La Liga impone su idea de reanudar la competición el 11 ó 12 de junio

Poco importa que los protagonistas principales del circo futbolístico quieran alargar una pretemporada atípica para afinar su puesta a punto y reducir el riesgo de lesiones. Manda la Liga y los clubes acatan. Y la idea de la patronal es volver el jueves 11 de junio o el viernes 12. Es la propuesta que trasladó en la asamblea, pendiente del esperado visto bueno de la Federación, que es quien debe aprobar el calendario, y, principalmente, del beneplácito de Sanidad, que depende de los resultados de los test.

A los equipos solo les queda esperar que el Gobierno les permita entrenar con toda la plantilla a partir del lunes para, como recogía el protocolo diseñado por el CSD y la Liga, tener trabajo conjunto antes de retomar la competición. No debería haber problema, a priori, siempre que los test previos al cambio de fase sigan ofreciendo buenos resultados. El plan es terminar el campeonato el domingo 19 de julio. Once jornadas en menos de seis semanas. En 38 días. Seis en fin de semana y cinco entre semana. Competir cada 72 ó 96 horas.

Una agenda condensada que pone en alerta a jugadores y entrenadores, conscientes del elevado riesgo de problemas físicos que conlleva un ritmo tan frenético. Estos cálculos trasladarían el inicio de la siguiente Liga al 12 de septiembre, casi un mes más tarde que las últimas, aunque esa fecha dependerá de una asamblea futura y estará supeditada a la evolución de los equipos españoles en la Champions, ya que un hipotético finalista podría concluir el curso a finales de agosto y el convenio impone un mínimo de tres semanas de vacaciones para todos los jugadores.

A la espera del permiso oficial para poder entrenar con toda la plantilla, que previsiblemente no llegará hasta el fin de semana, las fechas oficiales y los horarios de los primeros partidos no se conocerán hasta el domingo o el lunes, momento en el que los equipos podrán terminar de programar las últimas pinceladas de una puesta a punto forzada por las circunstancias. Paralelamente, la Liga, los clubes y los jugadores deben decidir qué pasa con las concentraciones, que inicialmente eran obligatorias en el protocolo de vuelta a la competición y se encontraron con la rotunda oposición del colectivo de futbolistas.

«Es algo que nosotros no queremos, alejarte de tu gente no es agradable», explicó Manu García, que, en su condición de capitán albiazul, habla a diario con el sindicato de jugadores (AFE) para saber «cómo se está organizando la vuelta» y transmitir la información a sus compañeros. «El tema de las concentraciones está en duda, parece ser que si todo sigue igual que hasta ahora (en relación al resultado de los test) no las habrá», precisó el vitoriano. Asume, en cualquier caso, que «todos vamos a tener que hacer un esfuerzo para terminar la temporada, como jugar cada tres días, pero la cuestión es que sea igual para todos y en unas condiciones mínimas en las que podamos rendir».

Los partidos se disputarán entre semana a las 19.30 y a las 22.00 horas y los fines de semana se sumará la franja de las 17.30 en las ciudades como Vitoria donde las temperaturas puedan ser más suaves, dentro de la franja Norte. Además, las dos últimas jornadas tendrán horarios unificados para los partidos en los que haya algo en juego. Son algunos de los detalles desvelados en la asamblea de ayer, donde, además, se trató el capítulo de los viajes de los equipos, que los organizará la Liga, y se adaptó el límite de control económico, que este año no se podía cumplir en la fecha inicial del 30 de mayo.

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