Metamorfosis para la esperanza
Los números certifican los cambios que el Alavés experimentó ante el Mallorca sobre la misma idea de orden y consistencia
El fútbol es voluble. Lo que ayer era negro hoy es blanco. Gris claro, al menos. La magia de los resultados. Asier Garitano utiliza la ... interpretación de los sistemas de juego para explicar esa suerte de ilusionismo. «Si ganas dicen que has puesto tres centrocampistas; si pierdes, trivote. Si ganas, tres centrales; si pierdes, defensa de cinco. Eso es así», dice el técnico albiazul. La realidad es que el Deportivo Alavés cambió ante el Mallorca. Si las sensaciones son subjetivas, los números se aproximan a la objetividad. Y estos, desde su frialdad, cuentan que el conjunto vitoriano atacó más, tuvo más el balón, tiró más, botó más saques de esquina...
El del domingo fue el primer partido en el que el Alavés tuvo más posesión que el rival (54%). Hasta entonces, su promedio estaba en 39%, en Mendizorroza no había pasado del 38% (Sevilla) y su tope estaba en el 43% que marcó en San Mamés. No es sinónimo de éxito, pero sí supone la certeza de un cambio respecto a citas precedentes. Contra un rival que se mostró limitado, el peor clasificado de los siete adversarios hasta la fecha, pero el equipo de Garitano quiso jugar más adelantado y no desdeñó la pelota como había hecho en los derbis de San Mamés y Anoeta, donde el despeje en largo había sido el principal recurso ofensivo.
No se puede hablar de juego combinativo, no es un equipo diseñado a tal efecto, pero sí de un retorno a la esencia que el Alavés había ido perdiendo paulatinamente en las primeras jornadas. Más cercano a lo que era con Abelardo. Más cercano a lo que, en principio, debe ser este equipo para, a partir de ahí, intentar crecer en fundamentos y tratar de ampliar su repertorio ofensivo. Sufridor desde la consistencia defensiva, pero con intención de hacer daño en el área contraria. Con más presencia. Con dos puntas, Joselu y Guidetti. Otro cambio notable. Colectivo, ya que Garitano solo había utilizado el 4-4-2 de inicio en otra ocasión, ante el Sevilla, pero le duró poco ante el abrumador dominio hispalense en el centro del campo. E individual, con jugadores recuperados para la causa. Como el sueco. O Dani Torres, citado por primera vez en una convocatoria.
Piezas emergentes
Otra actitud. Grupal y particular. Menos concesiones, más rechaces ganados. Con los espacios mejor repartidos, las líneas más adelantadas y más jugadores cerca del balón cuando caía en campo contrario. Joselu sigue fajándose con todos los defensas para dar opciones a sus jugadores -guardar balones, prolongaciones y segundas jugadas-, Guidetti ha demostrado que puede aportar, como ya hizo en su primera temporada en Vitoria, y las bandas quieren entrar en juego, aunque Luis Rioja aún debe perder timidez y Aleix Vidal debe sacudirse esa ansiedad que le hace querer estar en todos los sitios sin terminar de estar en ninguno.
El caso es que este Alavés, con sus defectos y sus virtudes, tiró a puerta seis veces, las mismas que en las seis jornadas anteriores juntas. A más deseo, más llegada. Y más intentos: 11 disparos, dos más que en las citas ante el Levante y el Espanyol; uno más que en los dos partidos anteriores -Athletic (5) y Real Sociedad (5)-, saldados ambos con derrota. Y más saques de esquina, cuatro, otro tope de la temporada en el aspecto ofensivo. Así, no es de extrañar que el duelo ante los bermellones se saldara con dos goles a favor, los mismos que presentaba el casillero albiazul antes de jugar el partido. 404 minutos después, el Alavés volvió a ver puerta.
Lo hizo Lucas Pérez. De penalti. Pero el delantero gallego es otro de los futbolistas que sale reforzado de la metamorfosis experimentada ante el Mallorca. Su entrada dio otro aire al ataque alavesista. Marcó la que tuvo que marcar, rozó el segundo e inició la jugada del tercero. «Guidetti nos ha dado sesenta minutos buenos para que Lucas nos diera después treinta excepcionales», se felicitó Garitano. «Los delanteros vivimos del gol y marcar, aunque sea de penalti, te sirve para coger confianza», admitió el ariete.
También emergió una mejor versión de Burke. El escocés aún está verde tácticamente, pero su potencia y velocidad se antojan armas muy útiles cuando el equipo busca los espacios. Así gozó de una buena ocasión nada más salir y así se coló en el área para brindar el segundo gol a Joselu. Eran los mejores minutos de la temporada, cuando el Alavés se sacudió la ansiedad para jugar sin miedo, demostrándose a sí mismo que, aunque aún le faltan muchas cosas, puede hacer bien otras.
Los números albiazules
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54% Posesión que tuvo el Alavés frente al Mallorca, primer partido en el que el conjunto albiazul ha tenido más el balón que el rival. El promedio hasta entonces era del 39% por duelo.
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El sistema. Garitano usó un4-4-2 por segunda vez, aunque ante el Sevilla le duró un cuarto de hora. Solo en los últimos minutos volvió a jugar con tres centrocampistas.
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Portería a cero. La escuadra vitoriana dejó su portal imbatido por tercera vez, las tres en casa, tras los duelos ante Levante(1-0) y Espanyol (0-0).
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6 Disparos a portería que realizó el equipo albiazul ante el bermellón, los mismos que en las seis jornadas anteriores juntas. El promedio hasta entonces era de 1 por encuentro.
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Más llegadas El Alavés lanzó el domingo cuatro saques de esquina, su tope en la presente temporada, e intentó once disparos, su mejor marca del campeonato.
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21 titulares. Guidetti fue el vigésimo primer jugador albiazul en ser alineado de inicio. Solo faltan Dani Torres, Burgui y Javi Muñoz, inéditos aún.
Las claves
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Diferente actitud El equipo de Garitano tuvomás la pelota, llegó másy creó más ocasiones que en duelos precedentes
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Más deseo, más opciones Los albiazules ganaron por primera vez la posesión y marcaron tantos goles como en el resto del curso
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