Como dice el filósofo Edgar Morin, «lo que más necesita la comprensión es comprender la incomprensión. Y en eso se esforzó Sergio Fernández intentando que ... comprendamos lo incompresible. Poco menos que nos pidió un acto de fe. Nadie es capaz de comprender lo del tope salarial. Vino a decir que se ha hecho un esfuerzo titánico, que tenemos la mejor plantilla posible, donde están todos los que queríamos que estén. Explicado de otra forma, que son todos los que están pero no están todos los que son. Añadió que «debemos tener en cuenta lo que somos, lo que queremos ser y de donde venimos». Yo me pregunto: ¿Qué es un club, un proyecto, cuál es su seña de identidad, su filosofía? ¿Qué club queremos? Está muy claro, por lo visto: lo que marque el límite salarial o, dicho de otra manera, lo que la Propiedad quiere que sea.
Sergio Fernández también comentó que a la hora de sacar esto adelante «todos debemos dar la mejor versión». Y yo insisto, todos es todos. Los jugadores y cuerpo técnico, exigiéndoles rigor profesional y no tanto el cariño al escudo como suele gustar exigir la gente, porque el cariño no se compra, eso surge de la convivencia. A los medios de comunicación, pedirles crítica objetiva, constructiva y optimista. A los aficionados, apoyo, ilusión y cariño, que eso es barato. Y, sobre todo, al club, consejo, dirección deportiva y dueño de la propiedad, rigor empresarial, honestidad en los proyectos y presupuestos y alavesismo en sus mensajes. Es la mejor fórmula para vender credibilidad y recibir el tan necesario apoyo social. La Institución somos todos.
Pero no olvidemos que hoy tenemos partido en el Anxo Carro, contra un Lugo que, como nuestro Glorioso, es de los que menos posesión tienen. Algo que siempre genera debate. Vamos a ver: por la posesión no se gana. pero sin ella es difícil hacerlo. Hagamos las cuentas al revés. Veamos los equipos de Champions y comprobaremos que casi todos destacan por la posesión. Y no les va mal. Posesión suele ser sinónimo de protagonismo, iniciativa, control del juego, dominio territorial, seguridad defensiva... Digamos que es el proceso para conseguir el objetivo táctico, generar en la portería rival y evitar en la propia la mayor cantidad de ocasiones de gol. Y así conseguir el objetivo del partido, meter mas goles que el rival.
Es un poco lo que nuestro míster comentó a su llegada. Quería ver un equipo protagonista y con iniciativa. Aunque también insistió en que tendrían que dominar más registros, porque cada partido es diferente y habrá que adaptarse a las circunstancias. Y de momento estamos controlando más los partidos que el juego. O sea, jugamos más en función del rival y las circunstancias del partido que de las que nosotros podamos imponer. Bueno, tiempo al tiempo.
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