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Málaga-Alavés | Liga Smartbank Jornada 21

La grieta se convierte en socavón

Un Alavés intenso y solidario pero sin acierto encaja su cuarta derrota consecutiva y cierra la primera vuelta en su peor momento

Domingo, 18 de diciembre 2022

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La grieta ya es socavón después de cuatro derrotas consecutivas para cerrar el año en el peor momento posible. El de un Alavés que anoche recuperó en parte sus señas de identidad, con un juego intenso y solidario, pero de nuevo falto de chispa y recursos para superar a un adversario en zona de descenso. Si los tropiezos ante Granada, Tenerife y Levante se antojaban dentro de las posibilidades lógicas, caer en La Rosaleda ante un oponente crispado y necesitado rubrica que el cuadro vitoriano implora por las vacaciones. Cuando todo se tuerce, aparecen partidos como los de ayer, donde el equilibrio se rompe por el mismo sitio. Es decir, en un reparto similar de ocasiones claras es el oponente quien encuentra el premio. Así apareció el gol de Chavarría. No el de Moya o Abde, con opciones claras, aunque la falta de puntería tampoco esconda que el equipo albiazul sigue escaso de frescura y velocidad física y mental. Porque apenas consiguió alterar el guion después del 1-0 que lo condenaba cuando aún restaba más de media hora.

Málaga CF

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Deportivo Alavés

Después de tres derrotas seguidas era el momento esperado para cambiar la dinámica. El mensaje previo de un entrenador albiazul que volvió a agitar el árbol de la alineación a ver si caían buen juego y goles. Un once de nuevo con muchas variaciones, hasta cinco, y la entrada de nuevos laterales (Tenaglia y Javi López), así como dos de las piezas del eje con Moya y Benavídez, y también el retorno de Alkain. No se puede decir que Luis García no haya buscado de forma constante la fórmula de la solidez. Esa que se había perdido en los duelos anteriores con siete tantos encajados en 270 minutos. Ayer, con ausencias notables de teóricos titulares como Maras, Salva Sevilla o Luis Rioja. Los dos últimos buscaron el rescate en la segunda parte, aunque tampoco encontraron los huecos en el muro malacitano. Siempre hay excepciones, pero colocarse en desventaja resulta prácticamente letal en cualquier contexto. Más aún en una categoría donde marcar siempre resulta complicado. Ayer, el preparador madrileño recurrió al jugador del filial Marc Tenas para el ataque con Taichi Hara en el banquillo. Poco más que comentar sobre el potencial ofensivo del equipo.

Sin acierto en las áreas

Por cierto, que la capitanía recayese en Benavídez ante la falta sobre el césped de Duarte, Laguardia y Rioja resume de alguna manera lo que es este Alavés. Un equipo completamente nuevo que cuajó unos primorosos 17 partidos iniciales con una sola derrota. Primero con un fútbol enérgico y vistoso y después con otro más práctico, de dominio y fortuna en las áreas. Una escuadra albiazul que a los problemas emocionales generados por un descenso ha añadido las dificultades propias de la necesidad de ensamblar demasiadas piezas. También la de no contar con muchos jugadores con capacidad de desequilibrio y menos aún de pegada. No se antoja exagerado que el preparador hable de la obligación de realizar la «temporada de nuestras vidas» para conseguir el ascenso.

El colegiado tinerfeño Trujillo Suárez aportó la curiosidad al duelo cuando dejó la primera mitad sin descuento. Quizás no haya seguido de cerca el Mundial. Aunque de cerca, en realidad, tampoco suele seguir el juego. Le costó en su día el descenso y no parece que vaya a mejorar en el tramo crepuscular de su carrera. Demasiado permisivo ayer, sin la autoridad necesaria para frenar rifirrafes como el que acabó en el tramo final con la expulsión de Pepe Mel. El exentrenador alavesista, extrañamente fuera de sí, parece vivir desquiciado.

El partido, en realidad, apuntó a lo que fue. Una acción podía decantarlo entre adversarios plenos de sudor. Con pequeñas gotas de claridad de los futbolistas de ataque. El Alavés consiguió antes del descanso sacar el balón jugado con cierta limpieza y vivir mucho tiempo en campo contrario. Las luces se fundieron cerca o dentro del área. Si el liderato de muchas jornadas llegó por dominar las zonas sensibles del campo en defensa y ataque, los problemas actuales se derivan de no hacerlo.

Sivera tapó una ocasión de Rubén Castro y Chavarría acertó en la segunda clara de los locales, apoyados en la hiperactividad del lateral Javi Jiménez y con algunas jugadas de calidad de Villalba o Febas. Poco más, aunque bastó para deshacerse de los albiazules. Luis García lo intentó con Jason de lateral diestro y con la entrada de Duarte y Rioja antes de incluir también a Salva Sevilla, que gozó de una última opción en el descuento.

Nada más y nada menos que una racha de Primera en Segunda. Que un aspirante al ascenso encaje cuatro derrotas consecutivas resulta inaudito. Por si acaso, habrá que recordar que el Alavés ascendió una vez (2005) tras caer en seis duelos seguidos. Aquel equipo con De Lucas, Rubén Navarro, Bodipo y Nene en ataque. Mejor no comparar y pensar que las navidades traerán lo que necesita el equipo. Descanso y algún fichaje de calidad, que el quinto puesto al final de esta primera vuelta ni de lejos es malo.

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