El futbolista Gregorio Oteiza Ortiz de Eribe, con el Alavés en una formación de los años 30 del siglo pasado, un retrato de joven. Familia Oteiza
Historias en albiazul

Entre Burgos y Vitoria

La historia de Gregorio Oteiza Ortiz de Eribe, el futbolista que jugó en dos fases en el Alavés, antes de recalar en la Gimnástica Burgalesa… con una condena a muerte de por medio

Jueves, 6 de octubre 2022, 18:06

Como suele suceder con equipos de provincias vecinas, durante muchos años los encuentros entre el Deportivo Alavés y los conjuntos de la ciudad de Burgos ... fueron de máxima rivalidad. También hubo conexiones entre ellos, como los futbolistas que vistieron las camisetas de los clubes de ambas capitales. Un caso especial fue el de Gregorio Oteiza Ortiz de Eribe, que jugó en dos fases en Vitoria, antes de recalar en la Gimnástica Burgalesa… con una condena a muerte de por medio.

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Oteiza, futbolista de origen alavés nacido en 1911, debutó en el equipo babazorro en diciembre de 1933 contra el Sevilla en Segunda División. Esa temporada disputó cinco partidos oficiales y, después de un paréntesis, volvió a principios de 1936, cuando el Alavés estaba en plena crisis y se había reconvertido en amateur. En el partido contra el Unión Club de Bergara, Oteiza «fue el mejor de los veintidós», y además le tocó marcar al «elemento más peligroso del equipo contrario, al que supo sujetar, impidiéndole crear situaciones muy comprometidas». En marzo, después de un amistoso contra el Mirandés, la prensa vitoriana escribió: «Hubo un jugador formidable en el campo: Oteiza». Pese a haber estado un tiempo alejado del fútbol, se movió con soltura. Y es que «donde hubo madera de jugador, siempre queda y sobre todo sabiendo no malgastar las energías».

Posiblemente, los aficionados locales se sorprendieron al saber que el jugador albiazul, que trabajaba como ebanista y estaba afiliado al Sindicato Único anarquista de la CNT, había sido detenido en mayo de 1936. Oteiza fue acusado de coacciones en el marco de la huelga general convocada por todas las centrales sindicales de Vitoria en la etapa del Frente Popular. No sabemos si en julio, al estallar la Guerra Civil, estaba en Vizcaya o pudo pasarse a esa zona, leal a la República. El hecho es que allí se incorporó al ejército republicano, siendo ascendido primero a cabo y luego a teniente «por sus conocimientos de la instrucción militar, actuando en varios frentes».

Tras la conquista de Vizcaya se retiró a Santander, desde donde, junto a otros combatientes, tomó un barco para huir a Francia con tan mala suerte que el buque fue apresado por la marina franquista. El 28 de septiembre de 1937 fue condenado a muerte en Bilbao por un consejo de guerra, pero la pena le fue conmutada. Ingresó entonces en prisión, cumpliendo parte de su condena precisamente en Burgos. Según sus familiares, «sus habilidades como ebanista» hicieron que le encargaran arreglar una capilla y así «se ganó el favor de unas monjas» que contribuyeron a su puesta en libertad.

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Oteiza ejerciendo de capitán de la Gimnástica Burgalesa durante los saludos protocolarios antes de un partido y un retrato suyo de joven. Familia Oteiza

En enero de 1943, Oteiza fichó de nuevo por el Alavés. Confirmando la idea de 'sanación' después de la represión, acuñada por el historiador Javier Gómez Calvo en su libro sobre Álava en la Guerra Civil y la posguerra, el diario carlista 'Pensamiento Alavés' no mencionó su pasado político ni su estancia en prisión, aunque con seguridad eran conocidas en una ciudad pequeña como era entonces Vitoria. Al contrario, enlazó la noticia con su anterior estancia en el club, como si nada hubiera pasado: «Y ahora aparece Oteiza, que según nos dicen se encuentra en magnífica forma. Es de los antiguos y aquellos de los buenos tiempos. Creemos que todos los aficionados lo recordarán. Medio sordo, poco brillante pero muy efectivo, vuelve ahora al Alavés, dispuesto a rendir más y mejor que antaño».

Fue su última campaña en el Alavés, pues en septiembre de 1943 fichó por la Gimnástica Burgalesa, antecedente del Burgos C.F. Después de tres años en la Gimnástica, se retiró del fútbol, instalándose en Burgos, donde montó su propia empresa, Muebles Oteiza. Algunos de sus descendientes se asentaron en la ciudad castellana y otros regresaron al País Vasco. Su bisnieto, Jon Madrazo, también es futbolista y recaló en el Burgos en la temporada 2017-19. Actualmente juega en la S.D. Logroñés en Primera RFEF, donde coincide con el veterano exalavesista César Caneda.

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El futbolista Gregorio Oteiza Ortiz de Eribe, cuarto por la derecha, con el Alavés en una formación de los años 30 del siglo pasado. Familia Oteiza
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