Deportivo Alavés

Laguardia: «Lo que hace Bordalás lo hace todo el mundo»

– ¿Cuál es el mejor jugador con el que ha jugado?

– Fabián Ayala. Debuté en Primera a su lado y es otro sueño cumplido.

– ¿El rival más complicado?

– Quitando a Messi y Cristiano Ronaldo, me ha gustado mucho Luis Suárez. De ese perfil. Diego Costa, Aduriz... Éramos dos pesados e íbamos a la guerra. En eso también ha cambiado el fútbol. Hoy le pones la mano en el hombro al delantero y se tira con la mano en la ceja. A esos les pegabas, te pegaban y al final del partido te dabas la mano. Es el fútbol que me ha gustado a mí siempre, que hoy en día se está perdiendo.

– ¿Entrenadores se atreve a quedarse con uno?

– He tenido muchos muy importantes. Desde Marcelino, que me hace debutar en Primera, hasta Luis Milla, que me mete en la sub'20 y la sub'21. Abelardo, que me pone recién salido de la lesión y es algo que siempre le agradeceré. Y Pellegrino, que me dio continuidad en Primera.

– Subió con Bordalás. ¿Entiende tanta crítica hacia él?

– Es otro de los importantes. En el Alcorcón yo venía de Las Palmas y la selección española y él me hizo ver que si quería jugar en Primera División de verdad tenía que cambiar cosas. Me abrió los ojos. Lo que hay alrededor de él no lo entenderé jamás. Porque son cosas que hace todo el mundo. Es increíble. Veo el otro día a Iñaki Williams, que se hace portavoz de toda la Liga y habla en plural de parte de todos diciendo que ya le conocen. Cuando él vaya ganando al Real Madrid 1-0 con diez también perderá tiempo. Lo dijo Bordalás, cuando estás frustrado por esa victoria que no has podido lograr pegas tiros por todos los lados para excusarte y no tienen razón. Lo que hace Bordalás lo hacemos todos.

– ¿Laguardia se ve como entrenador?

– No lo sé. Si me dices qué quiero ser, si director deportivo, entrenador, no lo tengo decidido. Tengo tiempo para formarme, que es lo que tengo que hacer, y aprender. Tengo que encontrar inquietudes, dónde me siento más cómodo. Es algo bonito de descubrir.

– Doce goles con el Alavés. ¿Con cuál se queda?

– Nunca he sido muy goleador (ríe). Hubo uno que justo me acaba de recuperar de la lesión, contra el Levante en el último minuto, un jueves en 'Mendi'. Era importante para el equipo. El del Atlético fue especial también, porque era la jornada 7 y llevábamos cero puntos, el año del descenso.

– ¿Cómo está viendo al equipo?

– Muy bien. Y es lo que me duele, que no llevemos más puntos, porque hemos merecido más. Quizás esa falta de experiencia en muchos jugadores hace que no tengas ese poso en los partidos. A partir de ahí, limpiar mente. Los veo preparados, pero el jugador necesita que las sensaciones se transformen en puntos. Hay jugadores que no tienen muchos partidos en Primera y necesitan esa confianza, que se adquiere con puntos.

– ¿Sigue haciendo de capitán? En Vigo con Rafa Marín, por ejemplo.

– Intento ayudarles. Y quitarle importancia. Porque el fútbol es un deporte de errores, el que menores cometa gana. Lo que me gustó de Rafa fue cómo le dio la vuelta a esa situación, otro chico joven se habría hundido y éste hizo un gran partido. Y el míster también estuvo muy bien porque al día siguiente lo volvió a poner. No fue fallas y te vas al banquillo, tengo confianza en ti y sigues. Son cosas que yo he vivido. Ese gol no me lo he metido así, pero sí de otra manera. Con Pellegrino me metí en Mestalla uno de cabeza de risa. Entonces sabes cómo ayudarles. Pero su reacción fue ejemplar.

– Pero aprecia mimbres para salvarse.

– Veo muchos mimbres. Un vestuario de diez que, aunque parezca un tópico, es muy importante. Sobre todo en el Deportivo Alavés, siempre que nos hemos salvado ha habido un vestuario muy unido. A partir de ahí, necesitamos los puntos, que es lo que te salva. Las sensaciones son buenas, pero esto no va de merecer sino de conseguir puntos.