Laguardia reconstruye el muro
El central albiazul, titubeante en varias fases de la temporada, recobra su mejor nivel para liderar de nuevo la defensa del Alavés
Seis intercepciones de balón, seis despejes y dos tiros bloqueados. Las estadísticas de Víctor Laguardia en el triunfo ante el Levante hablan de su influencia ... en el juego y, las sensaciones, de la progresiva recuperación de su mejor versión: la de uno de los defensas con mayor rendimiento de la Liga en las últimas temporadas. El central alavesista, titubeante durante varias fases de la primera vuelta, parece retomar sus prestaciones. Algo que se dejó entrever en el choque inicial de enero ante el Betis y se confirmó en el Ciudad de Valencia. Con ese momento de forma y concentración que, durante años, le ha convertido en la última y disuasoria barrera alavesista por delante de Fernando Pacheco. Y es que pocos partidos ha ganado el Alavés en la época reciente en Primera sin que uno de estos dos futbolistas hayan aparecido entre los destacados. Es la lógica de los humildes. Sin un buen trabajo de pico y pala defensivo, los momentos de lucidez ofensiva suelen servir para poco.
La lectura interna durante el periodo navideño, ante un Alavés que parecía declinar en su rendimiento, era diáfana. La obligación de sumar piezas a la plantilla de Asier Garitano –han llegado ya tres con el fichaje de ayer de Roberto Jiménez y se esperan una o dos más–, pero también la necesidad de autocrítica y mejora en la estructura defensiva. Casi con los mismos mimbres del pasado ejercicio –salvo la marcha de Maripán– y con futbolistas que ya habían compartido muchos minutos sobre el césped, al Alavés le ha costado demasiado sostenerse con solvencia. Varias goleadas, inusuales en otros tiempos, lo atestiguan.
Un problema de todo el equipo en el trabajo de contención, pero también con futbolistas como Laguardia, por momentos, lejos de su mejor rendimiento. También con un Ximo que desapareció incluso de las convocatorias durante una fase y de un Martín o un Ely con menos regularidad de lo habitual. Posiblemente, Duarte haya sido hasta el momento el bastión que pocas veces ha fallado. Sin alardes; sin errores gruesos. Lo que demanda un Alavés justo de recursos y que solo puede crecer desde la solidez. Como sucedió ante un Levante que se desordenó en una segunda mitad donde los albiazules dispusieron de opciones para firmar una goleada. A base de firmeza y de aprovechar la ansiedad de un rival que se desesperaba ante su incapacidad para generar ocasiones de gol.
Las cifras generales de la temporada hablan también de que casi la única posibilidad de lograr resultados de forma continuada pasa por un control de la portería propia. Las seis victorias de esta temporada han llegado en duelos sin goles en la portería de Pacheco. 18 puntos de los 23 sumados. Otro apareció en el séptimo partido con la meta en blanco: el empate sin goles en Mendizorroza ante el Espanyol. Los cuatro puntos restantes, siempre han llegado con un máximo de un tanto encajado. En las igualadas (1-1) ante Getafe, Atlético de Madrid, Leganés y Betis.
Suplencia en el Camp Nou
Para Laguardia, el punto de inflexión pareció llegar después de su suplencia por razones tácticas en la visita albiazul al Camp Nou. Una situación prácticamente inédita en las últimas campañas. Sí se dio, curiosamente, en el primer choque liguero en el retorno a la máxima categoría en 2016. En aquel 1-1 en El Calderón donde la lesión de Feddal en el minuto 12 recolocó al aragonés en el centro de la defensa. Desde entonces, su titularidad es algo que se da por descontado cada fin de semana.
La trascendencia de Laguardia en el Alavés se ha demostrado en muchas ocasiones, aunque quizás en ninguna otra de forma más clara que en la remontada albiazul bajo la batuta de Abelardo en el ejercicio 2017-18. Cuando el aragonés regresó al equipo después de su baja de casi ocho meses por la rotura del ligamento cruzado de su rodilla. Entonces, en el ejercicio más delicado para la supervivencia vitoriana, el defensa resultó determinante.
Con esa omnipresencia que regresó al césped en el choque ante el Levante, donde junto a Ely en el eje de la zaga y con la ayuda solidaria de todo el equipo, apenas hubo noticias de una dupla ofensiva de calidad como la que forman Roger y Mayoral. Nada es definitivo cuando se trata de fútbol, pero todo apunta a un crecimiento de Laguardia que solo puede significar una mejora del Alavés.
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