La presencia de Manu Barreiro en el partido se mantiene en duda

La sesión de ayer en Ibaia trajo buenas noticias para el Alavés, que recibió con agrado el retorno al grupo de trabajo de su delantero Manu Barreiro, al igual que el de Sergio Llamas, quien ya se ejercitó el miércoles, aunque con ciertas precauciones por un edema óseo en una pierna. En el caso del tobillo izquierdo del delantero, lastimado como consecuencia de un esguince que sufrió durante el duelo de Zaragoza, la mejoría ha sido palpable con el tratamiento aplicado. El concurso de Barreiro se mantiene en duda. Ahora bien, el temor por su probable ausencia en el derbi con Osasuna ha dado paso con los días a la esperanza de que llegue a tiempo.

José Bordalás aguardará hasta el último momento para decidir sobre su convocatoria. Al tratarse de un partido en casa, en Mendizorroza, la totalidad de los jugadores de la plantilla albiazul estará citada en el vestuario, para después resolver el técnico la relación de dieciocho elegidos. Borda, lesionado, y Guichón, sancionado, son por ahora los dos únicos descartes.

Sergio Llamas, por su parte, también mejora, aunque en su caso, por la dolencia que padece, alterna los entrenamientos con una recuperación específica para sanar el golpe en la pierna.

Pelegrín

En la sesión de ayer en Ibaia, Bordalás dispuso de sus pupilos, a los que se sumaron cuatro futbolistas del filial de Tercera, Víctor López, Aranda, Carbonell y Asier Benito.

También se ejercita ya con el colectivo Pelegrín, quien el viernes perdió a su padre. El defensa, mientras trata de sobreponerse al fallecimiento, también apuesta por «poner los cinco sentidos en el partido» con Osasuna. Un encuentro, según prevé, «bonito, contra un rival difícil», al que el Alavés tratará de ganar para «acabar con su racha». El central espera igualmente que la afición celebre un triunfo y «se vaya a casa con la sensación de que lo hemos dado todo».