«Mi abuelo me decía que si eres honrado llegarás muy arriba»
El delantero vitoriano cree que «sería un error por nuestra parte pensar ahora que podemos subir», partidario de «seguir con los pies en el suelo»
José Ángel Martínez VIGURI
Martes, 29 de diciembre 2015, 22:04
Por Navidad se han cumplido alguno de los sueños de Gaizka Toquero, y eso que ninguno de ellos iba en la carta escrita a Olentzero. ... El jugador del Alavés, antes del Athletic por espacio de siete temporadas, tiene a su equipo líder en la clasificación de Segunda, el sábado disfrutó como un niño en el campo con el Catalunya-Euskal Selekzioa y este sábado se topará de rival con el Bilbao Athletic en Mendizorroza. ¿Qué más puede pedir? Pronto despedirá un buen 2015. Para el siguiente, el vitoriano espera una criatura, el primer hijo de la pareja, y más sueños.
-¿Le sorprendió verse en la alineación de salida de Euskal Selekzioa rodeado de jugadores de Primera?
-Sí, aunque los técnicos ya nos habían advertido de que todos íbamos a tener 45 minutos. Quizás pensaron que como Aritz (Aduriz) y yo ya habíamos jugado juntos en el Athletic, podíamos formar pareja de ataque. Luego, en la segunda parte salieron Agirretxe y Eraso.
-¿Y cómo se sintió?
-Me encontré muy a gusto, recordando viejos tiempos; fue un partido muy bonito. Es un orgullo jugar con Euskal Selekzioa. Siempre que pueda y consideren que debo ir, responderé a la llamada. Para un futbolista vasco es lo más bonito.
-Fue un reencuentro también con muchas caras conocidas y amigas.
-Tenía ganas de ver a compañeros, excompañeros y a gente de la Real Sociedad con la que he coincidido en otras ocasiones. Es un buen grupo, gente muy maja, da gusto jugar con ellos, con Illarramendi, que ha estado en el Real Madrid, futbolistas de élite... Hay muy buenos jugadores y creo que en ese partido lo demostramos. Catalunya también dispone de una gran selección. Dimos espectáculo y se demostró que ambas selecciones podrían disputar una Eurocopa u otra competición de carácter oficial.
-El partido del Camp Nou cumplió las expectativas. ¿Hacerlo bien es la manera de insistir en la oficialidad de la selección vasca?
-Por descontado y mira que en ambos equipos hubo bajas muy importantes; en el nuestro, Xabi Alonso, Javi Martínez, Susaeta, De Marcos y por Catalunya, igual, como Cesc Fábregas y algún otro. Las dos selecciones al completo, con todos los jugadores disponibles, serían muy buenas selecciones.
-Para usted fue la sexta convocatoria, las cinco anteriores como rojiblanco. Empieza a ser un veterano de la tricolor.
-Sí, es muy bonito. Yo me lo tomo como una recompensa al trabajo bien hecho. Ojalá puede ir más veces porque me siento orgulloso de jugar con Euskal Selekzioa.
-Veterano, que no mayor. Con el Alavés, en Segunda, se está viendo esta temporada a un Gaizka Toquero inconmensurable. ¿Tenía hambre de fútbol?
-Todo futbolista quiere sentirse jugador de fútbol, y eso se siente, indudablemente, en los partidos porque en mi caso venía de dos años en el Athletic sin apenas competir. Es lo que buscaba, jugar. Así que estoy encantado en Vitoria, disfrutando de nuevo del fútbol, de los compañeros...
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-En demasiadas ocasiones se ha proyectado de usted una imagen un tanto distorsionada al ponerse en valor más su garra que su técnica. ¿Le incomoda que se discutan sus habilidades futbolísticas?
-No, tampoco es para molestarse. El fútbol es un mundo en el que todos opinan y te acaban poniendo una etiqueta de la que luego es muy difícil desprenderte. La mía es la de un jugador que solo trabaja y pelea. Pero siempre he defendido que dudo mucho de que con solo trabajo haya llegado a disputar doscientos y pico partidos en Primera. Con solo trabajo no vale, seguro. Es también un poco lo que le está pasando a nuestro entrenador (José Bordalás), del que se dice que sus equipos son muy intensos y aguerridos y luego los árbitros nos cosen a tarjetas. El Alavés no es líder de Segund a únicamente porque sea un equipo intenso y aguerrido. Tiene otras muchas cosas buenas. Son sambenitos que no ayudan, pero en mi caso me lo tomo bien. Hago mi juego. Creo que al Alavés le viene muy bien el fútbol que he hecho toda mi vida y por el que me me ficharon.
-De albiazul, ataca, marca goles (seis en diecisiete partidos jugados casi por completo), baja a defender a la posición de lateral, se pega con todos, riñe con el árbitro... ¡Qué hiperactividad la suya en el campo! ¿Pretende asumir galones, justificar su fichaje con creces?
-Siempre me he dedicado a vivir el presente, sin marcarme objetivos como goles o demás. Me entrego en cada partido como si fuera el último y allí donde he estado nadie podrá reprocharme que no haya dado lo máximo de mí siempre. Y ahora en el Alavés, siendo vitoriano y alavés, más aún. Cada vez que pise el verde me entregaré al cien por cien, haré lo que tenga que hacer en cada momento o lo que considere más conveniente para mí y mis compañeros. Creo en lo que hago porque además me está dando resultados, como también se los está dando al equipo.
