del grupo Baskonia-Alavés
Con una superficie de 7.500 metros cuadrados y 238 habitaciones, abrirá sus puertas en el curso 2025-26
La residencia del grupo Baskonia-Alavés está cerca de abrir sus puertas. Las obras de Ondare Living están en su fase final y, según los ... plazos establecidos, concluirán en el próximo mes de julio. El complejo, situado en el entorno del humedal de Salburua, cerca de la Universidad Euneiz, del Bakh y del Buesa Arena, cuenta con una superficie de 7.500 metros cuadrados.
Con 238 habitaciones y dos edificios, Ondare Living tendrá capacidad para 287 usuarios entre estudiantes y deportistas. «El espacio ha sido diseñado para ofrecer todas las comodidades necesarias para el desarrollo académico y deportivo, en un entorno moderno, cómodo y equipado con los mejores servicios», destacó el grupo en su comunicado. La inversión ha rondado los 18 millones de euros.
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En la presentación del proyecto Ondare el pasado mes de diciembre, el grupo avanzó que la residencia no será sólo un recurso para pernoctar, y es que irá acompañada de servicios, zonas comunes y dos campos de fútbol de hierba artificial que harán las veces de centro de formación deportiva para los jugadores de la academia y que ya están disponibles.



Este nuevo equipamiento dará servicio tanto a deportistas como a estudiantes, que estarán a un paso de las instalaciones del Baskonia y de la universidad. Sus promotores lo definen como «un modelo de campus americano» y una academia «única en Europa» por todos los servicios complementarios que ofrecerá en un espacio tan acotado.
Importante componente ambiental
Los nuevos edificios contemplan un total de 238 habitaciones en cuatro plantas. En su mayoría serán individuales y tendrán un espacio de entre 14 y 20 metros cuadrados. En principio, las estancias dobles serán para los jugadores becados o los alumnos de la academia de fútbol. Al ser dos inmuebles distintos, que estarán unidos por un zócalo, el equipamiento ganará un nuevo espacio exterior que podrá funcionar a modo de plaza o zona de encuentro. Pero el principal motivo de dividir las construcciones se encuentra en aprovechar la luz del sol. De esta forma, las habitaciones tendrán iluminación natural, al igual que las zonas de estudio y descanso, que darán al Sur. El resto de áreas, destinadas a los servicios, se orientarán al Norte.
El proyecto cuenta con un importante componente ambiental, tanto desde el punto de vista de su eficiencia energética (tendrá una bomba de calor ecológica) como por el entorno que lo envolverá. Los edificios se revestirán con una envolvente doble de aluminio y ladrillo para aumentar su aislamiento, lo que permitirá reducir el consumo para calentar las estancias y, sobre todo, para no expulsarlo al exterior. «No queremos ser una distorsión de luz, ruido o calor», subrayan desde la entidad. 2.300 árboles y setos se plantarán en el entorno, al igual que dos balsas de agua. Así se compensará el impacto ambiental del proyecto. Según el club, el 20% de la inversión se ha destinado al plan ecológico.
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