Independientemente de desaguisados institucionales por lo que a la gestión deportiva se refiere, hay que reconocer que el Barcelona no ha tenido precisamente buena suerte. ... Los numerosos contratiempos, circunstancias deportivas y extradeportivas que han sucedido (caso Messi por ejemplo), y fundamentalmente por lo que respecta a la gran cantidad de lesiones importantes y de larga duración sufridas. Incluso en algún caso, como el del Kun Agüero, ya definitiva. Evidentemente, este no es el Barça que arrasaba en otras temporadas, pero sigue siendo un Barcelona en el que la mayoría de los partidos domina lo suficiente como para ganar. Pero ya sabemos como es la crítica, si el Barça no arrasa, aunque gane, no es el Barça, y si pierde, crisis total. Ya quisiera yo para mi Alavés jugar como el peor partido del conjunto catalán. Y como no hay bien que por mal no venga, tiene mucho mérito ver cómo han aparecido más de media docena de chavales de La Masía con un talento increíble. Los Pedri, Puig, Nico, Ansu Fati, Gavi, Ez Abde, Demir, etc. Son las paradojas de la vida. Resulta que en estos momentos de crisis, cuando para revertir la situación más se necesita tirar de experiencia, son los chavales los que lo tienen que hacer. Es el fútbol.
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Y para el partido de hoy en Mendizorroza estoy seguro de que muchos habrán tenido la tentación de pensar que es el momento ideal para meterle mano. Claro, como si nosotros estuviéramos boyantes. No vaya a ser que pase como lo de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Bastante tenemos con lo nuestro y además con mucha más necesidad y urgencia que ellos. Porque entre los daños que supone un descenso y los daños que pueden sufrir ellos por no conseguir ningún título, es infinitamente más dañino lo primero. Coincidimos en algo más, en ambos equipos hay que dejar sitio o liberar masa salarial para poder incorporar fichajes. A ellos se les ha enquistado el caso Dembelé, a nosotros el caso Guidetti. Lo del extremo francés clama al cielo. Un jugador que costó una millonada y que por unas u otras razones, muchas de ellas como consecuencia de su poco rigor profesional, prácticamente no ha hecho nada. Y claro, ahora que finaliza contrato, como dice la canción, 'ni contigo ni sin ti, contigo porque me matas y sin ti porque me muero'. Ni lo pueden vender ni lo pueden renovar.
De todas las formas, en el pecado va la penitencia. Este fichaje lo tenían que haber pagado los lumbreras que lo decidieron y los que lo consintieron. Luego se nos llena la boca hablando del scouting, de la base de datos o del big data alardeando de rigor en el seguimiento de los posibles fichajes. Eso es mentira. La mayoría de eso fichajes mediáticos son caprichos de los presidentes con la complicidad de los medios de comunicación que les ríen las gracias y el consentimiento de la afición por desinformada. ¡Ah! y todo eso manipulado por las artimañas de los representantes del jugador, que son los que más ganan en este negocio.
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