El «Ia, ia, Luis García» llena Mendizorroza
Ambiente ·
Las banderas tiñen de albiazul un estadio vitoriano que empujó hasta el triunfo ante el Mallorca. Emotivo minuto de silencio por las víctimas de la DANA. Nueva protesta de Iraultza contra el fútbol de los viernes
No fue un partido más en Mendizorroza. Las cinco derrotas consecutivas en Liga habían cargado el ambiente de un nerviosismo que calmó el triunfo con el que el Alavés mandó al limbo todas sus preocupaciones. Unas dudas alrededor del equipo y del entrenador que la grada cortó tras el pitido final. El fondo de Polideportivo, y todo el estadio por extensión, se rindieron a su entrenador cuando el equipo se acercó a celebrar la victoria. El «Ia, ia, Luis García», llenó Mendizorroza. El alavesismo mostró públicamente su apoyo al técnico que les devolvió y asentó en Primera en una noche de alta intensidad en el Paseo de Cervantes para todos. También hubo reconocimiento a un Benavídez tocado por su lesión al grito de «uruguayo, uruguayo».
El 'factor Mendizorroza' al que tantas veces hace referencia el entrenador madrileño volvió a ser clave. «La afición es parte importante de nuestro estilo», confesó en el inicio de temporada García. Y esa «magia» y ese «apoyo constante» al que apeló en la previa el técnico fue fundamental para recuperar sus esencias futbolísticas, doblegar al Mallorca y terminar con una racha de derrotas que comenzaba a ser insoportable.
Los 17.212 espectadores que llenaron Mendizorroza sabían de la importancia de la cita y también 'jugaron'. Ondearon sus banderas a la salida de los futbolistas al césped, tiñendo de albiazul la grada. Con los acordes del himno de Donnay de fondo, la afición arropó a Luis García y a sus futbolistas de cara a lograr una victoria imprescindible que les alejara de la zona roja. Antes, el equipo Genuine recibió la ovación de todo el estadio cuando pisó el verde. Gran colorido y ambiente en un viernes que, a pesar de ser festivo, fue también de protesta en el fondo de Polideportivo.
En contra de los horarios
Iraultza 1921 desplegó un tifo durante los primeros cinco minutos del partido en contra de los horarios entre semana bajo el lema 'Aficiones vs LaLiga. Fútbol moderno, nuestra peor pesadilla'. Y es que el duelo ante el Mallorca fue el tercero de los últimos cuatro que ha disputado el Alavés en casa en el quinto día de la semana. El del Barcelona (domingo, 6 de octubre) fue el único que se salió de los viernes. Frente a Sevilla (20 de septiembre), Valladolid (18 de octubre) y Mallorca jugó en esta franja el Alavés en Vitoria. Ya son cuatro en total, incluido el de la primera jornada en Balaídos. El curso pasado fueron siete, cuatro de ellos en Mendizorroza.
Es por ello que las protestas, que se están convirtiendo ya en tradición en el estadio albiazul, se repitieron en la previa de un partido en el que se guardó un emotivo y sentido minuto de silencio por las víctimas de la DANA que ha azotado a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía. Un respetuoso homenaje a las personas fallecidas en esta tragedia a la que se sumó Mendizorroza con enorme respeto. Un tributo en una velada en la que la grada acabó rugiendo con el gol de Guridi. Un triunfo más que necesario. Un alivio para todos.