-Se le tiene como ejemplo de que el esfuerzo, la constancia acaban reportando satisfacciones. ¿Así se lo inculcaron?
-Siempre me acuerdo de mi abuelo, que me decía que si eres trabajador y honrado llegarás muy arriba. Esa enseñanza la he llevado al pie de la letra, en la categoría que fuera, y me ha ido muy bien. Seguiré así hasta que me retire.
-Salir de Bilbao en verano después de todo -siete temporadas en Primera con más de 150 partidos de Liga y 20 goles- debió ser doloroso. Era, además, un tipo querido por la afición. ¿Pero mejor ahora, líder en el campo de un equipo líder en Segunda que ni tan siquiera suplente en uno de Primera?
-Todo futbolista quiere entrenar fuerte entre semana para que cuando llegue el domingo tenga la recompensa de jugar. Después de dos años sin hacerlo, Ernesto (Valverde) habló conmigo y entre los dos vimos que lo mejor era buscar una salida. Él, como es natural, tenía otras prioridades, otros jugadores en la cabeza. Bien, fue muy majo, muy sincero conmigo. Los dos acertamos. El Athletic tiene gente joven, muy buena, que empuja desde abajo, chavales que necesitan minutos. Para ambas partes, tanto para el Athletic como para mí, la salida era lo mejor. Todo fue bien, sin problemas.
«Me encuentro muy bien»
-Se despidió en Lezama y al poco el Athletic conquistó la Supercopa de España ni más ni menos que frente al Barcelona. Tantos años esperando un título...
-Pues sí, así fue. El Athletic se lo merecía, ese vestuario se lo merecía después de otras finales perdidas. Faltaba la recompensa a un equipo que ha hecho muchos méritos para tener una copa en sus manos, un equipo que sigue siendo un buen equipo. Esta temporada ahí sigue.
-¿Recuerda con tristeza su partida de Bilbao?
-Cualquier adiós lo es, pero viendo cómo me va ahora, estoy encantado del cambio, de la decisión que tomé. En el Athletic seguiría sin jugar, con ganas de hacerlo y sin poder... En Vitoria estoy mejor que nunca. Nunca sabes cómo te van a salir las cosas, porque todo cambio conlleva incertidumbre, pero en mi caso acerté y estoy feliz. Lo del Athletic ya lo tengo olvidado, a pesar de que guardo muchas amistades que no se van a perder.
-¿Puede que ahora le venga bien no haberse desgastado en exceso en campañas anteriores?
-Pues no lo sé. No sé si me habrá venido bien o mal jugar muy poco los dos últimos años con el Athletic, pero lo que sí te puedo decir es que me encuentro muy bien. En mi carrera apenas he tenido lesiones; no creo que haya estado parado más de un mes y espero que siga así.
-¿Genética, suerte?
-Todo influye, la genética, el entrenamiento, los cuidados, la suerte... y tener buenos profesionales a tu lado, gente que te mime y cuide cuanto no estás bien.
-El sábado se reencontrará con el Athletic, aunque sea con su versión B. ¿Algo de particular ya tendrá ese encuentro de Mendizorroza?
-Claro que sí. Al final no deja de ser el Athletic. En el filial hay jugadores con los que he compartido vestuario como Unai López, Saborit... No sé si estará Jonás, que sale de una lesión. Pero bonito va a ser.
-Hubiera sido más morboso enfrentarse a la primera plantilla.
-Desde luego. Me gustaría volver a San Mamés y enfrentarme a todos ellos, pero eso hay que quitárselo de la cabeza porque no es posible. Toca centrarse en el Bilbao Athletic y en seguir haciéndonos fuertes en Mendizorroza.
Paciencia con el Athletic B
-A lo mejor el año que viene tiene el gusto de encontrarse con su pasado en Primera. ¿Cree que el Alavés debe encarar sin tapujos el ascenso?
-La gente puede hablar de ascenso, pero por parte de los jugadores sería un error hacerlo ahora. Sabemos lo que nos ha costado llegar a esa primera plaza y tampoco debemos olvidar que no hace tanto estábamos en la mitad de la tabla de Segunda. Sería una equivocación pensar ahora que podemos subir. Tenemos que seguir con los pies en el suelo, valorar lo que nos ha costado alcanzar el liderato e insistir partido a partido. Estamos en la buena línea, sí, porque el trabajo está dando sus frutos, pero no hay que caer en el error de la relajación. Hay que hacer las cosas muy bien para estar ahí arriba en junio, que es cuando se asciende.
-¿Le llama la atención un Bilbao Athletic en descenso toda la temporada?
-Tampoco le he visto demasiado, si te digo la verdad, pero a equipos de sus características les cuesta más ponerse en marcha en una Liga tan exigente como la Segunda. Creo que puede salir de ahí. Conozco a muchos de sus jugadores, tienen calidad y si cambian el chip y dan con la tecla pueden sacar muchísimos puntos. Aún les queda margen para remontar.
-¿Qué puede deparar en el campo un partido tan desigual en la tabla?
-El Alavés no se pude relajar por mucho que venga un Bilbao Ahletic que no parece estar bien. Hace poco ya empató en casa de Osasuna. Por el hecho de que estén mal clasificados nosotros no debemos pensar que les vamos a ganar 3-0. Estaríamos equivocados. Va a ser, seguro, un partido dificilísimo. No nos lo van a poner nada fácil.
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